#Arte en la revista Achtung! | Por Miguel Fernández Ibañez
A veces duelen si el autoestima es bajo. Otras significarán una buena risotada recordando el pasado. El sentimiento, fundamento que emerge de la caricatura, para bien o para mal, es el objetivo de Cristóbal Fortúnez desde su blog Fauna Mongola, en el que ha creado «un álbum de cromos de los disfraces que te puedes poner en la sociedad».
Fortúnez se acomodó la capa de caricaturista en 2009 para actuar como una persona que observa a las otras y saca su idea dentro de lo efímero de esta sociedad. Para ello, se muestra como un madrileño de adopción que ha recorrido la capital para inhalar el Madrid moderno: «Puedes estar en Vallecas, Lavapiés o Tribunal e inspirarte. Este blog es una sátira de las cáscaras que hay que tomarse como una broma». Es su opción, el sentido cómico que elige para archivar esta visión.
Sus caricaturas con grandes cabezas y cuerpos esqueléticos muestran estereotipos que se pasean por la noche madrileña, las calles de Malasaña, Lavapiés y el barrio de Salamanca. Los piercings, pantalones anchos y tatuajes que hoy en día redundan en los jóvenes habitantes de Madrid se aprecian en estos retratos que van junto a un texto frívolo que detiene más al espectador en este fugaz mundo de la moda trufado por Fortúnez.
La visión negativa de algunos grupos o personas no se deben tomar a mal porque la intención de este autor no es «criticar» en este proyecto de humor en el que hay que reírse de uno mismo para disfrutar, tal y como se observan en alguno de los cerca de 50 comentarios de media y que resalta Fortúnez con un autorretrato y un título como Fauna Mongola, donde hace una declaración de intereses con este «nombre fácil de recordar».
Sus casi «2.000 visitas por post» le han llevado a empezar una web donde dar salida a otras inspiraciones porque sólo quiere que se vean sus dibujos. No espera patrocinador porque «es complicado que no entre en conflicto con los post» y, de momento, está contento en su trabajo, una agencia de publicidad a la que dedica ocho horas diarias y que no le deja mucho tiempo libre para hacer dibujos realistas, otro de sus estilos.
Para hacer su trabajo, una vez que localiza la inspiración «en cualquier lado», intenta «apartar todo lo infundado en la sociedad para encontrar lo que dicen las personas» desde su visión conformada por un conglomerado de vivencias que le hacen rozar ciertos planos morales de personas con las que, en ocasiones, nunca ha hablado.
En su primer post, en agosto de 2009, cogió el sugerente título de la magdalena de Proust porque todo empezó con un dibujo para su hermana donde recordó a las personas que había pintado. A partir de ahí llegaron en más pequeños folios blancos rayados las refrencias a la noche de Madrid, al Wurlir, Nasti, Stardust, a las tiendas de ropa y sus dependientas, al bulldog francés y a los Pete Doherty’s y chicos del programa Fama.
Estos eternos grafitis alojados en la web son el resultado de los cambios sociales que se representan en la moda, donde la armonía parece sustentarse en la asimetría y lo bello en lo artificial. Donde el dandy de Baudelaire sigue siendo un esclavo del cambio y la masa va detrás, tarde.
Cristóbal Fortúnez nació en 1980 en Galicia. Tras estudiar Bellas Artes en Santiago de Compostela llegó a Madrid en 2006 para convertirse en un madrileño de adopción más. Sus dibujos con gafas de pasta y pelos modernos le han supuesto críticas porque no suele ser “políticamente correcto”.
Comenta que él ha sido de todo, y recuerda su etapa juvenil vestido como un heavy y punk-gótico. Dice que «no vestimos como somos, sino como queremos que nos interpreten porque la gente cambia de aspecto para ser aceptado. Pero sólo es una tarjeta de visita».
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