Interesante propuesta la que nos traía el pianista granadino, Jesús Hernández, con su New York Bojaira Jazz Flamenco Project, experimento transoceánico resultante de trocar a Manuel Sáez y Álvaro Maldonado, bajista y batería del proyecto original, Bojaira, por los veteranos jazzistas neoyorkinos, Tim Ferguson, contrabajo, y Mark Holen, percusionista. Y si a tan excelente trío sumamos la voz y la flauta de Alfonso Cid, sevillano afincado en los “nuyores” (como él dice) y Marina Elana, bailaora natural de San Francisco que parece que “sa criao” en el Tardón del arte que derrama, tenemos resuelta la fórmula magistral.
El primer tema del repertorio, Sueño Alfa, son unos tientos que Jesús Hernández introduce en solitario hasta que Alfonso Cid irrumpe con templanza y duende para abrir camino al resto de la banda, que acompaña a Marina en inspirado baile terminado, como es habitual, por tangos. Buen comienzo con uno de los mejores temas del disco.
Tras el segundo tema, una especie de tangos/tanguillos que continúa en la misma línea rítmica, Jesús presenta al grupo y, cambiando de tercio, tocan La Farruca de Argel, basada en una de las famosas Cartas de Cervantes y compuesta por Sergio “El Colorao” y el propio Hernández: una delicia de tema desarrollado sobre un palo flamenco muy poco revisitado en la actualidad.
Vuelve a servir de inspiración Cervantes en el siguiente tema: Jaleo del Celoso Extremeño. Basado en una de sus Novelas ejemplares, es una original propuesta que juega con el nombre de la novela, El Celoso Extremeño, y del palo, jaleos extremeños, navegando Alfonso entre soleá y bulerías. Me suena a Albéniz, homenaje de “flaco” Marc Holen al genial autor español, donde se oyen ecos de sus composiciones, es el tema que da paso al descanso, completando una muy flamenca primera parte.
En la segunda parte comienzan aún más inspirados, quizá debido a que la sección rítmica se acerca más a las formas jazzísticas que a las flamencas, mostrando una maestría más natural y consiguiendo mejor cohesión armónica, lo que redunda en enorme beneficio de la voz de Alfonso Cid, que suena más destacada (en algún tema de la primera parte su voz se perdía entre tanta mezcla de instrumentos en “modo” flamenco).
Retoman con Camino a Mauá, una preciosa granaina “del nuevo mundo” en la que Jesús consigue aunar sentimiento y virtuosismo, haciendo sonar su piano electrónico como si de una guitarra honda se tratara, acompañando a un Alfonso Cid que afronta uno de los temas más complicados del repertorio.
Pero el momentazo de la noche llega con el tema P’atrás, unas seguiriyas donde cada uno de los componentes de este sugerente proyecto pone su granito de arena, destacando cada uno en su solo, para dar paso al más trabajado de los taconeos de Marina Elana, que sabe aunar con soltura el duende y la vanguardia en su particular estilo. Y tras el unánime aplauso del público aún hubo tiempo de un fin de fiestas por rumbas que puso la guinda a la noche de flamenco y jazz.
Enhorabuena Sres. de Achtung! Selu Sánchez ha plasmado magistralmente lo que pudimos disfrutar de esta gran banda en una noche mágica de fusión musical. Y cómo no, mencionar a Juan Antonio Gámez y a su especial sensibilidad fotográfica
Sergio, muchísimas gracias por tus reconfortantes palabras, un abrazo
¡Hola Selu y Juan Antonio!
Muchísimas gracias por esta crónica. Se me pusieron los bellos de punta al leerla.
Muchas gracias también a Juan Antonio Gámez por esas preciosas fotos.
Los New York Bojaira esperamos volver a Sevilla muy pronto. ¡Ojalá nos veamos entonces!