Natalia Jiménez Gallardo, bailarina, creadora, docente y actual presidenta de la PAD (Asociación Andaluza de Profesionales de la Danza). Segunda parte de la entrevista a esta andaluza, donde conversamos sobre los proyectos que lleva tiempo desarrollando esta asociación, como también, a qué desafíos se está enfrentado.
Tras dejar cubierta la trayectoria profesional y el marco conceptual de esta profesional en la primera parte de esta entrevista, ahora ella nos dará la oportunidad de conocer de primera mano, la realidad de la danza en Andalucía (que de algún modo u otro, puede encontrar similitudes con lo que acontece en otras Comunidades Autónomas de España), mientras nos dará luz al respecto de con qué medios y bajo qué principios operan desde la PAD, Estando en un terreno que tiene tanto potencial como de inhabitable, para ejercer como profesional de la danza.
Antes de entrar en dicha entrevista, considero imprescindible introducirla con alguno de los datos que nos ha facilitado un informe, que se publicó a finales del año 2018 (recorriendo los ejercicios que van desde el 2013, hasta el año 2017): el informe Fátima Anllo (directora del Observatorio de Creación y Cultura Independiente). Informe que recoge datos de un estudio que se le hizo a 33 compañías, que están integradas con FECED (Federación Estatal de Compañías y Empresas de Danza). Asimismo cabe dejar en claro, que todas ellas son compañías de danza independiente que residen en España.
Las compañías obtuvieron por sus propios medios el 82,1% de sus ingresos, tan sólo el 17,9 proceden de subvenciones provenientes de las Instituciones Públicas, y el 1,7% fueron concedidos, por parte de patrocinadores y aportaciones de terceros. No obstante, ha habido un aumento de ingresos a costa del número de espectáculos: en 2017 crecieron un 20% con respecto al año anterior, con que pasó del 18,4% al 22,4%, de funciones por compañía.
De cualquier modo, en 2017 la media de ingresos por compañía es de 69.471 euros, mientras en 2009 era de 364.663 euros. En paralelo se ha de decir, que los días trabajados se reducen de contratos fijos un 6,7%, y los eventuales caen un 35%. Y se registran hasta un 8% las colaboraciones sin retribuciones económicas.
Aportando estos datos trato de contextualizarles el sentido y significado de esta entrevista a la presidenta de la PAD, siendo que la situación de la danza en España ya era precaria antes de la irrupción de la pandemia el año pasado. Estos datos nos desvelan los problemas estructurales de todo un sector (falta de legislación específica a los profesionales, ninguneo de las instituciones y demás cosas por el estilo), y que aún con todo, los profesionales y el apoyo del público, han sido quienes han sustentado todo esto.
Dicho lo anterior, les derivo a lo que fue mi conversación al respecto con Natalia Jiménez Gallardo:
-El 4 de abril del año pasado se publicó un documento bajo el nombre: 52 medidas para afrontar las consecuencias de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 en el sector de las artes escénicas y la música. Documento que fue firmado por numerosas asociaciones/plataformas involucradas con el sector de los eventos culturales (en el que ustedes se sumaron). Este fue un hecho sin precedentes en aquél momento, dado que hasta la fecha tantas entidades españolas no se habían aunado para un mismo fin ¿Ha habido algún tipo de avance en la recepción por parte de las Instituciones Públicas, de las demandas allí contempladas?
Esto lo ha liderado GECA (Asociación de Gestores Culturales de Andalucía). En el caso de la PAD, te diría que me faltan ahora cuatro de mis patas más importantes, que son Raquel Madrid, Anna París, Annabel Veloso y Adrián Yánez, como Junta Directiva de Asociación.
Nos hemos sumado al Grupo de Rescate para ser más fuertes a la hora de solicitar a la Consejería que hagan un comunicado público sobre las medidas que piensan adoptar frente a esta crisis sanitaria y relativas al sector cultural.
Nosotras por nuestra parte hemos llevado a cabo varias acciones: Informe de pérdidas del sector a 6 meses desde la declaración de estado de alarma elaborado por el observatorio de creación independiente (OCI), hemos presentado propuestas de medidas al INAEM por solicitud de Amaya de Miguel a FECED (Federación de la que somos parte activa y miembros de la junta directiva), También la presentación de propuestas de medidas a la Consejera de la Junta de Andalucía.
Hemos hecho reuniones semanales con el Director de AAEE y música de la AAIICC José Lucas Chávez, al que le hemos hecho partícipe de todas nuestras sugerencias y medidas. Hemos reforzado la repercusión que estamos viviendo en prensa y hemos formado parte del equipo de trabajo de las 52 medidas presentadas al Ministro.
Siempre deseando que se sumen las medidas y las acciones necesarias para salvar la cultura en el presente.
Con la FECED y con Danza-T te diría que se ha avanzado más en aspectos de la mejora laboral de la danza, transiciones artísticas, apoyar un futuro estatuto del artista y la conexión fuerte a nivel nacional.
Con la PAD estamos en muchos frentes a la vez, para abordar cosas relacionadas con lo laboral y la supervivencia, poner en valor la danza y poder vivir de nuestro trabajo.
Creemos que esto sólo puede pasar con el apoyo público de la Junta de Andalucía y los Ayuntamientos de esta región.
-Aunque hayan habido teatros en España que se han podido mantener abierto estos últimos meses, ello no quita que la situación de los profesionales es más precaria que nunca. Es más, los que han tenido más opciones para seguir a flote son los bailarines consolidados, pero los emergentes son precisamente, los que más dificultades se han enfrentado. Dado que hasta hace nada, había muchísimos festivales que parecía que quedarían en un permanente estado de suspensión.
A dónde quiero llegar, es que la situación de la pandemia que padecemos, ha visualizado la urgencia de poner las cosas en orden, siendo que la misma ha agravado todo.
Desde el confinamiento del año pasado, no hemos hecho otra cosa que trabajar en la PAD, es decir: se han multiplicado las reuniones con la Junta con los ayuntamientos. Y una de las primeras cosas que les hemos lanzado como urgente, es la activación de ayudas extraordinarias para sostener el tejido del sector: ayudas que sean accesibles y sencillas.
Pero luego nos encontramos con modificaciones a unas ayudas que llevamos solicitando, desde incluso antes de que yo haya llegado al cargo de presidenta. De hecho, han suspendido las ayudas a quienes llevan trayectorias menores de tres años, poniendo en dificultades a los emergentes o creadoras desconocidas, que muchas veces no cuentan con buscar esas ayudas por no tener una estructura estable, lo cual es casi imposible. Creando en condiciones precarias, pagando las producciones con otros trabajo como impartir talleres, y demás.
El hecho es que la gente se está preocupando más por sus derechos y su subsistencia, como bailarines/as y creadores. Y aunque haya cosas que se han mantenido (por ejemplo, la programación del Teatro Central, apoyando más a la creadora local), hay muchas programaciones que han desaparecido. Mantenemos un poco de esperanza de cambio, pero todavía no se percibe un apoyo claro a la creación, un estudio del sector y en espacios de visibilidad, esto es un desierto.
El caso es que si la gente participa más dentro de la Asociación, la gente se enterará más para poder actuar. Dentro de nuestras actividades que ofrecen apoyo a la creación Vertebraciones, las jornadas de Danciberia, Danzas Reales, Circula, el programa de formación MEDANZOTOA… en la última etapa se recurre mucho a nosotras como Asociación, incluso hay quien nos pide que les asesoremos a la hora de programar. Eso sí, estamos trabajando conjuntamente para ver en qué terrenos nos metemos, y cuáles no.
Nosotros tenemos que poner el foco en esta interlocución con las Instituciones Públicas, en la búsqueda de espacios de visibilidad para que el artista pueda presentar sus procesos, espectáculos, investigaciones
Necesitamos un estudio del sector, de ahí nació la colaboración con Antonio González quien ha diseñado el capítulo de la Historia de la Danza desde la Crisis hasta ahora, y que podremos conocer el próximo día 29 de Abril en el Día de la Danza.
Somos unos desconocidos, y todo está por hacer a nivel de gestión. Asimismo, hay que decir que estar en la asociación me ha hecho ver cuáles son las necesidades comunes, no sólo ver a la asociación como un lugar del que me puedo beneficiar, sino desde el que puedo decidir.
El proyecto de creación del Ágora derivado de la desaparición del CAD (Centro Andaluz de Danza). En un principio, había generado polémica sobre lo que fue ese espacio (obviamente a mí me ha dado una formación importante), pero no dejaba de ser un espacio semiprofesional y académico, y necesitamos que se engloben más aspectos. De todas formas, seguimos con la ausencia de un espacio de creación, que también podría tener una parte dedicada a la formación, o de puente hacia lo profesional.
Cuando nosotros nos reunimos con la Junta, parecía que vendría un centro de creación, investigación y producción. Al principio al escuchar el proyecto debo reconocer, que sólo escuché palabras con un fondo desdibujado. Lo primero que pregunté es el cómo se va a gestionar. Y se nos comunica que no es posible que haya una persona contratada con un perfil de coreógrafa/o o gestor/a cultural, elegido a a través de una convocatoria. Es verdad que se está construyendo algo y lo que siempre ofrecemos como asociación, es el asesoramiento.
Está claro que si desaparece un festival como el Mes de Danza, es porque hay un desgaste humano…, como también está por ver qué sucede, con el ciclo Ahora Danza en el CICUS (Centro de Iniciativas culturales de la Universidad de Sevilla). Nosotras/os no nos conformaremos con lo que se hace en Palma del Río, en donde siempre se programan a un porcentaje pequeño de compañías, que usan un similar formato. Honestamente, no hay inteligencia en la programación en Andalucía.
Por tanto hemos decidido trabajar en paralelo sobre el Ágora, mientras va tomando forma, preguntando a las socias /o cuál sería su ideal de Centro Coreográfico de Andalucía. Así que hemos contado con Eva Moraga ( Abogada y Mediadora), para poder pensar juntas después de leer las diferentes voces a través del cuestionario, que ha estado circulando en la red desde hace unos días. El cual está teniendo repercusión, al ser algo en que la gente siente que puede participar. Y no estamos vendiendo bombas de humo, estamos haciendo un trabajo comunitario previo. Tengo la percepción, de que cuando la asociación da un paso la Junta se beneficia. Ella tiene que apoyar más a la asociación, para que se siga trabajando en esta línea, después de todo el dinero público destinado a cultura debe estar en algún sitio y tiene la función de sostener al tejido.
Hay profesionales que están pensando dedicarse a otras cosas, porque mentalmente están reventados.
Estamos articulando modos de trabajar en la asociación, que pongan de manifiesto cuáles son las necesidades. Sabemos que las Administraciones Públicas son muy lentas, pero aún con ello si hay gente que con voluntad, se termina trabajando a favor de todo esto.
La PAD no es todo el sector, pero indirectamente todo el mundo se beneficia o se informa, a través de nuestro trabajo: se sea socio o no.
-Estas cosas que me cuentas no son ajenas a las arrasadoras consecuencias de la pandemia, es algo que se lleva arrastrando desde hace años. Uno ve los datos recogidos en el Informe Fátima Anllo, y uno tiene una “fotografía” con que demostrar que todo esto se tiene que reformular para que el sector, al menos, pueda subsistir.
Cada uno ha de dedicarse a lo que se ha formado, no ocupar trabajos que otros podrían ejercer (por más respetables que sean todos ellos), lo cual supone que muchos profesionales dediquen una parte importante de su tiempo en subsistir, en vez de crear, ensayar, etc… Por otro lado ¿Qué mensaje les estamos dando a los estudiantes de danza? Lo digo porque la danza es una disciplina que se pasa de “cuerpo a cuerpo”. Y si no hay alguien que le pase el testigo a estos estudiantes, sólo nos quedará ir al CIRAE (Centro de Investigación y Recursos de las Artes Escénicas de Andalucía, que antes era conocido como el Centro de Documentación de Artes escénicas de Andalucía), para decir ¡Qué bonito lo que se hacía hace unos años!.
El Informe Fátima Anllo me pareció súper bestia, porque yo me decía a mí misma, que esto lo estamos sosteniendo los profesionales.
Con respecto a los conservatorios profesionales de danza, se llevan años haciendo visitas para explicar qué es la asociación y para captar socios. De hecho durante esta pandemia, le enviamos un e-mail a Marta Toro (jefa del departamento de danza contemporánea, del Conservatorio Profesional de Danza Antonio Ruiz Soler de Sevilla), para facilitar que los estudiantes se unieran aportando una cuota más económica.
-Sé que eso se comunicó a los estudiantes, pero se parte de una base en la que muchos de ellos, perciben a la PAD como algo ajeno, y otros ni saben que existe.
Es cierto que durante varios años, el conservatorio profesional de Sevilla se ha beneficiado de los cursos que proponéis dentro del proyecto Me Danzo Toa (proyecto en el que un profesional inscrito de la PAD, imparte un taller intensivo. Y los que son socios de la asociación tienen un descuento en el precio final. Asimismo ha sucedido con los estudiantes de 5º y 6º de danza contemporánea, cuando se ha hecho en dicho centro), ayudando a crear enlaces. Pero eso ha sido visto como una anécdota.
Nos estamos planteando crear una especie de foro, donde los estudiantes pudieran hablar de sus necesidades desde donde ellos están. De hecho este cuestionario, que está destinado para conformación del Centro Coreográfico de Andalucía, está abierto para todas/os. De todas formas hemos de mirar hacia cómo generar becas para estudiar fuera, espacios de ayuda a la creación, etc…, sino les estamos diciendo a los estudiantes, que se vayan de Andalucía.
-Es que muchos de los que se han formado en los conservatorios profesionales de danza, que son centros públicos, nos sólo están pensando en irse fuera, es que es muy probable que la mayoría ni vuelvan a Andalucía, para continuar su carrera profesional.
Claro. Es que existe un tejido aquí pero no se entiende, porque no existen espacio que nos vinculen. Parece que somos creadores trabajando individualmente, con muy poco ¿Por qué no hay propuestas corales? Porque no hay dinero.
Me encantaría desarrollar una pieza coral. De hecho en Vertebraciones se buscaba esto, poniendo a disposición a intérpretes de Andalucía que se apuntaran a un a bolsa para hacer una creación con un/a creador/a en la dirección. Una pieza que luego sería representada.
Deben de haber programaciones que se mantengan en el tiempo, y que permitan que una pueda trabajar en Andalucía. Hay gente muy potente fuera, o que sentimos más el apoyo fuera que dentro. Esto genera tristeza,
En las Islas Canarias, o en la Comunidad Valenciana, están creando un tejido: y así si te quedas. Hace unos años cuando me llamaban para trabajar en Andalucía, yo era la niña más feliz del mundo. Así iba y volvía.
Si reniegas en un momento es que no hay nada, o es que estás enfadada.
Nosotros en el encuentro Danciberia buscábamos crear puentes para trabajar con lo que tenemos al lado. Y así nos conocemos más (siendo que los portugueses marcan tendencias), pueden haber vínculos para luego retroalimentarnos.
-Cambiando de tema. Lo que se denunció por parte de la organización del Mes de Danza en el comunicado Barbecho (comunicado que se publicó a principios del años pasado, donde se explicaba el por qué este festival no continuaría con su actividad, hasta que las Instituciones Públicas cumpliesen con sus compromisos, más un cambio en las formas de hacer las cosas: muy en resumen), es algo que no debería volver a pasar, asimismo, este festival no puede caer en el olvido.
En el olvido no va a quedar. La cosa es que la pandemia lo ha desplazado, al aparecer algo mucho más fuerte.
Era un proyecto donde te ofrecían espacio y un caché digno, y posibilitaba que la ciudad se llenara de danza. Por lo que sé de María González (directora del festival Mes de Danza), esto tiene que ver con un mal funcionamiento, y un no hacer que la gente se endeude. De allí venían comentarios de su parte como: a veces los proyectos más pequeños son los más sostenibles (refiriéndose a la envergadura que alcanzaron las últimas ediciones).
Yo diría que el Mes de Danza ha dejado un poso, y mi deseo es que haya pequeños formatos del Mes de Danza todo el año: llegando a estar la danza muy consolidada. Para eso se requiere asociar a muchos gestores, ayuntamientos, a la Junta, etc…, tendría que pasar algo mágico. Un año tras año de danza.
Porque sé que en eso estarían presente María González y la gente de su equipo, o el CICUS… Si todo se activa, se crea un terreno para que esos procesos hagan un tejido más fuerte, y así puedan existir espacios de intercambio con los estudiantes, donde ellos sabrían dónde acudir.
Ahora todo está fragmentado: Si las Instituciones Públicas se dieran cuenta que avalando todas las cosas que están sucediendo, asumirían una de las labores que tienen que hacer. En vez de ponerse a inventar cosas de manera oportunista.
-Todo lo que estás comentando, está relacionado con crear un público. Dado que tú puedes ofrecer muchas como las que has mencionado, pero si éste no es fiel y exigente, siempre algo habrá que falle ¿Cómo generamos más público?
Me han venido varias cosas a la mente. Cuando se habla de artes vivas se está dando espacio a la hibridación, para atraer a todo el mundo. Porque a veces, actuando desde un purismo, la gente de nuestro mismo sector nos ponemos trampas, y nos anulamos los unos a los otros. Por ejemplo, me hago la pregunta de porqué no hay perfiles de socias/os estudiantes de conservatorio, o personas que vengan de las academias de danza en la PAD.
Hace poco vi una entrevista que hizo Eva Viera (dentro de un proyecto suyo #TODASSOMOSCREADORAS), y habló con una bailarina que provenía de estudiar filología árabe, y terminó haciendo danzas egipcias. Ella para mí es un ejemplo, de que partir de un lenguaje muy puro, para desarrollarlo no es necesario negar lo anterior, al contrario, sumar para dar un paso más.
Muchas veces en el mismo sector actuamos desde la jerarquización. Hemos de abrir campo como público, como profesional, etc…, así una va a ver las cosas desde diferentes lugares.
El público también tiene una corporeidad, entonces también se podrían hacer talleres destinados a los espectadores. Ello nos valdría como prácticas pedagógicas a nosotras las creadoras, para así poder cambiar nuestros formatos creativos. Pero hay que estar en esos espacios de creación, donde una sabe que suceden esas cosas.
Al final, todas las personas que estamos dando clases creamos público: el conservatorio…, todo lo que está atravesado por lo pedagógico, y al pasarse eso a través del cuerpo, ello se ve de otra manera .Esto no se lo cuestiono a un libro que leo, porque a veces hay que pararse y buscar información en otro lado, para enterarse de lo que se habla allí.
Cuando un público ve danza, no debemos ser tan condescendientes, como si estuviéramos viendo la tele, donde todo es muy exhibicionista. A lo que hemos de apostar, es a que el público se acerque más porque estamos más centradas en la transmisión. También deberíamos dejar de ver piezas como si una antes se hubiera hecho un bocadillo, y luego se lo come. Más bien verlo, como si todo estuviese en proceso, como algo que pueda despertar el interés de la misma manera, que un tema de antropología, de matemáticas, o lo que fuera.
Mi biblioteca no sólo está compuesta de cosas relacionadas con la danza, y por ello creo que la danza también podría estar dentro de las cosas de la gente. Y está, porque está en los cuerpos, pero es una gran desconocida, y darla a conocer es un de las grandes misiones que tenemos.
Todo lo relacionado con la documentación y el archivo, es básico para transmisión. Por eso se presentará desde la PAD en el día de la danza, el estudio de Antonio González. Nos expondrá un mapeo de creadores y creadoras, que él ha ido haciendo a través de entrevistas, donde hablar con uno le llevaba a la otra, y así. Colocando todo ello en paralelo, con el arte contemporáneo.
Cuanto más nos sintamos como pertenecientes del conocimiento de la humanidad, se darán pasos para que estemos dentro de los colegios. Es que a día de hoy, todo se queda en proyectos, y las personas que asisten A mi cole baila, son las más afortunadas.
-El pasado 27 de marzo en CIRAE, ustedes organizaron el encuentro Danzas reales. Donde posiblemente, no se hablaron de cosas nuevas entorno a la danza y su relación con la perspectiva de género. Pero al haberse sintetizado esos contenidos repartiéndolos en tres charlas, pronunciando esas realidades…, creo que ayuda a las personas involucradas con las artes escénicas a organizar y focalizar ideas, de una forma más operativa a la hora de materializar sus proyectos.
Como tú dices, no se habló de nada nuevo, pero ello estaba muy presente. Para mí fue muy importante, que uno de los debates que se trataron fuera sobre cómo trabajar desde una perspectiva de género a partir de ahora. Lo cual hará que cambie el funcionamiento de la asociación, y también cuando nos toque solicitar recursos que siempre vamos a pedir a los que deberían respondernos (que son los que gestionan el dinero público de cultura).
Una vez más, solemos quedarnos en una parcela pequeña, aunque en realidad podríamos acceder a mucho más. Mientras nos hagamos preguntas sobre si queremos ser una asociación feminista. Ya que cabría el debate de si eso generará un rechazo, a pesar de que cuando hablamos de feminismo, estamos hablando de una manera de hacer las cosas, es decir: modelos de funcionamiento más horizontales, poniendo los cuidados en el centro, etc…
Esto tiene que ver en el cómo le damos valor a nuestro trabajo, incluyendo el decidir dejar de hacer un trabajo determinado, al no estar remunerado. Por ello entrar en esta perspectiva, nos da recursos y herramientas para enfrentarnos a las perversidades del sistema.
Esto es algo que atraviesa a todo el mundo. La Ejecutora hizo hace poco una programación que buscaba dar visibilidad a la comunidad LGTBI, hacia un movimiento de creadores que muchas veces, queda excluido de las programaciones. Por tanto, si no se conoce que esto parte de algo que viene de antes, uno no cambia en su casa, en su vida laboral, etc…, y así se siguen reproduciendo patrones, sin saber que los estamos reproduciendo.
Cuidarse, básicamente, tiene que ver con poner límites, mientras estás enfrentarnos a los micromachismos que se viven a veces en las oficinas, o en los teatros. Esto está relacionado con infravalorarse como creadoras, como cuando salió el testimonio en danzas reales de la bailarina Lucía Vázquez, en el que habló de porcentajes de autoría como un terreno que a una le pertenece, y que en muchas ocasiones termina siendo ocupado por otro.
Muchas veces nuestro desgaste viene de que el sistema no te está sosteniendo, en ese sentido diría que la danza en sí misma está estigmatizada, al poner el cuerpo en el centro, interpelando a la sociedad por un montón de razones.
-Ello procede de un no saber que un bailarín no se mueve por moverse, dado que usa un lenguaje corporal para representar “las flores en primavera”, la “soledad”, o lo que fuere. A parte de lo que has comentado, ello viene acompañado de un desconocimiento de esta disciplina.
No sólo estamos en una época en la que se ha de revalorizar el cuerpo, dignificarlo (lo cual nos conduciría a conversación filosófica, sobre cuáles son los cimientos de nuestra cultura occidental). A la par se ha se reivindicar que el bailarín y creador, es un intelectual, es decir: Tu trabajo es un buen ejemplo, porque me imagino que habrás dedicado muchas horas a leer, a indagar; intercalando esas horas, con tus investigaciones en la sala de ensayo, para poner esos conocimientos en diálogo con tu cuerpo.
Supongo habrán habido momentos que habrás suspendido tus investigaciones corporales, porque algo no te cuadraba, o al revés. Eso demuestra que el bailarín no es sólo cuerpo, ni sólo mente.
Claro. Por ejemplo, Federica Fratognoli (quien impartió el taller de palabras en movimiento en el Mes de Danza). Proporcionó un lugar donde las bailarinas, creadoras, críticos de danza, etc…, podrían tener una conversación sobre cómo comunicar la danza. Para mí la crítica de danza, a veces, parece una redacción que te cuenta cronológicamente lo que ha pasado (apoyándose en lo estético), pero desde luego hay mucho más.
Al mismo tiempo, está el tema sobre qué cuerpos se ponen en escena y cuáles no, es decir: en Retratos Errantes del Group LaBolsa se plateo cómo constituir al individuo más fuerte dentro del colectivo, la conectividad, etc…, este tipo de cosas nos lleva a hacer piezas con sólo personas mayores, y sobre otras cosas que vuelven a encapsular, por más que abra la mente al espectador. Al verse que todo el mundo puede bailar bajo una idea artística y una dramaturgia, determinadas.
Luego está el tema de qué cuerpos pueden bailar en los conservatorios, quiénes acceden en relación a sus características anatómicas y actitudes. En ese sentido estamos muy encorsetados, y eso lo he sentido siendo yo una privilegiada, a la que se le destacó que tenía unas piernas largas, y otras cosas así. Y eso te lleva a un precipicio, donde se subraya lo que no te están diciendo.
Por tanto, hay un recorrido muy largo, y ello no sólo es una labor nuestra, es de todos los que dediquen a la gestión cultural, a la docencia, etc… Hemos de pensar con qué cuerpos contamos, y lo perverso, es que ello al final se termina estigmatizando. Porque prima un cuerpo joven y explotado, dado que a veces no se le permite que disfrute y piense.
Dado el caso, una puede tardar tres minutos en responder a algo, y ya es como si no se supiera nada. Quizás a esa persona hay que darle más tiempo, o hacerle otra pregunta. Esto se relaciona con que las programaciones son súper predecibles, y falta más diversidad.
-Con todo lo que hemos hablado en estos dos bloques de esta entrevista ¿De dónde sacas la fortaleza para seguir adelante en todo esto? Te lo pregunto como bailarina, creadora, espectadora, miembro de la PAD, docente y ser humano.
Yo empecé estudiando química, y me puse a bailar por un deseo, por un seguir aprendiendo. Al tiempo me di cuenta que esta es mi escuela, es decir: al ver en la danza que todo venía del cuerpo a la mente, no de la mente al cuerpo. Aunque luego puedo ser muy mental, siempre hay algo que emerge del cuerpo.
Por otro lado, lo pedagógico es muy importante, siendo que se da una transmisión de lo que estoy descubriendo. A mí esto me ha dado la mano para dar y recibir, lo que tiene que ver con lo que es Retratos Errantes, en donde se trabajó con composiciones, buscando nuevos códigos…, todo esto me ha mantenido estimulada.
Llegar a la asociación PAD, me ha dado una visión de águila para poder entender que no todo tiene que ver con las cosmovisiones de cada una, y la relación que tengamos con el entorno más inmediato. En la asociación se perciben también las cosas desde lo común, y eso me ayuda a discernir sobre cómo está el tejido de la danza y el cuerpo, y da sentido a que me mantenga allí.
La fuerza que tengo me viene de ese diálogo constante entre obra y vida, en relación de todo lo que el cuerpo puede comunicar. Es un lenguaje súper poderoso que me tiene muy dedicada, como una carpintera. Ya que trabajo mi cuerpo, con otros cuerpos…, es una devolución en mi vida, dado que estamos aquí un ratito, o quizás un tiempo infinito, según quien lo mire.
Mi versión de vida quiero que sea desde el cuerpo, por eso me dedico a esto.
Cuando de repente veo a bailarinas como Sara Barker con una fuerza arrolladora para bailar, ella me da un espejo de mí, que se corresponde a cuando mi energía iba dirigida a ir a por todo: yo era más abrupta, arrolladora, etc…, gente apasionada y con reflexiones tan lúcidas que viene desde una sesión de movimiento que imparto. Ahora con la edad y con el paso del tiempo, mi energía es parable, es finita, y esa es una realidad que también me gusta, porque me hace estar más aquí y ahora.
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