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#Música en la revista Achtung! | Por Laura García

A las 2 de la tarde se abren las puertas de la magia. Por delante, 16 horas de música sin descanso y más de 30 dj’s de prestigio internacional. El sonido es el culpable de que miles de personas pierdan la noción del tiempo. Es el primer día del año. Es Space of Sound Festival.

Con esta ya son seis las veces que este certamen ha decidido celebrar el Año Nuevo con una de las fiestas más potentes de la electrónica en nuestro país. Se trata de una oportunidad única de escuchar a artistas de la talla de Carl Craig o Sven Väth, en un mismo recinto y con el encanto especial de las míticas sesiones matinales de Space.

Pascal Moschenni y Hector Oaks han sido los encargados de abrir esta edición para los más tempraneros. Con un pequeño cambio de horario respecto al año anterior, pasado el medio día empezaba a vibrar la Caja Mágica de Madrid. Este nuevo emplazamiento ha dispuesto cuatro espacios para los diferentes sets y algunas zonas exteriores interconectadas con algo de comida para sobrevivir al festival. revista-achtung-música-spaceofsound-festival

Las primeras horas prometen intensidad de principio a fin, con ritmo ascendente y mucho nivel en los platos. Por allí desfilan grandes como Rubén Montesco, Dubfire o Iván Pica. Impresiona la creatividad con que se ganan a los asistentes con sonidos de la electrónica de siempre. Preparan a la perfección el terreno para los grandes finales que se avecinan en los cuatro espacios.

Hacia las 12 de la noche, tras un pequeño retraso por culpa de su vuelo, Armin Van Buuren toma los mandos y la Caja se convierte en un mar de manos levantadas hacia las pantallas en busca de más intensidad. Abre sesión sobre un tema de Coldplay, una increible sorpresa con la que el holandés rompió con todo lo anterior y marcó sus propias reglas. El Dj regaló tres horas de electrónica de lujo para un estallido de euforia que recuerda que estamos ante uno de los mejores del mundo.

Hacia el final de este singular Año Nuevo, la fuerza creativa de The Zombie Kids se mete en el bolsillo a las masas y levanta el ánimo de un público que no abandona el recinto hasta que no se silencien las últimas mesas. Como desenlace, cuatro magníficos: Ricardo Villalobos, Miguel Mendoza, Juanjo Martín y Álvaro Espinosa. Un punto final de infarto para un sabor de boca perfecto que invita a repetir al año que viene.

Ahora tendrán que pasar 365 días para volver a vibrar durante horas como grandes amantes de la electrónica. Por suerte, todavía nos queda la buena música para olvidar que muchos odiamos los domingos. Este ha sido el mejor del año. Qué buen comienzo.

@Lahurita

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