El próximo 25 de noviembre se representará en el Teatro TNT (Sevilla), Before the Dawn, de la mano de Yumiko Yoshioka. Pieza que formará parte de la programación especial que nos ha estado ofreciendo este teatro sevillano, en el marco de la presente edición del feSt.
Yumiko Yoshioka es una bailarina y coreógrafa japonesa de Butoh de Tokio. Yumiko fue miembro de Ariadone, la primera compañía femenina de Butoh, fundada por Ko Murobushi y Carlotta Ikeda en 1974. En 1978, actuó con Ko y Carolotta en París, LE DERNIER EDEN – PORTE DE L’AU-DELA, el primer espectáculo Butoh que se presentó en un teatro público fuera de Japón. En 1988 conoció a Minako Seki y a delta RA’i en Berlín, con quienes fundó tatoeba THÉÂTRE DANCE GROTESQUE. Esta experiencia, junto con el trabajo con el bailarín de Butoh Kim-Itoh, animó a Yumiko a empezar a desplegar su propio estilo personal de danza y coreografía.
En 1989 también empezó a desarrollar y enseñar su propia forma de trabajo corporal. Este enfoque se convirtió en un pilar de su carrera como reflejo de su profunda comprensión de la importancia de profundizar en la conciencia del cuerpo, no sólo para bailar y expresar, sino también para iluminar nuestra vida cotidiana, abriéndonos a las capas más profundas de nuestro mundo interior y redescubriendo una sutil belleza en cada momento. La fuerza de esta percepción la llevó a crear su propio método de trabajo corporal, llamado «Body Resonance»
En 1994, conoció a JoaXhim Manger y Zam Jhonson. Juntos fundaron TEN PEN CHii ART LABOR, una formación artística interdisciplinar y experimental, en la que Yumiko baila y emerge como coreógrafa. Desde 1995 ha puesto en marcha varios proyectos de colaboración en toda Europa. Yumiko sigue siendo pionera en instalaciones Butoh y enseñando sus métodos a nivel internacional.
Esta presentación que hace el Teatro TNT, nos evidencia que estamos ante una profesional, que al menos en su sector, es conocida internacionalmente. Quizás a muchos no les suene su nombre, y otros ni siquiera han tenido oportunidad hasta ahora, de ver una pieza de danza butoh. Es más, una de las cosas que más ha caracterizado a esta disciplina en los últimos años, es su gran pluralidad de manifestaciones y de modos en cómo su creadores e intérpretes, han ido configurando su particular definición de danza butoh.
Ya Ko Murobushi nos hablaba de que la danza butoh había muerto (al menos tal y cómo fue concebida en un inicio), otros la han ido derivando al campo de la performance. En fin, el caso es que sea lo que fuere que nos vaya ofrecer esta profesional japonesa, nos vamos a encontrar el cómo ella ha ido desarrollando su forma de entender y bailar la danza butoh. Confío que tras ser representada Before the Dawn, el público sevillano caiga en la cuenta de lo infinitas que son las posibilidades en lo que respecta a la investigación en las artes escénicas. Tal y como si estuviésemos hablando de un laboratorio de ciencias; pero en este caso, sale a relucir un modo más de estar en nuestra condición humana.
La danza butoh tiene la capacidad de desencadenar en sus espectadores confusión, asco, miedo, ternura, embelesamiento, etc.… Algo que sin duda, remueve el interior de los espectadores que se entreguen de verdad al ejercicio de la escucha ¿Eso significa que se puede hacer una mala danza butoh, y que haya gente que nos esté “tomando el pelo”? Seguro que los habrá, pero lo primero que hay que hacer cuando uno se enfrenta a algo que se desconoce, es familiarizarse con los parámetros que lo hacen posible, y luego tomar partido. Y si con ello no es suficiente, pues, estaremos ante una incompatibilidad. Así que les invito a comprobarlo, y mientras tanto, les dejo con el adelanto de esta pieza de Yumiko Yoshioka:
A través de su propia transformación, Yumiko Yoshioka ilumina los secretos de nuestro cuerpo, y realiza con sus movimientos y gestos un conjuro divino en el que invita a los seres de nuestros sueños y pesadillas a bailar con ella. Las articulaciones de su cuerpo se quiebran una y otra vez para que de ellas nazcan unas criaturas sublimes y monstruosas que viven olvidadas en nuestros recuerdos; nacen bailando y Yumiko Yoshioka forma así un mundo de imágenes del inconsciente que comparte con nosotros en un espacio atemporal. Las profundas pasiones humanas cobran un nuevo significado al verse atrapadas entre el incesante conflicto de las fuerzas de la luz y de la oscuridad; algo grotescamente atractivo y bellamente repulsivo captura nuestra atención. El público es testigo ocular de la cruda y cómica creación de un nuevo universo cuyos protagonistas son el movimiento perpetuo y el cambio incesante; incluso la inmovilidad es expresividad viva. No hay ni luz ni sombras, todo está por renacer.