Texto: Antonio Jesús Reyes y Rose Stone | Fotos: Juan Antonio Gámex
La sala Malandar nos sigue trayendo variadas y excitantes citas. Esta vez, de la mano de Spyro Music, que cada vez más mima a la capital hispalense con inesperadas y deseadas músicas, nos trajo desde lejos dos bandas dignas de recordar.
La fecha del 28 de noviembre nos dejó a The Wave Pictures, hechos ya unos asiduos de la península. David Tattersall (a la voz y la guitarra), Franic Rozycki (al bajo) y Jonny Helm (batería) dejaron la noche con muy buen sabor de boca gracias a un directo de primera, mientras nos presentaban City Forgiveness, su quinta grabación, en formato de doble CD. El trío inglés (más un aplicado y anónimo percusionista) nos dejó un recital, que se nos hizo corto, en el que fueron marcando una línea bastante marcada yendo desde el folk hasta el pop y el rock, y un batiburrillo de todo a la vez. Los inglesitos comenzaron con “Lisbon”, que adelantó City Forgiveness en forma de EP, y es un buen ejemplo de sus letras tan peculiares; no estamos hablando de pop florido en absoluto; su sonido deja ver claramente en la voz y las melodías filos puntiagudos. Como dijimos antes, el concierto iba ganando en interés, y temas como “Long Black Cars” o “Spaghetti” lo iban atestiguando. Un momento lleno de intensidad fue el que protagonizó Jonny Helm, dejando la batería para la ocasión y cantando a capella y con el público en total silencio, “Now You Are Pregnant”. Básicos, minimalistas a veces, The Wave Pictures sacan la artillería de voces y guitarreo a lo, digamos, Robert Fripp cuando menos te lo esperas. En la sala casi llena, debía de haber un buen número de gente que no conocía a la banda, y fueron atraídos por lo que se dice de ella, como por ejemplo el brillante concierto que dieron el año pasado allí mismo en Sevilla. La banda se despidió en su momento más alto, por lo que el público con pocos remilgos, pidió a voces y aplausos un bis que no ocurrió. Tuvimos que acercarnos pocos minutos después a Franic y preguntarle que qué había pasado… “Bueno, es que en Inglaterra se pide de otra manera”. Y es que The Wave Pictures son especiales hasta para salirse del lenguaje universal. Con buen sabor de boca y aún con estribillos en los oídos, dejamos la sala Malandar con más conciertos en mente, como el que se celebraría allí mismo la semana siguiente. Un repertorio de nanas parecería esta actuación de The Wave Pictures, comparada con la que nos trajo un día entre semana de diciembre, y del que fue testigo Rose Stone, y así nos lo contó:
No es muy habitual que se programen y lleguen a las pocas salas de conciertos de Sevilla grupos hardcore, y aunque se trate de una banda neoyorquina con 30 años de carretera que toquen un martes, dando gusto a gente que sabe a ciencia cierta que existe música más allá de Pablo Alborán. Por lo que fuera, no había mucho público viendo a los dos primeros grupos, los jerezanos Truth Through Fight y los lisboetas Grankapo, fabulosos como anticipo a lo que venía después. Este hecho facilitaba todo tipo de precalentamientos, bajo las normas no escritas para bailar el pogo, tirarte desde el escenario o moverte hacia derecha o izquierda cuando perdías el ángulo de visión del escenario. Agnostic Front salieron al escenario ante un público entregado a priori. Con diez álbumes de estudio más otros tantos entre recopilatorios, directos y EP’s, Agnostic Front saben perfectamente cómo poner patas arriba tanto una sala pequeña como un estadio. Si a eso se le añade las ganas de Roger Miret con el micrófono y Vinnie Stigma a la guitarra, sabes que la diversión está asegurada de principio a fin, como así fue. ¿Qué mejor manera de complacer a todo el mundo si te presentas con una calidad de sonido fantástica, una potencia brutal? Y todo apoyado por sus últimos tres LP’s: My Life My Way (2011), Warriors (2007) y Another Voice (2004), sin olvidar los grandes himnos: “Friend or Foe”, “The Eliminator” o “Crucified”. Para los despistados de la trayectoria del grupo, se despidieron con una fantástica versión de “Blitzkrieg Bop” de Ramones. ¿Qué más decir de Agnostic Front?… Pues que si es verdad que como dice aquella canción “veinte años no es nada”, parece probado que treinta son menos. Ya les gustaría a muchos de los que llenan hoy estadios y les dan premios de la MTV, tener la fuerza y profesionalidad que ellos tienen.
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