La sensación que te acoge cuando entras en Bolonia Childrens Book Fair (Feria del Libro Infantil del 26 al 29 de marzo) es la de emprender un viaje junto a los profesionales, mujeres y hombres, de todo el mundo, ilustradores, autores, expositores, editores, artistas, bibliotecarios, profesores, productores; en la Feria internacional más importante del sector.
El GPS se detiene, no hay señal, no sabes donde ir porque quisieras ir a todas partes… ríos de palabras, imágenes, sonidos, colores, 27.642 caras, cuerpos, bolsas, maletas, idiomas de 77 países. Cruce de vías en el que echas la moneda al aire ¿cara o cruz? no hay una dirección preestablecida sino laberintos de caminos que pueden llevarte en tantos mundos posibles al interno de 20 mil metros cuadrados.
Y ahí estoy, rodeada de 1.390 expositores, cogiendo entre las manos el primer libro, ojeando animada por la prospectiva de descifrar el secreto. El tiempo se detiene, mis dedos tocan con delicadeza páginas con aroma a novedad. Pregunto: «¿que alma tiene tu editorial?», «¿a quién habla?», «¿me aconsejas un libro?» e improvisamente los ojos de la mujer que tengo delante me hacen encontrar a una niña de unos ocho años que me conduce con su narración en un mundo onírico, en el que la princesa se salva sola y a su amigo el príncipe le encanta el rosa… me esta hablando a mí, me doy cuenta que no estoy comprando palabras sino escuchando mi alma. El libro habla a mi niña rebelde y despeinada que esta vestida de rosa pero lleva un pañuelo pirata en la cabeza ¡surco los mares en busca de otros mundos! y Bolonia es sin duda un archipiélago de un mundo nuevo.
Soy pedagoga y madre y mujer… generación de los años 70, mis cuentos acababan con una moral, con consignas para ser mejor, para no salir sola, para aprender respuestas y para tener lindos sueños… pero por suerte, o por piratas al abordaje, el cuento ha cambiado y eso es lo que me ha regalado al experiencia de la Feria: ¡libros sin miedo!
Libros con coraje y adultos que pierden el temor a no tener respuestas, que deciden a través de la experiencia compartida de la lectura afrontar grandes temas, temas difíciles (muerte, género, extranjero, desconocido, enfermedad, diferencias, religiones, racismo, identidad, emociones, …).
Desde su nacimiento cada niña y cada niño nos regala centenares de preguntas, a veces con un simple aparente interrogativo ¿por qué? , otras nos invitan a abandonar la respuesta y a emprender la aventura de construirlas mano a mano con ellos y ellas: «¿me cuentas un cuento?«, «‘¿me cuentas el sentido de la vida?, «¿me cuentas el mundo que habitamos?«, «¿me cuentas y juntos lo contamos?».
En Bolonia, el interés de la Feria por acoger espacios de «preguntas sin respuestas», en ámbito educativo y no sólo, se ha concretizado en tantas interesantes conferencias en las que han intervenido espertas y espertos de varios sectores (artístico, pedagógico, social, educativo, psicológico, neurológico, literario, empresario, …).
Personas que han conducido al público a través de diferentes temas que se trasformaron en preguntas para no terminar con la duda, para no cancelar la búsqueda con respuestas, para seguir aprendiendo: ¿que cuento te cuento en un mundo imperfecto?; ¿que hago con mi miedo y con mis miedos?; ¿que relación te propongo cuando elijo un libro para ti?; ¿por qué quitasteis las imágenes en mis libros de adolescente?; ¿los niños y niñas son racistas?; ¿necesita una historia ser verdad?; ¿y si me quiero vestir de rosa que pasará conmigo?; Authors Café y los diferentes rincones de este espacio han puesto estos y otros interesantes interrogativos.
Libros sin miedo son los libros que no dan respuestas; que empiezan sin un principio y terminan sin perdices; son libros que te hablan de cosas que no sabes como afrontar, que te dan la mano y te dicen, ven, entra con tu miedo y acaricia tus dudas a través de una historia; son libros que te desarman porque utilizan la metáfora para hablar de experiencias dolorosas llenando la vida de esperanza, pero no de esa esperanza que se sienta en la puerta a «esperar» sino la esperanza que se arremanga las mangas y te dice, «venga vamos a construir un mundo mejor», no un mundo de encanto y de hadas, sino de hadas que encantan la vida, que salieron del cuento para contar otra historia.
La Feria del libro de Bolonia es un viaje donde vuelves con maleta repletas, tuve que adquirir in extremis, un carro de la compra, de esos que mi madre lleva al mercado los sábados por la mañana, que se llenan de frutas y verduras indispensables para el corazón; pero que nunca se me ocurriría pedirle ¡soy una pirata!. Vuelvo a casa,, he ido de compras, llenando mi carro de libros sin miedo para seguir abatiendo las cadenas dentro y fuera de mí, para crecer a mis hijas descubriendo juntas la respuesta a las grandes preguntas.
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Vorrei che tutti leggessero, non per diventare letterati o poeti, ma perché nessuno sia più schiavo.
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Quisiera que todos leyeran, no para convertirse en literatos o poetas, sino para que nadie mas sea esclavo
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Gianni Rodari
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