Tres días intensos de actividades, talleres, pasarela, espectáculos y conferencias, celebrando la tercera edición de Expo Cáñamo en Fibes, donde pudimos comprobar como proliferan los negocios en torno al mundo cannábico y cuán variopintos son los stands en los que están representados, encontrándonos nuevos bancos de semillas, growshops cada vez más especializados, tiendas de moda, cannabis terapéutico, revistas del sector, etc.
En la entrada, una cola nada halagüeña llegaba a la mitad de la plaza de acceso al FIBES: 38ºC que caían a plomo en los sufridos aficionados. Mala organización, sin duda, pues la galería semicircular sombreada de la fachada del FIBES podría haber paliado el calor sofocante, pero por no sé qué extraña directriz de seguridad se encontraba vallada sin acceso al público. La segunda sorpresa desagradable la encontramos en taquilla: sin previo aviso suben el precio, que en la web era de 8€, hasta los 12€, regalando una bolsita de caramelos de CBD, que junto al THC constituye el principal psicoactivo terapéutico de la planta, como excusa de la desorbitada subida. Cero explicaciones. Tercera sorpresa desagradable, aunque tuvieras tu entrada comprada por internet y la llevaras impresa, tenías que hacer igualmente la cola. Afortunadamente la organización viendo el revuelo que se estaba formando el segundo día, decidió en este caso que las validaría directamente en el acceso principal.
Y entrando en el pabellón principal, comprobamos cómo ha crecido la expo en su tercer año y cómo los empresarios de muy diferentes sectores se suman al floreciente comercio de todo lo relacionado con el cáñamo, que cómo efecto colateral nos trae toda la maquinaria del marketing agresivo: jovencitos y jovencitas de indudable atractivo recibiendo en patines a los visitantes con propaganda de los stands, así como innumerables y trajeados abogados, o representantes de éstos, ofreciendo servicios legales a los sufridos usuarios de cannabis.
Pero entre tanta vorágine mercantil encontramos a auténticos clásicos del negocio: Mariadelajuana como growshop de cabecera, devenido en distribuidor de otros growshops pequeños y con banco de semillas propio, la revista de referencia del sector, Cáñamo, el periódico gratuito Soft Secrets o las tiendas de fertilizantes especializados, como los alicantinos de Maria Green o la multinacional Advanced Nutrients. Y, como no, stands ofreciendo vaporizadores: la auténtica sensación de la Expo.
Los vaporizadores son al cannabis lo que al tabaco los vapeadores: siguiendo la estela de éstos y en busca de la menor toxicidad posible en su consumo, los vaporizadores constituyen la mejor forma de conseguirlo, pues se evita fumar subproductos procedentes de la combustión. El problema es que, así como del tabaco se puede adquirir la nicotina liquida, en el caso del cannabis sativa, dado su estatus legal que no permite manufacturar el producto, hay que vaporizar los cogollos de la planta, parte sicoactiva, y el proceso requiere máquinas más sofisticadas que encarecen el producto. Esperemos que poco a poco se vaya normalizando su uso con el consiguiente abaratamiento.
Desfiles de moda, demostraciones del uso de herramientas antiguas para el manipulado del cáñamo industrial (no sicoactivo), conferencias sobre los usos terapéuticos del cannabis, interesantísima la que nos ofreció José Carlos Bouso, originales juegos de ruleta que por un módico precio ofrecían diferentes premios (semillas, sobre todo), talleres de esquejado y técnicas de cultivo y hasta una zona de castillos hinchables que hacían las delicias de los más pequeños, dieron paso a los conciertos programados para el sábado: Ideo & Dodosound, General Levy y Fak Scratch, que en la zona habilitada para espectáculos demostraron que llevan el reggae y el dub en sus sistemas endocannábicos.
Entre los espectáculos también destacamos la danza vertical con telas y el show montado por La Cía Milagros Un príncipe para Leonor, divertidísimo dúo que hizo las delicias del público riendo a carcajadas, mientras los pretendientes sufrían los envites de la novia, todo un partidito intentando convencerlos para iniciar la relación.
El colofón musical estuvo a cargo de Positronics Vibes con Zatu, Gordo Master y Little Pepe, hiphop y cannabis unidos al personalizar, bajo el patrocinio de la marca, sus propias semillas: sativa Chizpa, índica Kush y sativa One Love Haze respectivamente. Un público entregado coreando cada letra, trío disfrutando sobre el escenario y Zatu reprochando al principio que no se veía mucho humo. (sic)
En definitiva, podemos afirmar que la Expo Cáñamo progresa adecuadamente, aun faltándole una buena oferta de restauración, el chiringuito principal dejaba bastante que desear, y sobrándole el marketing agresivo y la inclusión de empresas que nunca han hecho gala de su activismo pro cannabis, que aprovechan las circunstancias actuales de apertura y concienciación ciudadana para hacer negocio, pero dejando espacio, al menos de momento, a los que sí han luchado por la regulación responsable y normalización de esta planta imprescindible y milenaria.