Russian Red regresa a Madrid para continuar con su propuesta única que escapa a las convenciones de la gira tradicional. La artista madrileña Lourdes Hernández presenta No voy a cantar Cigarettes, un ciclo de conciertos exclusivos en el icónico Café Berlín. Esta residencia, que empezó en marzo y seguirá hasta junio, invita a la reflexión sobre la esencia misma del acto de interpretar música en vivo.

 

No voy a cantar Cigarettes propone una experiencia profundamente íntima, caracterizada por la interacción directa entre el artista y el público. En este contexto, Lourdes Hernández podrá reconfigurar su repertorio, integrando sus canciones con versiones inéditas de autores tanto clásicos como contemporáneos. La residencia se perfila como un laboratorio emocional, donde la artista no solo revisita su propio universo sonoro, sino que lo expande a través de la improvisación y la experimentación melódica.

Acompañada por un cuarteto de jazz indie pop, Russian Red ofrecerá una serie de actuaciones en las que la espontaneidad será la protagonista. El formato de estas noches permitirá a la artista explorar diferentes registros, jugando con los contrastes entre la fragilidad vocal y la potencia emocional, y ofreciendo una atmósfera en la que cada acorde se convierte en una extensión del pensamiento y la reflexión en tiempo real. No voy a cantar Cigarettes será un espacio donde la música y la palabra se entrelazan para ofrecer una experiencia singular e irrepetible.

Este ciclo de conciertos recupera la proximidad y la autenticidad del directo, en un momento en que las giras masivas y los grandes recintos a menudo diluyen la conexión entre el artista y su audiencia. En las palabras de Lourdes Hernández, “la música, cuando se acompaña de la palabra, adquiere una dimensión completamente diferente”.

 

 

 

 

No voy a cantar Cigarettes ofrecerá cada noche una propuesta única e irrepetible: la improvisación, las versiones sorpresivas de canciones y las interacciones directas con los asistentes crearán un ambiente en constante transformación. Cada concierto será un ejercicio de creatividad compartida, donde lo efímero, lo inesperado y lo no planificado adquieren una dimensión especial. La artista se presentará como una crooner contemporánea, con una sensibilidad propia que recuerda tanto a las grandes figuras del cabaret como a la intimidad del salón privado. Esta combinación de elementos promete ofrecer una atmósfera única, en la que el glamour de la interpretación se combina con la cercanía de un encuentro íntimo.

 

No voy a cantar Cigarettes aspira a ser una reflexión sobre las múltiples formas de amor, deseo y conexión humana. Cada canción será una oportunidad para desentrañar esos temas universales, a través de un espectáculo que no solo se experimenta con los oídos, sino también con el corazón.