Unos segundos de feedback, un riff de guitarra y la batería marcando el ritmo con su potente trote. Apenas han transcurrido los primeros compases de Lonely Boy y ya podemos advertir lo que encontraremos en El Camino, el nuevo álbum de The Black Keys. Un disco lanzado el pasado diciembre, apenas veinte meses después de su predecesor, y en el que parecen haber dado con la tecla adecuada para abrirse paso hacia la élite.

Formados hace más de una década, las comparaciones con The White Stripes han sido constantes desde su nacimiento. Algo que no debería extrañar a nadie, pues ambas bandas comparten cierto carácter revivalista, proceden del Medio Oeste Americano y son dúos de guitarra y batería. Pero mientras el famoso dúo de Detroit se caracterizaba por su rigor a la hora de afrontar su revisión del blues-rock, The Black Keys no han dudado en incorporar a sus canciones elementos de otros géneros como el soul, el glam o el rock and roll de los cincuenta. Ahí están los vibrantes sonidos de los órganos o los estribillos plagados de palmas y voces femeninas para demostrarlo. Pero no se trata solamente de imitar las viejas grabaciones, sino de actualizar legados tan legendarios como los de Otis Redding, T.Rex o Link Wray, por citar algunos ejemplos.

Las once canciones del álbum transcurren sin levantar el pie del acelerador. Ni siquiera en la aparentemente plácida y acústica Little Submarines hay tregua. Tras la calma inicial arranca el torbellino eléctrico que nos trae a la memoria los poderosos medios tiempos que componían Led Zeppelin. Pero a pesar de esa urgencia que envuelve las canciones en ningún momento sientes vértigo, sino que simplemente te dejas guiar. Y es lo mejor que puedes hacer, porque mientras avanza El Camino y se suceden canciones como Run Right Back, Hell Of A Season o Nova Baby, Dan Auerbach y Patrick Carney demuestran porqué éste es su álbum más sólido. Un álbum sin fisuras y en el que han sabido corregir los errores de anteriores entregas.

Resulta evidente que The Black Keys no son uno de esos grupos destinados a cambiar el rumbo de la música. Pero ya que la electrónica domina buena parte del mercado discográfico -ya sea en forma de dance de radiofórmula, electropop, chillwave o cualquiera otra etiqueta que se nos ocurra-, reconforta saber que todavía tenemos grupos de guitarras a los que aferrarnos mientras los sintetizadores tratan de conquistar el mundo.

@jvgalan

Achtung | Revista independiente cultural e irreverente | literatura, música, cine, series, cultura, viajes, tendencias, arte, opinión, pintura, escultura, gastronomía, arquitectura, street art, discos, libros, películas

>  Si te gusta el disco «El Camino» de The Black Keys, cómpralo a través de Achtung!

y estarás ayudando a que Achtung! siga siendo una realidad