Por Marisol Gándara
El cuerpo, hoy una fortaleza,
puede mañana verse invadido por cualquier virus
y anónima colonia terminará con mis defensas,
con mi aliento y con las ganas,
con mi nombre, con mi riqueza.
Somos pobres
carecemos del don de crear vida propia
y consumimos por necesidad transitoria
ahora esa carne, esa hortaliza,
esa verdura o ese esperma,
ni siquiera en la producción de los ojos nos valemos solos
y vamos buscando con vehemencia al otro, tan ajeno,
para que exista la visión
o la consciencia.
Somos pobres porque necesitamos del de abajo para estar arriba
del que nos consume para ser bocado
del que es comido para ser diente.
Que imprescindibles cadenas para liberarnos
y que libertad tan buscada para ponernos cadenas.
música cine libros series discos entrevistas | Achtung! Revista | reportajes cultura viajes tendencias arte opinión