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La vuelta a los escenarios de Chucho presentando en directo su nuevo trabajo Los Años Luz (I*M records, 2016), tras 12 largos años de silencio ha convertido el SERÍA en realidad porque ES UN INMENSO PLACER para nosotros volver a disfrutarlos en vivo y en directo comprobando que no han perdido ni un ápice de la fuerza a la que nos tenían acostumbrados y lo que es más importante su capacidad para elevarnos hasta la cuarta o quinta dimensión.

Con puntualidad británica y sin teloneros, apenas pasadas las 21 horas sale a escena el trío albaceteño capitaneados por Fernando Alfaro guitarra y voz, Juan Carlos Rodríguez a la guitarra en esta ocasión y Javier Fernández Milla a la batería con el refuerzo sobre el escenario de bajo y teclados.

El público reunido pintaba tantas canas o más que los integrantes de la banda, fans que han ido creciendo al son de sus himnos y así lo demostraban coreando Mi Anestesia, incluido en su primer larga duración 78 (1997), tema elegido para despertarnos de este largo letargo.

Como los años que han pasado volando, así llega De Aire contenida en Los Diarios de Petróleo (2001) y su humo negro nos lleva hasta Que Condenadamente Negra de Koniec (2004) para después hacernos un trasplante de felicidad a manos de su Cirujano Patafísico contenido en su álbum más luminoso Tejido de Felicidad (1999).

Alfaro nos recuerda, por si no lo sabíamos, que tienen un álbum nuevo y así llega un bloque en el que van desgranando algunos de los temas contenidos en Los Años Luz (2016) demostrándonos que aún pueden hacer Cosas Hermosas sin perder su esencia que mantiene esa bipolaridad que transita entre la luz y la oscuridad con temas como Flores en el Estiércol, Predicar en el Desierto a temas más poperos como Oso bipolar e incluso rumberos con ¡Viva Peret!.

Ya entrados en materia aún queda más de medio concierto por delante y van subiendo la intensidad desgranando temas clásicos grabados en nuestra memoria a fuego, Alicia Rompecuellos, Visión Rayos X, El Detonador EMX-3, Ricardo Ardiendo, Revolución como solo Alfaro sabe interpretar, desde las entrañas. Y por si no estuviésemos lo suficientemente elevados las aderezan con trallazos de Los Años Luz que ganan en intensidad con la atmósfera creada, cual predicción de Nostradamus cantan “de victoria en victoria, hasta la gran hostia final” que reza Banderas Negras y nos rematan con la historia de amor enloquecido que relata Fuego Fatuo.

Y es que Chucho es “mi vicio de siempre, el que más me reconforta… el que me hace que tiemble y que no quiera nada más” de Un Ángel Turbio con el que llegamos hasta la tanda de bises final que completan con Erección del Alma, Perruzo con la que las primeras filas desatan su emoción dando botes y empujones para finalizar como no podía ser de otra forma con Magic un auténtico manifiesto de vida, al que muchos de nosotros recurrimos cual credo con los ojos cerrados y los puños apretados porque

“lo mejor de nuestra vida aún está por ocurrir”

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