El pasado viernes 2 de diciembre Madrid celebró las dos décadas del emblemático OMEGA, disco que metió en un tubo de ensayo a Federico García Lorca, Leonard Cohen, Enrique Morente y Lagartija Nick. Una mezcla potente de poesía, flamenco y rock, que generó una explosión artística transgresora, valiente y eterna.
La Riviera aunó a un público dispar entregado al SOME ORIGINAL NOISE que rezaba la camiseta de Kiki, José Enrique Morente. El concierto se abrió con una parte más flamenca en la que interpretaron cada uno de sus hijos un par de temas. Kiki Morente fue el primero en arrancarse y con su interpretación del Solo del pastor bobo, poema de la obra El Público de García Lorca, y Sacerdotes de Cohen consiguió los primeros coros del público, a continuación apareció Estrella pero las condiciones de la sala no dejaron aflorar “el duende” que siempre la envuelve, y luego Soleá intentó convencernos, pero no lo consiguió.
Lagartija Nick subió a escena y los tres hermanos se juntaron, OMEGA sonó y la sala al completo homenajeó a Enrique Morente, todos recitábamos los versos de Lorca y el ruido de la banda nos envolvió tal y como el maestro lo concibió. El ruido trasmitía el grito de angustia, rabia y denuncia del poeta, el ruido se trasformó en arte. Le siguió Pequeño vals vienes, el tema que menos se adapta a la estructura del disco y uno de los primeros temas de Cohen sobre los que trabajó Morente, interpretado por Soleá y arropada por sus hermanos en el estribillo. Vuelta de paseo con su ¡asesinado por el cielo! en manos de José Enrique, calentó las gargantas de todos, La aurora junto con Manhattan, dos temas en los que los versos de Cohen (First we take Manhattan) y Lorca critican al sistema,nos devolvieron el buen hacer de Estrella, y el Aleluya en la que Kiki se acompañó a la guitarra, estuvieron a la altura y nos hicieron disfrutar.
La alternancia de los hermanos en el escenario provocaba subidas y bajadas, y un cierto caos de voces y micros, pero la cohesión de la banda granadina, las guitarras, teclados y el sonido tremendo del bajo de Antonio y de la batería de Eric, junto con la entrega del público, hicieron que nada de eso importara, “no hay nada más vivo que un recuerdo” decía Lorca, y el recuerdo del insustituible Enrique Morente nos hizo sentir su OMEGA visceral, rasgado y ronco.
Las letras de Cohen y Lorca se dan la mano cobrando nueva vida a través del rock de guitaras eléctricas y de baterías aporreadas con furia. El proyecto se va arropando con las colaboraciones de guitarristas de la talla de Vicente Amigo, Tomatito, Cañizares, Isidro Muñoz, Montoyita, Juan Antonio Salazar y Miguel Ángel Cortés, del percusionista Tino di Geraldo, las voces de Aurora Carbonel y Estrella Morente (que con apenas 14 años ya apunta maneras) y con los coros de El Negri y Antonio Carbonel, el flamenco se abre a una nueva dimensión no entendida por unos cuantos.
OMEGA se estrena entre jaleos, aplausos y abucheos del público del Teatro Albéniz de Madrid cerrando el concierto de Morente con Tomatito celebrado el 28 de febrero de 1996. “Nos iban a matar. Tardamos varias horas en poder salir de los camerinos», declaraba Antonio Arias.
A pesar de un comienzo tan ruidoso, OMEGA se afianzó con el transcurso del tiempo, de hecho Sonic Youth (que rechazó editar el disco) colaboró en un directo de Omega en 2005. En 2008 participan en el Primavera Sound de Barcelona, en el Festival de Benicassim y presentan su obra en México.
2016 veinte años después …
nos falta Enrique, nos falta Leonard,
¡que hemos hecho para merecer esto!.