El próximo 24 de marzo se representará en el Centro Cultural de la Villa (San José de la Rinconada, provincia de Sevilla), Hito, de la mano de Chey Jurado y Akira Yoshida. Antes que nada les doy paso a las presentaciones de estos dos profesionales.
Chey Jurado es un bailarín español de danzas urbanas, danza contemporánea y artes escénicas y de formación autodidacta. A lo largo de su recorrido aparecen títulos y colaboraciones diversas que lo acreditan como un bailarín y creador significativo en la escena actual: Redbull BC ONE, World of Dance, I Love This Dance, La Veronal… En 2016 crea e interpreta AGUA, su primera obra como solista, premiada en numerosos certámenes de danza urbana y contemporánea. Esto le permite sumergirse en nuevos proyectos como GOMERA en compañía de Noé Chapsal, HITO en compañía de Akira Yoshida y, para terminar, los que serán su segundo y tercer proyecto como solista y todavía en desarrollo, RAÍZ y POR PARTE DE MADRE.
Akira Yoshida empieza su carrera bailando break dance. Con el tiempo empieza a interesarse por otras formas de movimiento y, después de recibir una beca artística del Gobierno de Navarra, realiza sus estudios de danza contemporánea en SEAD. Ha trabajado para las compañías QuieroTeatro, Hungry Sharks, Roberto Oliván Performing Artes, Physical Momentum, Lali Ayguadé Co, etc. Ha cocreado los dúos Hito con Chey Jurado, Gizaki con Lali Ayguadé, The Inglorious Fortune of Being a Performer con Dunya Narli y Ahotsak con Ziomara Hormaetxe. Ha trabajado también como asistente coreográfico de Lali Ayguadé en la creación de la pieza Shelter para Verve Company y lo hará pronto con la Compañía Nacional de Corea. Finalmente, ha hecho giras con sus solos Hombre y Burial of the Bark durante años y ahora combina las artes escénicas con talleres en festivales internacionales y nacionales como B12, DeltebreDansa, etc.
De lo primero que me vino a la cabeza después de acercarme a la sinopsis de Hito, es que sólo veremos el resultado final de un exhaustivo proceso de creación conjunta en el que esta pieza de danza habrá hecho de la veces de pretexto, para que salgan a relucir una serie de cuestiones que son inevitables en cuanto dos seres humanos se ponen a interactuar. Claro, que con este tipos de cuestiones lidiamos todos los días, pero por eso mismo, muchas veces precisamos que una pieza escénica sitúe el foco en las mismas para que nos permitamos dedicarles un tiempo a reflexionar sobre ellas.
He allí que no me cansaré de defender que las artes escénicas generan un espacio idóneo para hacer filosofía, pensamiento político, etc… El caso es que Akira Yoshida y Chey Jurado habrán dejado entre paréntesis muchos de los frutos de esta colaboración con el fin de que nos llegue, a nosotros los espectadores, aquello que es susceptible de ser leído como universal; de lo contrario, no estaríamos hablando de artes escénicas. Antes de seguir especulando al respecto, considero que lo mejor es derivarles a la sinopsis de Hito:
Dos personas prestan atención a lo que los hace parecidos, buscando algo que ya tienen, pero sin perder el gusto de buscar, transitando y alimentando la emoción que nace de su nexo, desde lo que es simple hasta lo que es simplemente complejo. Buscar hasta perder el norte y, entonces, volver a encontrar: el viaje entre personas (Hito). A menudo dependemos de elementos externos que facilitan nuestras vidas, hasta que estas cosas realmente terminan dirigiendo nuestras vidas. Pero, ¿Qué sucede cuando perdemos estas cosas que damos por sentadas, estas cosas que sentimos como una extensión de nuestro cuerpo? ¿Qué sucede cuando perdemos los elementos materiales? ¿Qué queda entonces? Como humanos, siempre estamos buscando una dirección. Sin una dirección, estamos perdidos. Una vez que los perdemos, también perdemos nuestra dirección, lo que lleva a una sola opción: otra dirección. Perderse también es bello y muchas nuevas opciones se abren en el horizonte.