Por Jacobo Vázquez
The Wave Pictures regresan puntuales a su cita anual con un nuevo álbum concebido durante las seis semanas en las que recorrieron los Estados Unidos en furgoneta tocando de ciudad en ciudad. Su bendita incontinencia creativa nos regala en esta ocasión un álbum doble, 20 temas compuestos a partir de los retazos y vivencias que David Tattersall, su líder y compositor, reunía en una pequeña libreta mientras recorrían el país. Ordenar esas ideas y convertirlas en canciones fue tarea tan sólo de “una confusa semana impregnada de jet-lag”, según sus propias palabras.
Lo que podemos encontrar en City Forgiveness es prácticamente lo mismo que el trío británico nos ha mostrado en sus 5 álbumes anteriores. Before This Day, Missoula o The Woods podrían perfectamente haber aparecido en cualquiera de ellos. Pero aunque su estilo permanece fiel a sus parámetros, también se percibe una cierta apertura hacia un sonido más americano. La frescura sigue intacta y la irresistible inmediatez que proyectan sus canciones se mantiene, seguramente gracias al breve lapso de tiempo que dejan pasar entre que las componen y entran al estudio a grabarlas. Así evitan caer en el error que otros grupos cometen, empleando días enteros en un estudio en busca del sonido perfecto, mutilando lo verdaderamente importante: la esencia de las canciones. Es esa urgencia la que impregna de aroma lo-fi toda su discografía, disfrazando en realidad la profesionalidad de unos músicos empeñados en desarrollar sus carreras a la vieja usanza, curtidos sobre los escenarios gracias a las extensas giras anuales que realizan a lo largo y ancho de Europa y América, dejando sólo unas pocas semanas libres entre una y otra para entrar en el estudio de grabación
A pesar de ser un álbum doble, no podemos considerarlo un álbum conceptual o un álbum homenaje a los Estados Unidos, si no más bien el frenético testamento de un viaje que les ha servido para ampliar horizontes musicales y temáticos. El siempre minucioso, realista y lírico estilo de escribir de David está plagado de referencias a esas semanas de viaje en las que experiencias buenas y malas se aglutinaban a su alrededor. Una gira en la que aprovecharon para embeberse de la tradición y la cultura americanas, ya presente en sus letras con anterioridad, pero donde también sufrieron las penurias de ser una banda pequeña, de enfrentarse a camas infestadas de insectos en hostales infames. Sobrevivir a una gira así, visitando una ciudad por día ha sido el germen del disco, y de ahí que el título quiera recordarlo, ese City Forgiveness que se le presentó a David mientras dormía.
The Wave Pictures comenzarán en noviembre una extensa gira por nuestro país, así que si tienen oportunidad de asistir a uno de sus magníficos y divertidos conciertos no la dejen escapar. Si no, no se preocupen porque seguro que volverán pronto. Es lo bueno de los músicos chapados a la antigua, que su vida está en la carretera.
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