Los próximos 9 y 10 junio se representará en Viento Sur Teatro de Sevilla, Lisístrata, de la mano de la Asociación Casiopea Teatro. Uno de los trabajos que están programados en la edición de este año del Festival FOC.
Detrás de la dirección de esta versión de Lisístrata, está el andaluz Fernando Lahoz. Se trata de uno de los profesionales de lo escénico que más me han impresionado. Esto es: sea preparando su cuerpo para una nueva jornada de entrenamiento físico; sea repasando alguna de las partituras de movimiento en la que esté trabajando; sea por el rigor técnico que conserva cuando se le ve en escena; o simplemente, cuando le he escuchado hablar sobre los principios que aplica, al respecto de cómo él entiende a las artes escénicas… Ya llevaba un tiempo esperando a que él diese el paso a dirigir o hacer una creación propia. Aún así, el cómo ha desempeñado su labor actoral y docente, es de lo más sólido y prometedor que os podéis encontrar en la actualidad en Sevilla.
En paralelo, cabe mencionar que el elenco de intérpretes de la Asociación Casiopea Teatro está compuesto por un grupo de ex alumnos de la escuela actoral que tienen en Viento Sur Teatro. Así, este grupo de jóvenes actores tuvieron la iniciativa de buscar la manera de sacarle partido a su formación, contando eso sí, con la dirección de uno de los profesores de este centro. Ahora bien, ellos van escalón a escalón, porque ellos quieren llegar lejos. Desde luego, este es uno de varios ejemplos que garantizan que en Sevilla no faltaran proyectos que propicien que esta ciudad no se convierta en un «lugar de espectadores», a pesar de que cada vez sean memos los espacios para que los bailarines y actores emergentes puedan seguir desarrollándose más allá de recibir una formación más o menos especializada.
Por otra parte, las comedias de la Antigua Grecia contrastan con las Tragedias. En sentido de que lejos de inspirarse en hechos reales y de la mitología, nos enfrentamos, fundamentalmente, a “ocurrencias” de sus autores, o a caricaturizar personajes o situaciones de la época. Tómese en cuenta que el contexto histórico en el que vivió el autor de esta pieza, Aristófanes, había guerras a cada dos por tres, y los hombres eran llamados al frente a defender los intereses de sus ciudades. Entonces este comediante, nos emplaza a imaginarnos el qué pasaría si las mujeres pusieran cartas en este asunto, dado el hastío de no poder compartir sus vidas con sus maridos en los “mejores años de sus vidas”.
Con el paso de los siglos, Lisístrata ha ido suscitando numerosas interpretaciones que, de un modo u otro, hay quien en los días que corren identifica un precedente dentro de la Cultura Clásica, a la sororidad femenina. Sin embargo, este no es el momento de entrar en un análisis de esta obra, siendo que primero habrá que verla. Por tanto, les derivo a su sinopsis:
“La Grecia clásica, cuna de nuestra civilización tal como la conocemos, es arrasada por la guerra. Mientras las mujeres pierden a los hijos que parieron, a sus padres y sus hermanos, los hombres vuelven con honores de la batalla. Los múltiples intentos de paz quedan en nada y las mujeres de ambos pueblos deciden unirse en hermandad para ser protagonistas, tomando el control de la situación. En una sociedad machista, donde sus voces no se escuchan, recurren a una medida drástica e ingeniosa… una huelga de sexo”.