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Por Carmen Socías

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Sigur durante su actuación en Dcode Fest| Fotos Dcode Fest

El Dcode Fest inauguró el pasado viernes su segunda edición con expectación y aires, más fríos, renovados. Pasar de junio a septiembre puede ser un riesgo y una ventaja, en este caso se agradece tener una cita destacada  en la capital con Sigur Rós, The Killers, Kings of Convenience o Justice como maestros de ceremonia. Cuando ya parecía que quedaba un abismo para el próximo festival, aparece este año el Dcode con un derroche de exclusividad en el cartel y se lleva a uno de los pesos pesados del verano como son Sigur Rós, que ya ha confirmado su cita en la Ciudad Condal para el próximo mes de febrero.  El Dcode este año apostaba fuerte y visto el número de asistentes (15.000 el primer día y 20.000 el segundo) se puede dar por satisfecho.

A pesar de algunos problemas con el momento “pulsera”, que hizo que muchos esperaran más de una hora para poder conseguir el preciado salvoconducto festivalero, las cerca de 15.000 personas (datos de la organización) que asistieron a la jornada inaugural entraron con prisas y salieron satisfechas.

Los encargados de abrir el viernes lo tuvieron difícil con un sol de justicia que hizo complicado que los que fueron previsores y apasionados  madrugadores se acercaran al escenario.  Le Traste, Dinero, Napoleón Solo, Niños Mutantes y Dorian fueron los encargados de calentar motores en una  jornada donde el primer momento sosegado y ensoñador lo pusieron, en el escenario grande, Kings of Convenience.  Los noruegos dieron uno de los mejores conciertos del Dcode 2012, a pesar del poco moderneo que se respiraba en Cantarranas, consecuencia de la arrolladora apuesta por The Killers y una segunda jornada donde los cabezas de cartel podrían considerarse de público masivo y con tintes adolescentes,  aunque más allá de los veinticinco. Kings of Convenience, que ya pasaron por el Primavera Sound este mismo año, hicieron un repaso por lo mejor de su discografía, brilló más que nunca el  “Me and I”, en un concierto sin sorpresas pero siempre agradecido y amable, calidad marca de la casa.  El folk y la calma se instalaron en el cuerpo de los dcoders, que antes de embriagarse de atmósfera con Sigur Rós, se acercarían a ver a unos The Shoes potentes y dispuestos a que llegara ese “Time tu dance”, hit que les define y que les ha aupado a la visibilidad. A lo Safri Duo, sin necesidad afortunadamente de serlo, la propuesta de percusión y ritmos electrónicos se hicieron con un público que tenía el rabillo del  ojo en el escenario grande a la espera de que comenzara el concierto de dEUS, pura potencia de sonido un tanto desconcertante como previa a los islandeses estrella de la noche. Eso sí, los belgas dEUS se encargaron de subir el tono en un concierto donde lo dieron todo y el público les devolvió esa energía, la noche estaba en su punto perfecto. Tom Barmam capitaneó una sesión guitarrera, a veces algo saturada, que hizo las delicias de rockeros, pero no tanto la de aquellos que acudieron al fervor del estruendo que se mezclaba con la sesión de The Shoes. Todavía quedaban más sorpresas en esa primera jornada de Dcode, y fue el momento en el que hizo su aparición la neozelandesa de moda.

Kimbra sorprende pero no convence

Kimbra, esa chica que ha dado la vuelta al mundo gracias a su colaboración con Gotye con el radioadísmo tema Somebody that I used to Know, llegaba por primera vez a España para presentar su trabajo Vows. Después de la salida triunfal a lo Björk  o  #cuidadoconmigoquestoymuloca la neozelandesa se desinfló y, salvando algunos momentos álgidos con el single Settle Down o Cameo Lover, la actuación fue más bien correcta, con algunos problemas de sonido, y se quedó en la sorpresa inicial. El aire festivo y alocado de Kimbra divirtió, sin embargo, a gran parte del público que esa noche a quien había ido a ver era a Sigúr Rós, y bailó para amenizar la espera.  Kimbra hizo todo lo que estuvo en su mano para acercarse al público con todas las frases en español que pudo, pero no acabó de convencer, a pesar de plantear un show divertido, colorido y con una banda respetable.

Sigur Rós despliega su magia y ofrece uno de los mejores conciertos del festival

El concierto en mayúsculas lo dieron unos Sigur Rós que hicieron las delicias de fans en un concierto donde desplegaron su magia con hits como “Hoppipolla” (con el que comenzaron), “Saglópur” o la totalmente hipnótica “Popplagio”,  momento de éxtasis absoluto. Los agudos de Jonsi consiguieron hacer llorar a buena parte del público. Sigur Rós es atmósfera musical, con todo lo que eso conlleva, un sonido de fabricación compleja pero de una enorme potencia emocional, y muchas emociones fueron a encontrarse con Jonsi y los suyos. Con uno de los mejores sonidos del festival el concierto de Sigur Rós se vivió como uno de esos momentos recordables por mucho tiempo, aunque efectivamente un festival no sea el lugar adecuado para ver a los islandeses.  Venían a presentar su Valtari, del que sonó apenas un tema, y lo hicieron grande, aunque sabían que tras cuatro años tenían a muchos seguidores esperando sus grandes éxitos y se los dieron. Un concierto que no se recordará como el concierto del año pero puede que haya sido uno de los mejores.

Muy difícil se lo dejaron a los gallegos Triángulo de amor Bizarro que se enfrentaron a un público hipnotizado pero que consiguieron meterse en el bolsillo. Una vez más la energía y la potencia bien entendida se dejó ver en una actuación que demostró que  su “Año Santo” sigue vivo, y donde pudimos escuchar algunos de los temas del nuevo disco que verá a la luz el año que viene. Los gallegos se llevarían, si lo hubiese, el premio a mejor banda nacional de la jornada.

Pero la noche no quería terminar y eso pretendieron los franceses Justice  que con  la cruz a cuestas dieron una actuación que no se salió de los cánones de lo previsible.  En un show muy parecido al que dieron en el Primavera Sound, aunque con menos público, Justice pareció quedarse a mitad de camino entre la electrónica masiva y su cercanía, cada vez más lejana, a Daft Punk.  Incluyeron alguna rareza inicial como la Tocata y Fuga de Bach, versión heavy, pero no consiguieron encandilar a los sigurianos que tenían delante.

El sábado llegaron los inconfundibles reyes y cabezas cartel de este Dcode 2012, los norteamericanos The Killers, que vinieron a matar y lo lograron. Segunda jornada de festival donde convivieron los grupos rockeros en el escenario pequeño con los sonidos pop adolescente del escenario Dcode. 20.000 personas acudieron a la cita con Brandon Flowers en una jornada donde había mucho más.

Los Nastys, Syberia y Fira Fem abrieron un sábado que sería irregular. Todavía a pleno sol aparecieron en el escenario los finalistas a los Mercury Prize de este año, los escoceses Django Django dieron rienda suelta a su pop psicodélico dando un repaso por el aplaudido álbum de debut  homónimo. David Maclean, Vincent Neff, Jimmy Dixon y Tommy Grace uniformados y serios aparecieron en el escenario pasadas las siete y media de la tarde, sin duda una hora inadecuada, y se enfrentaron a un público curioso y que encontró la chispa new modern que andaba buscando en un concierto que no llegó a la hora de duración.

Destacable fue la tremenda fuerza que los locales The Right Ons repartieron desde el escenario. Los madrileños cuentan que han bajado del piso del soul funk al garaje del rock en su último disco “Get Out”, y no podemos estar más de acuerdo con ese revitalizante giro. Emocionados y agradecidos recargaron las pilas de un público que se repartió entre el rock y los andaluces Supersubmarina.

Capital Cities o lo mejor del festival

Antes de los esperados The Kooks, y con el permiso de The Killers, aparecieron en el escenario Heineken unos Capital Cities  que fueron sin ninguna duda la gran sorpresa del festival. El dúo de Los Ángeles pusieron a bailar a los curiosos que se dejaron llevar por la versión inicial de “Nothing compares 2 U”, y que no miraron el reloj en lo que restó de show.  Inmersos en su gira americana los californianos pasaron por el Dcode para meterse en el bolsillo al público español con una propuesta más que atractiva, canciones cantadas a dúo con coreografías incluidas. Divertidos y con un funk bailable Capital Cities, o lo que es lo mismo Ryan Merchant y Sebu Simonian,  hasta se atrevieron con una versión del “Holiday” de Madonna. Consignas en español, carisma innato  y un sonido sólido consiguieron que el escenario Heineken se llenara y corearan hits como “Safe and Sound” o  “I sold my bed, but not me Stereo”  como si fueran el himno del festival. Demostraron además lo bien que le hace una trompeta a la propuesta electrónica.  Con una medida perfecta del tempo y un  pop electrónico con toques revival  los de L.A. cautivaron y sorprendieron muy gratamente, el mejor concierto de la noche (con el permiso de los aclamadísimos The Killers).

Lo que sucedió después no se salió del guión. The Kooks tiraron de éxitos ante un público ya entregado, y dejaron un tanto de lado su último trabajo. Comenzaron con Seaside, éxito de su disco de debut Inside/Inside Out (2006), y a partir de ahí dieron un concierto correcto, con una potencia de vatios un tanto incomprensible,  y con sorpresa incluida. No faltaron sus hits por excelencia Naïve , She moves in her own way ni Oh La. Como anécdota quedó la invitación al escenario de Marc Foster, líder de los Foster the People, para cantar Pumped up Kicks.

The Killers arrasan a lo U2

Quedaba el plato fuerte del festival, los encargados de poner la guinda al fin de semana, y lo hicieron arrasando. Con aires de U2 aparecieron The Killers en el escenario provocando los gritos de las cerca de 20.000 almas que les esperaban con ansia. Runaways , el single del disco recién estrenado del mismo nombre, fue la encargada de abrir un show donde el sonido fue bastante mejorable.  Brandon Flowers demostró que vocalmente está en muy buena forma y estuvo muy pendiente de la masa en todo momento. La segunda canción fue Somebody Told Me, aunque dio la sensación de que les costó meter en el setlist las preferidas de los seguidores de los lejanos Hot Fuss (2004) y Sam´s Town (2006). Claramente el público pedía a gritos un Human que llegó antes del ecuador del show.  Antes sonaría una versión de Shadowplay de Joy Division. Los de Las Vegas presentaron, en su  único concierto en España, un espectáculo dirigido a la masa con toques de un pasado ya poco reconocible para quienes descubrieron a la banda en sus inicios. Sin embargo fue el concierto con más público del festival y Brandon Flowers y los suyos consiguieron brillar por encima de todo. Firmaron un show de gran estadio, digno cierre para un Dcode que esperamos siga creciendo y regalándonos citas como la del pasado fin de semana.

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Dcode Fest durante la actuación de The Killers | Fotos Dcode Fest

@carmensocias

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