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Los míticos Wire, con 40 años sobre los escenarios, siguen mirando hacia delante encabezados por Colin Newman que perfectamente acompañado de Robert Grey, Graham Lewis y Matthew Simm, continúan por la senda de crear nuevos temas y mirar de refilón su legendaria discografía.

Son unos clásicos, y lo saben, pero Colin Newman, con voz cascada (casi inaudible) no parece interesado en recibir loas del público y, como Paco Umbral cuando le espetaba a Mercedes Miláyo vengo a hablar de mi libro”, parecía venir a hacer su música, olvidando que este post punk (y mucho más) que tan bien domina debe más a la interacción con el respetable que a la propia música.

Wire: Robert Grey y Colin Newman. Foto: Juan Antonio Gamez

Aun así, emociona sumergirse en la música intemporal de una banda que ha aguantado, contra viento y marea, 40 años en los escenarios, en periodos intermitentes, conservando aún a 3 de sus 4 miembros originales: Colin Newman (voz y guitarra rítmica), Graham Lewis (bajo y coros) y Robert Gotobed Grey (batería), a los que se unió Matthew Simms con los mágicos sonidos de su preciosa Fender Jazzmaster y un completísimo juego de pedales.

Wire: Matthew Simms. Foto: Juan Antonio Gamez

Comenzaron con dos temas nuevos aún no grabados (hasta seis hubo), Be Like Then y Mindhive, sonido oscuro y energía contenida que vaticinaba la explosión de temas posteriores. Pero no tardaron en acudir a su repertorio clásico, con el imprescindible Three Girl Rhumba, de Pink Flag -1977.

Pero, sin tregua, siguen con Underwater Experience, del EP Strays – 2011, con sonido progresivo, pero más contemporáneo, luciéndose Colin con su guitarra Airline comandada por la curiosa petaca midi, sacándole Matthew timbres inconcebibles a su Jazzmaster, Graham con su bajo Ampeg, cuyo curioso troquelado le confiere un sonido con menos cuerpo, pero más dulce, y Robert Gotobed Grey con matemático tempo: un temazo que empieza a encender al respetable.

Wire: Graham Lewis. Foto: Juan Antonio Gamez

Le sigue un tema de los ’80, Over Theirs, de The Ideal Copy -1987, que hace las delicias del público cuarentón (predominante), que llena la Sala X: la suerte está echada y el ambiente en su punto, salvo por el careto de Colin, impertérrito, que parece tener prisa por acabar. A continuación, otro tema nuevo, intercalado estratégicamente entre clásicos del siglo pasado, Off the Beach, con sonido vintage pero más fresco, en un auténtico giro evolutivo de este grupazo.

Wire: Colin Newman y Matthew Simms. Foto: Juan Antonio Gamez

Continúan con la misma tónica, mezclando temazos antiguos con los de su nuevo etapa, incluyendo aún tres temas nuevos que formarán parte de su nuevo disco: 360º, Shadows y Hung, auténticos trallazos sonoros que los reafirman en su saber hacer temas cortos y contundentes a los que sólo les falta que la voz de Colin se pareciera remotamente a la de otros tiempos y terminando, en una apoteosis calculada, con dos temas clásicos: Two People in a Room, de 154 -1979, y Drill, de The  Ideal Copy -1979, temazo que condensa todo el sonido ecléctico que, en poco más de una hora, estos auténticos supervivientes supieron conferir a este concierto, encuadrado en la excelente programación otoñal de la Sala X.

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