Por Marcos Nebreda
Tres discos de vida después de un comienzo musical no por pocos criticado, The Cabriolets han logrado demostrar que su presencia no era una moda pasajera y que el proyecto ha logrado sacudirse, no sin cierta dificultad, las etiquetas iniciales e incluso consolidarse. Con El Feo, la nueva formación evolucionada acaricia ya cierta madurez, lejos del “calentón” que supuso Close. Un nuevo trabajo de factura ochentera y mezcla de estilos, nacido y gestado para el directo y teñido de espontaneidad. La misma con la que sus cuatro componentes afrontan la música ligados también a otras facetas artísticas y culturales. Un vivero de estilos y un toque underground para una formación liderada por Bimba Bosé y Diego Postigo, autosuficiente, que huye de los encasillamientos y que, cada vez más, combate las críticas con productos de calidad para cerrar muchas bocas.
Revista Achtung: El Feo, nombre español para un disco en inglés. ¿ Por qué este título y en qué se diferencia de Close?
The Cabriolets: El título es obvio, se grabó en el molino de El Feo. Fue una experiencia muy importante para nosotros porque nos aislamos durante 10 días de todo y nos metimos en un lugar para concentrarnos y tocar en directo, sin cobertura y preparado para grabar en directo el disco. A diferencia del anterior hay una evolución porque ha pasado más tiempo desde la nueva formación y veníamos hacer una buena ristra de conciertos. Close se gestó cuando nos acabábamos de conocer y estábamos en ese punto como de calentón, cuando conoces a alguien y arrancas un proyecto igual que cuando arrancas una relación, estás en un punto de efervescencia. Con El Feo hay una consolidación del sonido, un momento de relajo y madurez, más seguros y más relajados. Con el anterior había la premisa de hacer un disco de rock y aquí la de hacer lo que saliese.
¿Qué influencias musicales o literarias han influido más en la producción de El Feo?
Yo creo que el conjunto de las de los cuatro. Cada uno trae la suya y eso se respeta. Somos muy diferentes entre nosotros pero nos llevamos bien en el proceso creativo y hay un respeto. Desde el rock más pesado, el jazz o el pop. Hay varias influencias muy amplias, no sólo musicales también cinematográficas y literarias.
Os habéis abierto a sonidos muy diferentes, glam, electroclash, blues o soul. El resultado ha sido un trabajo muy ochentero. ¿Era esa la intención desde el principio?
Es cierto que ha quedado un sonido ochentero pero la premisa era no grabar coros o segundas guitarras, no hacer capas y ahí Manu sí ha tenido que abrirse mucho a efectos. Manu ha bebido mucho de los Cure con esa reminiscencia melancólica pero no ha sido intencionado.
¿Cómo ha sido la integración de Pablo Serrano y Manuel Cabezali en The Cabriolets?
La premisa desde el principio desde 2010 era que entrasen de forma democrática, que aportasen ideas y trajesen su personalidad 100%. No queríamos prevalecer Bimba y yo que éramos el núcleo compositivo. Ahí ha habido un equilibrio muy guay desde el principio que se respeta, lo que hace que fluya y sigamos haciendo cosas.
¿Cómo está vuestra agenda musical en los próximos meses?
La cosa no está muy boyante y el panorama no es muy alentador pero es lo que hay. Poco a poco van saliendo cositas. Estamos en Barcelona el 18 de mayo en Madrid el 16, en Ponferroda, Donosti, el Sonorama. Estamos deseando tocar.
El videoclip del single Allegory es espontáneo y doméstico. ¿Por qué apostastéis por esa estética y cómo fue el proceso de grabación?
Fue un amigo realizador al que siempre recurrimos. No fue premeditado, nos gustaba Allegory como single por su energía que representa el disco. Fue sueperimprovisado y no supimos lo que íbamos a hacer hasta esa misma mañana. De todos modos, hay un sentido detrás de hacerlo de forma inconsciente. Mostrarnos como somos.
¿Es El Feo un disco para tocar en directo?
Sí porque lo que escuchas en el disco es lo que ves en directo, tal cual, no es más ni menos. Eso es una gozada porque cuando haces un disco muy producido es un quebradero de cabeza llevarlo al directo y que suene bien. Además nuestro nivel ahora mismo de producción y como banda requiere eso. Lo que hay es lo que somos. Somos autosuficientes. Nuestro reto es hacer música con tres instrumentos y una voz, de ahí la idea de grabarlo en directo.
¿Por qué habéis elegido a Carles Campi como productor?
Es una persona cercana, amigo que nos gusta lo que está haciendo y produciendo. Está bien tener una visión externa para que nos diga lo que está bien y no. Era uno más de la banda, estaba en la sala de grabación y había una conexión muy especial con él. Él era el que decidía si una toma estaba bien o mal. Todo lo que aportó y lo que dijo fue a misa en el buen sentido y con un criterio muy guay.
¿Cómo ha sido hasta ahora el trabajo con una multinacional como Warner?
No te puedo decir nada malo, quizás que tiene una forma de promocionar de otra época pero hemos encontrado un equipo humano increíble y gente con la que siempre hemos hablado de música que es muy importante. A pesar de que las cifras no cuadren ellos siguen apostando. También hicimos un cambio muy radical del primero al segundo disco pero no nos han hecho nunca ninguna sugerencia de estilo o de idioma, eso es un lujo. En ese sentido son más indies que muchas discográficas, tienen una actitud de libertad total, de creer en el proyecto y nada más.
Entre el indie y el mainstream, ¿en qué lugar está The Cabriolets?
Yo creo que no encajamos ni en uno ni en otro. No somos ni demasiado indies para el mainstream ni demasiado mainstream para el indie desde el punto de vista mediático. Espero que tengamos nuestro propio lugar con el tiempo y se consolide. Yo no me siento identificado con ninguna de esas dos etiquetas, es absurdo, la música debe estar más allá de todo eso, o llega o no llega.
Desde el comienzo muchos dardos se dirigieron a vosotros por la presencia de personajes públicos en la formación como Bimba que os aportaron un cierto aire de “snobismo” o frivolidad. ¿Habéis conseguido vencer ese estigma?
Yo creo que sigue estando ahí. Sigue habiendo un perjuicio con nosotros que tampoco nos hemos encargado de desmentir, es algo extramusical y no nos corresponde a nosotros. Es una cuestión mucho de este país, en otro lado hay gente que se dedica a la música y a otras cosas y no pasa nada pero aquí parece que eso duele y está penado por la crítica social. Poco a poco el trabajo te avala a medida que vas haciendo discos pero contra eso no podemos hacer mucho más que seguir currando.
¿Cómo veis la escena música actual en España? ¿ Os gustaría colaborar con alguno de los artistas de la misma?
Es complicada, el tema de los conciertos es complicado porque no vivimos un momento ideal a nivel económico pero la escena musical está sanísima, con miles de bandas interesantísimas, cada vez más exportables y menos de aquí y más del mundo. Esa barrera ya se ha superado, hay muchas propuestas increíbles y nos encantaría contactar con gente. Bimba ya lo ha hecho pero surgirán colaboraciones seguro.
Si The Cabriolets no se dedicasen a la música, ¿qué faceta os gustaría explotar?
Algo relacionado con lo creativo. En mi caso me encanta la imagen, he sido realizador y me encantaría hacer cine en un futuro.
¿Cuál es vuestro mejor plan de futuro musical?
Pues hacer un siguiente disco en el que ya estamos trabajando y seguir investigando en lo que nos puede dar esta unión de cuatro personas currando en la misma dirección. No hay más premisa que esa, continuar como estamos y que aguante, que siga por mucho tiempo.
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