Por Marisol Gándara
Cuando entenderás por fin
que con mi libertad de acción ganamos ambos.
Porque si la mano conoce todos sus movimientos
preferirá la acción a la quietud impuesta
o esa inercia en la que se mueve de milagro,
por obra y gracia del miedo a los dioses,
o los hombres silenciosos tras sus escudos.
Cuando entenderán que el reparto equitativo
y voluntario
que el intercambio fluido de fluidos
o líquidos que cambian de nombre según los ámbitos,
sólo puede conducir a que la energía se transforme
y deje de chocar irremediablemente
como una porra, como un látigo
contra los cuerpo y las piedras
contra todos los que sabemos que la única posibilidad
el único movimiento
es seguir avanzando
seguir avanzando
seguir avanzando
sobre el cuerpo con el cuerpo.
música cine libros series discos entrevistas | Achtung! Revista | reportajes cultura viajes tendencias arte opinión