Del 3 al 6 de octubre el Teatro Real (Madrid), dará inicio a la temporada 2022-2023 con una programa de danza extraordinario, auspiciado por la Compañía Nacional de Danza. Sin duda, esta será una cita que nos ayudará a retomar el ir a los teatros una vez por todas, después del parón del verano que acabamos de pasar.
El Teatro Real nos tiene acostumbrados a traer compañías del altísimo nivel de la escena nacional e internacional. Lo que hace especial a este evento, es que se representarán piezas de cinco creadores que han hecho historia dentro y fuera de las fronteras de sus correspondientes países de origen. Se trata del valenciano Nacho Duato, la sudafricana Andrea Schermoly, la andaluza Sol León junto al británico Paul Lightfoot y el checo Jirí Kylián.
Piezas que fueron estrenadas en fechas tan dispares como los registros de estos profesionales, de este modo nosotros los espectadores, tendremos el lujo de presenciar creaciones de coreógrafos de los cuales quizás no hemos visto nada hasta ahora. Más no significa que una parte importante de nosotros, no hayamos tenido noticia del el enorme palmarés que tienen cada uno de estos profesionales. Y quizás para el caso de los espectadores más jóvenes, por fin tendrán la oportunidad de ver en persona el por qué sus figuras suelen ser citadas de maneras tan grandilocuentes. Sin más que añadir, les doy paso a una introducción de estas cinco creaciones:
El programa comienza con Morgen (2022), una pieza que supone la vuelta como creador de Nacho Duato a la Compañía Nacional de Danza casi doce años después de su etapa como director. Con la música original de Pedro Alcalde, la obra está inspirada en un poema de Dorothy Parker que recorre siete formas de suicidio antes de optar, finalmente, por la vida.
Kübler-Ross (2014) es un dueto concebido por la sudafricana Andrea Schermoly para la pareja formada por Maria Kochetkova y Joaquín de Luz. Está basado en la teoría de las cinco fases del duelo de la psiquiatra del mismo nombre: la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación. Una alegoría dancística sobre la pérdida que se mueve al son del adagio de un concierto de violín vivaldiano.
Después llega Sad Case (1998), de Sol León y Paul Lightfoot para el Nederlands Dans Theater, que plantea una búsqueda continua de tensión, entre momentos satíricos y clásicos, a partir de movimientos del mambo mexicano.
Para terminar la velada se interpreta una pieza del homenajeado: Bella figura (1995) de Jirí Kylián, un viaje en el tiempo, la luz y el espacio, en referencia a la ambigüedad de la estética, a las representaciones escénicas y los sueños que se construye bajo las notas del Barroco italiano.