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Los próximos 19 y 20 de mayo se representará en el Teatro Central de Sevilla, Pharsalia, de la mano de Cía. Antonio Ruz: Qué se puede decir de Antonio Ruz sin dejarse nada de lado, sin exacerbarse en el proceso de transmisión… Siendo este profesional andaluz, una de las figuras con más peso en el mundo de la danza de este país. Basta aproximarse a su recorrido que se nos traza en la web del Teatro Central, para hacernos una idea de que sus inclinaciones por transcender no han cesado. Esto es:

 

En el año 2009 Antonio Ruz funda en España su propia compañía, con un estilo característico abierto a las influencias internacionales. Las preocupaciones de sus obras son eclécticas: filosóficas, humanísticas, psicológicas o simplemente musicales. Todas se caracterizan por una poética que inunda sus movimientos. El uso de la música en vivo se ha convertido en una de sus señas de identidad como creador. Esta apuesta por la importancia musical se aprecia en trabajos como À L’Espagnole (2015) creada con el conjunto barroco Accademia del Piacere dirigido por el violagambista Fahmi Alqhai, Double Bach (2016) concebida junto al compositor Pablo M. Caminero, o el concierto coreografiado Signos (2020) interpretado junto a la violista Isabel Villanueva. El diálogo multidisciplinar es otra de las constantes del creador. En sus conversaciones bailadas destaca su relación con la arquitectura; en la obra Recreo.02 (2015) primera creación site-specific diseñada para la inauguración del nuevo Colegio Alemán de Madrid. Fruto de su particular relación con el espacio surge la obra Transmutación (2018), una instalación coreográfica concebida en el Museo Universidad de Navarra.

 

Si es que Antonio Ruz es de esos creadores que nos ayudan a ir desembarazándonos de la predisposición de situar a la danza que se hace en España, por debajo de quien sea. Tampoco es cuestión de estar presumiendo de nada ante nadie (recuérdese que en España queda mucho por hacer en todo los ámbitos, para con esta profesión), pero sí se ha de ajustar nuestras miradas, y entender que en este país conviven tantos registros, tantas realidades…, que a veces actuamos como si todo ya estuviese definido.  Y una de las maneras de ir cayendo en la cuenta de que nuestras posturas son susceptibles de considerarlas como “provisionales” (con todo lo que ello implica), es seguir yendo al teatro a ver piezas de creadores consagrados y de los emergentes; seguir aproximándose a las entrevistas que se les hacen a los profesionales; estar al día de cómo nos vamos acercando en España a unas mejoras en las condiciones laborales de los artistas, en relación a los países de nuestro en torno a lo largo de la presente legislatura, sin dejar de ser conscientes de que queda mucho por hacer; etc… Sin más que añadir, les dejo con la sinopsis de Pharsalia:

Una propuesta escénica y de vestuario contundente y una creación musical original que viaja entre lo épico y lo electrónico, en la que los once intérpretes, transitan coreografías cargadas de violencia, sutileza y teatralidad lanzándose, con toda su fisicidad a una fiesta del combate. Cuerpos en guerra que evocan paisajes de una belleza extraña y a la vez cautivante.

En Pharsalia a través del poema de Lucano, el dolor se nos vuelve próximo y la palabra, un grito a favor de la paz de todos los pueblos que resuena de manera cercana, en gran medida, tras observar el lado más belicoso del hombre en las dos guerras mundiales del pasado siglo XX o, sin ir más lejos, en nuestra propia Guerra Civil. La Pharsalia es un poema de la derrota y la exaltación de sus víctimas que transmite un apasionado rechazo del despotismo. Junto al escritor he optado decididamente por el bando de los vencidos, que encarnan siempre la virtud. Antonio Ruz.

 

 

 

Pharsalia de Antonio Ruz, o cómo llevar a cabo un ejercicio de inducción a través de la danza contemporánea

 

 

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