Por Marcos Nebreda
Sus palabras y sus canciones desprenden magnetismo y vitalidad. Su nombre ha traído un soplo más de aire fresco en el revitalizado pop chileno. Francisca Valenzuela se ha convertido con tan sólo 25 años en mucho más que un icono de estilo. Su carácter combativo se plasma en sus letras, auténticas banderas feministas que oscilan entre el compromiso político y las historias de amor. Además de cantar, compone y escribe, tiene ya dos libros en el mercado. Buen Soldado es su segundo disco y tras una gira de éxitos imparables por América Latina llega ahora a España. Un trabajo dinámico, auténtico, sincero que firma esta californiana, chilena de adopción. No conviene olvidar su nombre porque Francisca Valenzuela ha llegado para quedarse y dará mucho que hablar.
Revista Achtung: En 2006 tu canción Peces compuesta con 13 años se situó entre las más influyentes de Chile, poco después llegó tu primer disco. ¿Cómo encajaste ese éxito temprano?
Nunca tuve la pretensión de hacer de Peces una canción conocida; simplemente era mi diario de vida con un poquito de drama (risas). Era un texto confesional, visceral que de pronto mis amigas cantaban y después a la hora de hacer Muérdete la Lengua, se convirtió en un tema importante, popero, singleable. Yo intento siempre concentrarme en lo importante: la música, el contenido, las letras, la propuesta y la integridad artística. Eso es lo que ha permitido que las cosas sucedan. No me ando planteado la duda si cada cosa que hago va a funcionar o no, si a ser exitoso o no, sino más bien sigo mi intuición, lo que se me ocurre y creo que al final el éxito es el poder hacer lo que quieras de manera libre, sustentable, dinámica, protegida.
Tu infancia transcurrió entre California y Santiago de Chile, a priori dos ciudades bastante diferentes. ¿Cómo afrontaste el choque cultural y cómo influyó en tu música?
Creo que la influencia musical de ambas partes se reflejan así: la parte gringa en mi música tiene que ver con ser directa, decir las cosas como son y no de modo críptico, ser deslenguada y empoderada y a la vez nunca tomarse tan en serio (herencia de las féminas anglosajonas desde Debbie Harry, Blondie, B52’s o Lauryn Hill). También creo que la idea de hacer música profesional – la fantasía de hacer un disco, ir de tour, hacer videos, etc- viene de esa influencia gringa, cultura MTV. Por otra parte, al acercarme a la música latinoamericana –Charly García, Sui Generis, Silvio Rodríguez, Violeta Parra– creo que absorbí la verdadera idea del cantautor con un mensaje: el poder estar de pie, solo, únicamente con tu instrumento, y contar una historia, conmover, comunicar algo con tu canción, tus letras, tu presencia y que la canción misma pueda protestar o manfestar algo. Con la música latinoamericana de los Inti Illimani, Violeta Parra o Los Jaivas aprendí la belleza y el poder de la canción social, el empoderamiento a través de la cultura.
Y respecto al choque cultural entre California y Chile, creo que lo más fuerte fue pasar de una cultura sumamente única en lo diverso, progresista, abierta y respetuosa como es San Francisco, un oasis incluso dentro del mismo USA, a una cultura homogénea, conservadora, católica, estricta, machista, doble estándar, cerrada y homofóbica como es Chile. Creo que las generaciones nuevas en Chile estamos cambiando eso, somos abiertas, respetuosas y conectados con el mundo globalizado. Pero los medios, los grupos de poder, la política aún son muy anticuados, inamovibles, ignorantes, poco atrevidos, corto-plazistas y provincianos en muchas ocasiaones.
Tu formación es clásica y tu sonido un poco menos. Como solista ¿qué artistas te han influido más?
Desde Keith Jarret y George Winston hasta Ben Folds, Patti Smith, Tori Amos, Nine Inch Nails, Johnny Cash, Abba… también mucho pop, desde Mariah Carey hasta Ace of Base. Es bastante amplio.
Escuchándote es inevitable que surjan comparaciones, al menos en España, con artistas como Julieta Venegas, de la que fuiste telonera, o Javiera Mena, chilena como tú y gran revelación en la escena indie. ¿Qué te acerca a ellas y qué te diferencia, cuál es tu toque personal?
Yo creo que todas somos mujeres auténticas, autónomas, con propuestas propias. Además, Julieta ,como Andrea Echeverri o Ely Guerra en el caso mexicano, han sido precursoras y referentes y abierto camino para el resto de las mujeres cantautoras latinoamericanas. Pero también creo importante enfatizar que somos distintas y creo que nos tienden a comparar mucho porque hay poquísimas mujeres cantautoras en la escena internacional de habla hispana. Las tres no somos “producto” manufacturado ni baladistas; pero somos distintas. Especialmente en vivo, el show de cada uno tiene su onda particular.
¿Por qué crees que triunfa en España esa nueva ola del pop indie sudamericano, qué es lo que tiene de diferente para atraer nuevos mercados?
Creo que triunfa porque son propuestas auténticas, distintas, que han nacido desde el interés de comunicarse, hacer música y arte, y no por el interés de triunfar en un mercado y hacer lo que se “debe”; creo que son propuestas frescas, distintas, entretenidas.
Con tu primer disco, Muérdete la Lengua la prensa chilena te calificó como la princesa del rock y como una auténtica revelación. ¿Cómo ha madurado tu sonido y tú como artista desde ese 2007 hasta este segundo disco que acaba de salir?
Ha habido un crecimiento importante en tres niveles, creo. Primero, a nivel de composición y escritura. Mi primer disco, Muérdete la Lengua, es más bien una compilación de canciones viscerales, espontáneas que fui escribiendo entre los 13 y los 18 y eso se refleja en el disco; hay angustia adolescente, temáticas más biográficas, femeninas, etc. En este segundo disco, hay una exploración de nuevas temáticas, canciones sociales, historias inventadas, juego a ser yo misma, a ser otra mujer, a ser soldado, a estar en prisión, a ser revolucionario, etc. Segundo, hay un crecimiento en cuanto a la producción y arreglos. Muérdete la Lengua es rock-pop más convencional, con banda orgánica, instrumentos tradicionales. En Buen Soldado, busqué nuevos sonidos, texturas, arreglos. Quería más apertura del paisaje sónico, cosas más lúdicas, otras más íntimas y los productores fueron sumamente importantes en este sentido.
Por último, y de modo importante, creo que ha habido un crecimiento de nuestro show en vivo. El directo es lo más importante para mí, y creo que cada vez crecemos más en vivo y hacemos cosas nuevas y el show se vuelve más sólido y las canciones crecen muchísimo más que en el disco.
En Buen Soldado tus canciones son de una gran contundencia y vas desde la ira feminista, las letras gamberras, agudas, críticas e incluso algunas de tono político. ¿ En qué te inspiras para componerlas? ¿Tienes una intención de denuncia o reivindicativa a través de tu música?
Creo que hay como dos vertientes de inspiración cuando escribo. Primero está esa línea más confesional, visceral y biográfica; el “diario de vida muscializado”, por ponerlo de alguna manera. Canciones como Quiero Verte Más o Qué Sería, Corazón o Yo lo Busco – hay amor, desamor, lujuria, inseguridad, pena, etc, sentimientos espontáneos que todos tenemos. Pero luego hay una segunda vertiente que tiene que ver con el querer decir algo puntual, una historia, un mensaje, una crítica. Que la canción en sí tenga una misión, sea contar una crítica cómica cinematográfica de un soldado chauvinista o el encarnar un revolucionario poético que convoca cambio.
En este caso creo que sí, naturalemente, ha surgido el interés de usar las canciones como plataforma de denuncia o manifestación reinvindicativa. Ahora, creo que es importante también destacar que eso es igual de válido e importante para mí como también cantar cosas que no son denuncia ni reivindicativas; me gusta tanto hablar de revolución social o empoderamiento femenino como de conquistar al que me gusta o ir a bailar a la fiesta. Son todas piezas del mismo puzzle.
¿Cómo te ha recibido el público en Madrid con esta gira y qué expectativas tienes para la misma?
Siento que ha habido una recepción muy buena. Estoy muy contenta y entusiasmada de poder llevar mi material para allá. Mis expectativas son simplemente hacer el mejor trabajo posible, mostrar mi proyecto y mi música a aquellos que están interesados y seguir adelante.
Y cómo lo hizo en tu país país, donde participaste en numerosos festivales o en tus actuaciones en Cannes o Shangay?
La recepción en Chile ha sido increíble. He tenido la oportunidad de recorrer mi país varias veces, participar en causas sociales, realmente consolidarme dentro del mundo de la música. Eso ha sido no sólo una experencia lindísima y emocionante, pero además ha sido fundamental para poder salir afuera. Ha permitido tener un proyecto sustentable, sólido y ser un trampolín para salir a otros lugares del mundo.
Además de cantante eres escritora con dos libros en el mercado y aficionada a las letras desde pequeña. ¿Te ha ayudado ese talento extra a triunfar en el mundo de la música?
Yo creo que simplemente el tener interés en arte, música, letras, el trabajar mucho y estar dispuesta a aprender y el colaborar y valorar las personas de mi equipo de trabajo han sido elementos fundamentales para ir avanzando, creciendo y desarrollando todos mis proyectos. No separo una actividad de otra y no creo que un talento exclusivamente me ayudó a una cosa u otra; es una combinación –el poder crear y poder también ver qué quiero hacer y cómo hacerlo y cómo avanzar; el aprender a hacer música y ser una persona creativa pero también a ser un gestor cultural, independiente y ejecutivo.
¿Te sientes más cómoda con canciones compuestas en castellano o en inglés? Escucharemos temas en inglés en tu próximo trabajo?
Me siento muy cómoda y feliz componiendo y escribiendo y cantando en los dos. No he desarrollado públicamente mis temas en inglés porque creo que ha sido importante comunicarse y componer en el idioma del lugar donde estoy inserta; el mensaje y la letra para mí es fundamental, y me pareció lo más natural en una primera instancia. Sin embargo, ahora con dos discos en español y teniendo muchos temas en ingles –y aún trabajando en más- me gustaría sacar nuevos temas en inglés. Además, al ser gringa, ha sido siempre muy natural también, así que es una gran suerte esta biculturalidad y ser bilingüe – así que de seguro habrá temas en español y en inglés.
La prensa te considera una de las jóvenes más influyentes de tu país, además de un icono de estilo con tan sólo 25 años. Has sido además portada de revistas como Rolling Stone o Cosmopolitan. ¿Concuerdas con esta definición?
Es un halago y un honor que me consideren esas cosas. Sin embargo, no estoy pendiente de decir, “ah si, verdad que sí soy influyente o verdad que sí tengo estilo!” (Risas), sino más bien si comentan eso a raíz de las cosas que hago, digo, como me comunico o presento. Muy bien y muchas gracias; pero no estoy buscando eso. Es una consecuencia de mis reales intenciones y acciones y se lo agradezco y me emociona; pero no no es fundamental.
Parece que has tomado las riendas de tu carrera,¿ te gusta controlar todo el proceso de producción de tus discos?
Sí, (risas). Estoy bastante involucrada y soy participativa en cada cosa que hago. Desde la composición a la producción a la puesta en escena hasta cada videoclip y sesión de fotos hasta todo el contenido online.
Por último, Francisca, cómo ves el panorama indie español y sobre todo qué artistas del mismo son un referente para ti y para los solistas de tu generación?
Creo que en España hay una escena musical muy buena, entrenida, juvenil, independiente. Bandas como Vetusta Morla, De Lorean, We are the Standard, Nacho Vegas, El Columpio Asesino o Russian Red están abriendo su propio camino día a día y se proyectan no solo en España sino en el mundo entero. Y eso es muy valioso e interesante.
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