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La noche que nos regaló Rufus T Firefly en el Ochoymedio de Madrid va a tardar mucho tiempo en desvanecerse de nuestros sueños. No fuimos unos meros asistentes, fuimos invitados a subir a su Halcón Milenario para un viaje especial a través de los sentidos.

Rufus T Firefly tomaron prestado su nombre del personaje que interpretaba Groucho Marx en la inmortal Sopa de Gansos. Lo que iba a ser un préstamo temporal cuando se inscribieron en el concurso Global Battle of the Bands allá por el 2006 se convirtió en algo permanente al resultar finalistas. Por aquel entonces no podían ni imaginarse cuán lejos llegarían honrando tan ilustre nombre.

La publicación de su quinto trabajo de estudio, Magnolia (Lago Naranja, 2017), les ha consagrado al fin como banda, ganándose a partes iguales la aceptación de la crítica como ya venía siendo habitual con sus trabajos anteriores solo que esta vez también han conquistado al público y así se confirmaba el pasado sábado 22 de abril en la madrileña sala Ochoymedio que estaba hasta arriba. Literal… tuve que acceder a la pista desde la planta de arriba.

Para esta nueva etapa, la banda de Aranjuez se ha convertido en quinteto, tras las bajas de Sara Oliveira – bajo y Alberto Rey – teclados y con la incorporación de Rodrigo Cominero (teclados) y Miguel de Lucas ex Sunday Drivers (bajo) que se suman a los miembros originales, Víctor Cabezuelo (voz, guitarra y teclados), Carlos Campos (guitarra) y Julia Martín-Maestro (batería).

Tras la actuación de los teloneros Basanta, la salida al escenario de los Rufus se hace esperar y hacia las diez pasadas hacen su entrada en escena ante un público enfebrecido y con una distribución en el escenario muy distinta a la que estamos acostumbrados a ver en directos. Víctor está al centro con su teclado a su mano derecha y Rodrigo continuando a esa misma mano pero a su izquierda en primera fila está Julia sentada a la batería. En segunda fila a su derecha está Miguel y a la izquierda Carlos. Como el mismo Víctor nos cuenta durante el concierto, esta fecha es muy especial para ellos y necesitaba tener a Julia muy cerca.

La tensión inicial se rompe con Tsukamori y entonces empezamos a relajarnos y dejarnos llevar para poder disfrutar del viaje, ellos conducen. Y no conducen cualquier vehículo, ellos vuelan alto a bordo del Halcón Milenario. Así son sus composiciones y así es la música que emana del escenario. ¿Por qué caminar si podemos flotar hasta llegar al lado oscuro de la luna?

Nos desplazamos unos años en el tiempo para recuperar Incendiosuicida del álbum Ø del 2012. Una canción más social, sobre los abusos de poder que sufre nuestra sociedad actual, los años van pasando pero cuándo despertaremos del incendio. Avanzamos dos años hacia delante y llega el turno de Midori que significa verde en japonés, una canción contenida en Nueve, se trata de una canción más intimista compuesta para animar a un amigo que estaba pasando por un mal momento vital.

Regresamos a temas de Magnolia, un trabajo lleno de nuevas texturas, tantas como la colorida portada del álbum que consumido en vivo y en directo resulta aún más embriagador. Espectro y Cisne Negro avanzan conquistando nuestra vista y oído al poder disfrutarlos allí tan cerca pero Rufus no se conforma con ello. Ellos ofrecen una experiencia integral conquistando nuestro cerebro con su psicodelia onírica alcanzando al gusto, el olfato y el tacto con todo lo que nos hacen sentir.

Víctor nos cuenta lo que define Magnolia, es un alegato en defensa del amor, el arte y la naturaleza. En lugar de quejarnos tanto de las cosas malas, nos  invita a empezar a focalizarnos y proteger las buenas. Última Noche En La Tierra y Pulp Fiction son claros ejemplos de lo que hablan. Con Pompeya y El Problemático Winston Smith dedicada a todos los compañeros de la banda, recuperamos algunos de los pasos que ya empezaron a dar con Nueve en 2014 hacia este largo camino sin retorno hacia la búsqueda y la creación de la belleza.

La noche sigue avanzando y subiendo de intensidad, es el momento de homenajear a los que siempre han estado allí y lo han hecho todo, los Beatles que han estado muy presentes en el proceso de creación del álbum y no mucha gente se ha dado cuenta, Lucy In The Sky With Diamonds es el tema elegido. Cierran la primera parte del concierto con Nebulosa Jade, su particular agradecimiento a muchos de los creadores que les han inspirado para dedicarse a la música.

“Eres la guitarra que llora de Harrison,

la psicodelia de Pink Floyd,

eres la pegada de John Bonham,

eres la voz de Tom Yorke

Con la magia aún flotando en el aire Víctor y Julia regresan al escenario acompañados de una invitada muy especial a la que ceden el micrófono para interpretar Canción Infinita, ella es Alice Wonder. Regresa toda la banda para cerrar la noche con dos de los temas más esperados y que estábamos echando en falta, Magnolia y Río Wolf que florecen como ramo de despedida para todos los que tuvimos la suerte de asistir al viaje galáctico que nos habían preparado.

https://youtu.be/4s08bFdaqxE

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