Por Marisol Gándara
o cualquier otro asiento
y analicemos lo que ha ido cambiando
en nuestro mpatrimonio .
Yo no sé todo de tus hechos,
nada sabes tú de todas mis acciones
pero esta empresa que iniciamos un día
parece haber cambiado de centro,
noto como tiemblan las bases.
Desde un principio supimos
que esta historia habría de escribirse a dos manos
pero resulta ahora
que incluso hay más de cuatro.
No consideramos el ser ambidiestros,
y con la misma facilidad
manejar derecha e izquierda,
el bien y el mal,
lo divino y satánico.
Amor y deseo,
que deberían ir juntos,
se separan a veces
sin llegar a tocarse.
Hablemos desde este asiento,
lugar privilegiado
para reflexionar sobre lo que has hecho
y lo que yo he ido callando,
todo lo que por activa y por pasiva
sabíamos que estaba pasando
tan culpable tú
como yo cómplice
de que los presupuestos no acaben cuadrando.
Y ahora que quiero hablar
que salgo a la calle y encuentro apoyo y testigos
que las manifestaciones no son de aprecio
ni idolatría,
y lo que pareció pasión
se vuelve masoquismo,
tú te encierras en tus cálculos
en comunicados que postergan lo inevitable
dices que no quieres hablar
que nada tiene que decirme
y eso,
querido contable
acabará por hundirnos
y muy difícil será
hallar el cálculo que nos salve.
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