En una sociedad universal e interconectada, perversos dirigentes políticos junto a infames poderes económicos se empecinan en levantar muros, cerrar fronteras y establecer separaciones.
Inmersos en esta coyuntura Rubén Martín de Lucas presentó como artista invitado de Art Madrid, Repúblicas Mínimas una gran instalación de vídeo con acciones performativas sobre las fronteras geopolíticas, el sentido de la propiedad bajo una mirada crítica y poética.
Mientras escupamos a quién nació al otro lado, sólo por haber nacido al otro lado, podrá avanzar la medicina, podrán avanzar las comunicaciones, podrá la humanidad habitar Marte,… pero perdonadme si a nada de eso le llamo progreso.
Ninguna nación existe de manera física, es decir, como un ente objetivo. Su naturaleza es líquida e intangible, se sostiene como construcción mental presente únicamente en el imaginario colectivo. Toda guerra, toda violencia de estado y toda forma de gobierno se apoyan en este concepto.
Sin embargo, toda nación, al igual que un témpano de hielo flotando sobre el mar, está condenada a diluirse.
Repúblicas Mínimas crea microestados efímeros ridículos, absurdos, con fronteras artificialmente geométricas, donde el artista se apropia de una superficie de 100 m2 para habitarla durante 24 horas. Así se conforman, un círculo de yeso en una tierra en barbecho, un triángulo de maderas ensambladas que flota en un embalse y en su interior una balsa de salvamento marino, un cuadrado en un parking delimitado con conos de tráfico, o un país solado de moqueta azul en cuyo centro se alza una torre de alpacas de paja.
Rubén Martín de Lucas está interesado en las relaciones entre las personas y el territorio de un planeta, la Tierra, que nos trasciende en la edad y sobre el que tenemos un extraño, e intenso, sentimiento de propiedad.
Art Madrid destaca de su trabajo la conexión del individuo con la naturaleza y el territorio, una constante que marca el trabajo de este artista desde sus inicios y le otorga, no solo una gran coherencia interna, sino también una clara voluntad de desarrollar un discurso crítico y de plena vigencia, además de su indiscutible proyección.