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Por Antonio Jesús Reyes | Fotos Raúl Sotillo

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El Gran Wyoming durante el concierto en el Casino De La Exposición

En el mismo sitio donde David Lean rodó parte de las localizaciones de Lawrence de Arabia, allí mismo, José Miguel Monzón más conocido como El Gran Wyoming, uno de los protagonistas indiscutibles en muchísimas del hoy en día del país, nos ofrecía en concierto con su grupo Los Insolventes algún tipo de actuación de la que muchos no tenían detalles exactos. Más de uno se echó atrás cuando supieron que no era una actuación de esos de monólogos. Otros pensaron que sería una actuación combinando humor y música, pero más música que humor. Nada de eso, Mr. Wyoming lleva en el mundo de la música (y en otros mundos) desde mediados de los años setenta y no le hace falta ni abalorios ni experiencia para presentar un buen puñado de canciones en directo sin su faceta cómica… o tragicómica, como la que exhibe en El Intermedio; así son los tiempos que nos ha tocado vivir.

En la puerta del Casino De La Exposición se congregó un buen número de gente deseosa de ver qué iba a pasar con la actuación. Muchas caras conocidas y también famosas no sabían que casi se atrasa el espectáculo durante una hora por motivos técnicos. Falsa alarma. Una vez dentro, de no haber hecho frío, se podría haber disfrutado al cien por cien de la terraza del edificio, construido para la Exposición Universal de 1929. En el interior del edificio, espejos y grandes lámparas colgando del techo nos ofrecían un marco barroco traído desde el siglo XX por Vicente Traver y Tomás.

Y era el momento del rock and roll. El Gran Wyoming salió de detrás de los espejos cuadrados del escenario con una banda bastante capilar y encorbatada, que en poco tiempo nos demostraron que su insolvencia no era musical. Dos jovenzuelos a los mástiles (José Alberto Solís al Rickenbacker, Miguel Ariza a la guitarra solista y voces), otro a la batería (Luis de Diego) y un teclista (Manolo Tarancón), que nos hizo recordar al Maestro Reverendo, amigo y teclista de Wyoming desde tiempo inmemorial, fallecido no hace mucho. Polifacético y caradura, Wyoming y su banda comenzaron con “Walk On The Wild Side” de Lou Reed. A éste le siguieron clásicos que iban desde los años cincuenta hasta la década pasada, como mucho. No sólo canciones populares de artistas y genios como The Who, The Beatles o Chuck Berry sonaron, también hubo tiempo para temas no tan clásicos para todos; hasta dos de Frank Zappa (“San Ber’dino” y “Dirty Love”), al que Wyoming llevaba en la correa dela Gibson LesPaul que tocó durante las dos horas largas que duró la actuación. Tal homenaje a tal talento es significativo.

Y entre canción y canción, chascarrillos y e historias de la historia del rock, sin alargarse demasiado. Estábamos ante un concierto de rock, sin dudas, ni medias tintas. Cuando parecía que la tendencia era quedarse en música de los cincuenta y sesenta anglosajona, llegó la versión de “Are You Gonna Be My Girl” de Jet y un montón españolas, como “Soy Así” de Los Salvajes y “Bailaré Sobre Tu Tumba” de Siniestro Total, que causó un revuelo tan grande como el de “Maneras De Vivir” de Leño, “Agradecido” de Rosendo o “Enamorado De La Moda Juvenil” de Radio Futura. Como anécdota, Wyoming repitió el solo de «Make Me Smile (Come Up & See)» de Steve Harley & Cockney Rebel, porque era muy difícil y le salía muy bien, pareció explicar.

Así que el recital, visto en perspectiva (además de una gran idea para la noche de aquel quince de marzo) fue una especie de compendio de la música popular que ha marcado nuestras vidas y las de otros, desde sus inicios hasta estos últimos años, que tienen en común las ganas de bailar, gritar y aplaudir. El repertorio de lujo, y la banda a la altura y bien en consonancia; cuatro años de insolvencia juntos se notan.

Acabó la velada con “Video Killed The Radio Star” de The Buggles, curioso tema para un presentador de TV, dejando bien contento al personal. Los Insolventes y Wyoming dejan el escenario. La maldita palabra que empieza por “C” y cierra empresas y vidas no impidió que se llenara el lugar. Del Wyoming defensor de la justicia (o político, o demagogo, si no te conviene lo que dice), poco se vio, pero para ello ya tenemos El Intermedio.

Hablando de justicia, ¿a cuento de qué me cobran 1,50€ por “gastos de distribución” si he comprado e impreso la entrada en casa? Pues muy claro nos lo comentan desde Spyro Music, la productora y promotora de eventos como musicales y otros etcéteras, responable de este evento. Son gastos de venta online, y son los más económicos que hay; normalmente no bajan de 2€. Spyro Music sigue y seguirá siendo ineludible a la hora de organizar eventos de primera, y al mejor precio posible en el sur de la península. Estamos de suerte… y ellos también, somos un público muy bueno.

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