Seleccionar página

Por  Daniel Suárez

comic-novelagrafica-arte-literatura-revista-achtung

Durante la última década hemos visto incrementado exponencialmente el número de cómics y novelas gráficas (1) llevados a la gran pantalla. Hoy en día, a casi nadie le sorprenderá el anuncio en los medios de un nuevo estreno de una película de superhéroes basada en un comic-book estadounidense o ver a toda una legión de seguidores lamentarse por la muerte de uno de los mayores dibujantes de bande dessinée francesa como Moebius (1938-2012).

comic-novelagrafica-arte-literatura-revista-achtung-4No obstante, el ascenso meteórico del noveno arte se ha producido y expandido a lo largo y ancho de las principales potencias mundiales a partir de la eclosión del cómic underground de los años 60 y el cómic alternativo de los 80. Este tipo de movimientos contraculturales lograron que el mundo del cómic, hasta entonces de consumo minoritario y exclusivista, pasase a formar parte de las bibliotecas y centros de todo el planeta. Esta situación fue evolucionando piano piano con el paso del tiempo hasta que en el año 1992 se produjo un verdadero paso de gigante en la búsqueda del reconocimiento internacional del cómic como arte. Maus, una novela gráfica de Art Spiegelman publicada en la revista alternativa Raw (1980-81), se proclamó ganadora del prestigioso Premio Pulitzer, convirtiéndose en el primer cómic -y esperemos que no último- en conseguirlo. La extraordinaria y novedosa línea argumental y estilística de la obra de Spiegelman aunada a una temática seria y realista inauguraron dos nuevas vías por las que circula el tren de la novela gráfica contemporánea: por una parte, la independiente y autobiográfica de la que forma parte el propio Spiegelman, Chris Ware o Joe Sacco, entre otros; por otra parte, la superheroica y comercial con famosos títulos como Watchmen (Alan Moore, 1986-87) o Batman: The Dark Night Returns (Frank Miller, 1986), claves en la maduración de la historieta.

Porque a pesar de que sigan triunfando las historias de superhéroes-no hay más que ver la plétora de films, remakes, (pre)secuelas y reboots  que se han realizado en los últimos años- se ha ido observando un lento pero continuo auge en las historias de temáticas costumbristas y revolucionarias. Autores como Chris Ware, Charles Burnes, Guy Delisle, Marjane Satrapi, Jiro Toniguchi o el español Paco Roca (que hace poco llevó al cine su ópera prima Arrugas) forman parte de una generación preocupada por la experimentación, por la búsqueda de nuevas historias, alejado de la épica clásica. Buscan ante todo regenerar el cómic, como la obra de Pirandello: cada uno a su manera, para poder convertirlo en un arte a la altura de la fotografía o el cine, los cuales también sufrieron en un principio el rechazo de la crítica y de las élites intelectuales.

comic-novelagrafica-arte-literatura-revista-achtung-3Asumido el Bar Mitzvá del cómic con más de cien años de antigüedad, el salto a la gran pantalla (y al universo de los videojuegos) de las denominadas novelas gráficas contemporáneas fue cuestión de tiempo. Durante el último lustro han circulado una serie de títulos cinematográficos que han triunfado en mayor o menor medida otorgando un mayor prestigio al noveno arte: Persépolis, Watchmen, 30 días de oscuridad, 300, Ghost World, Sin City o Contrato con Dios, una de las obras fundadoras del término novela gráfica, etc. Largometrajes y cortometrajes de animación (el gallego Birdboy), películas con actores y actrices de carne y hueso; el cómic empieza (!) a quitarse la máscara infanto-juvenil para convertirse en un arte rebelde, consciente del mundo (Blankets, Craig Thompson), de la sociedad (Pyongyang, Guy Delisle), del dolor (Palestina, Joe Sacco), de la auto-parodia (Torpe, Jeffrey Brown), convirtiéndose además en una de las apuestas más seguras en las quinielas del celuloide.

Si existe algo que caracterice la evolución del arte en los últimos años –música, teatro, poesía, cine, novela, fotografía– es esa fusión de contenidos, ese (re)mix de estilos y géneros, cruce de temáticas y visiones para llegar a entender e interpretar la realidad tan cambiante del mundo en que vivimos. Así pues, la novela gráfica acierta en el blanco de esta afirmación dado que desprende multiculturalismo, hibridación y mestizaje en todas sus viñetas. Es sólo cuestión de tiempo para que este arte camaleónico pueda verse libre de las ataduras que lo confinaban a la sección superhéroes y tiras cómicas para asaltar definitivamente el ansiado fortín de la respetabilidad cultural. Si su futuro está en nuestras mentes, ¿por qué tan serio? (el Joker)

Esta noche deben confiar en sus puños y sus cerebros. Esta noche, somos la ley (Batman en The Dark Knight Returns).

@dani_sugar 

  1. Término acuñado por el mítico dibujante Will Eisner para dar un aspecto más adulto a su nuevo cómic Contrato con Dios. “La novela gráfica no es un concepto apriorístico en la mente del creador sino un punto de llegada cuando las piezas del puzzle encajan de forma insospechada para componer un paisaje nuevo.” (J.M. Trabado Cabado) 

 música cine libros series discos entrevistas | Achtung! Revista | reportajes cultura viajes tendencias arte opinión

Comparte este contenido