Encima de una cama recién hecha, en un hotel de Valladolid, aparecieron dos dorsales. De una marcha, que bate récords y que no aparece demasiado en los medios, ni en los periódicos ni en ningún listado. Porque de las cosas bien hechas se habla poco. Y creedme, en Valladolid hacen bien las cosas.
Este domingo Valladolid ha batido su último récord, porque en su marcha contra el cáncer han superado las 56.000 inscripciones. Que no está nada mal, en el mismo tipo de evento Madrid para el 2020 intenta llegar a las 20000. Para que os hagáis una idea, la San Silvestre Vallecana ronda los 40.000, la behoia los 35.000.
Y Valladolid estaba vestido de verde, en una carrera con perros con la camiseta (o con dorsal), con abuelos en una marcha junto con sus hijos y nietos, con señoras perfectamente maquilladas y con sus perlas, con señores que llevaban debajo la camisa y el jersey, y la camiseta, claro.
El dorsal lo tenían comprado en el hotel, como ejemplo de apoyo desde un establecimiento del lugar a una iniciativa, popular, que se siente como propia. El tiempo acompañó, 56.000 dorsales de 5 euros, dinero para la investigación del cáncer. Iba gente de Simancas, llevaban sus carteles, y se notaba que había muchos otros grupos que habían decidido colaborar con su apoyo.
Una marcha para todos, que mayoritariamente se hizo andando, y que no dejó de ser un ejercicio estupendo en una mañana de domingo.
Durante el resto del día en el centro no se dejaron de ver camisetas verdes.
Esta marcha coincidía este año con unos stands de tierra de sabor (productos de la tierra) que se habían puesto al terminar la SEMINCI el día anterior.
Lo dicho, que de las cosas buenas se habla poco, y que bien que se bata un récord por una buena causa.
Y el año que viene ¿qué?. A por los 60.000, pues igual me compro un par de dorsales…¿porqué no?