Por Marisol Gándara
No suele ser un número,
recordamos a los amantes,
canallas lubricándonos los sentidos,
más que nada,
como rígida o maleable estructura
según los tiempos,
que eran siempre presentes:
presentes largos
cortos presentes …
pero nunca un plazo igual a sí mismo,
ni siquiera parecido,
pronosticable
o profético
y todas las distribuciones anormales
las particiones de los cuerpos
contradiciendo a Gauss y sus ecuaciones,
trazadas con eufórica mano
reptan por un vértice ascendente
hasta un pico, cimas
donde no somos ni letra ni número
ni demasiado humanos.
Y la crisis de lo que seamos reaparece.
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