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Quien pueda pensar que Icónica Sevilla Fest es una especie de festival del tipo cementerio de elefantes que se deje de llevar a engaño. Los conciertos de los veteranísimos Deep Purple y Patti Smith demuestran lo contrario… Eso por no hablar de las nuevas generaciones que están tocando en estas veladas. Icónica nos muestra un amplísimo abanico.

La estadounidense llevaba sin tocar en directo desde junio, y llegó a la Plaza de España con sólo tres músicos que fue muchísimo más que suficiente; lo de menos es más, en resumen. El recital se movió entre el Folk eléctrico o el Folk directamente sin llegar a pisar en absoluto el Rock (o el Punk) de temas como “Rock and Roll Nigger”. De modo que así de tranquilo, muy tranquilo o dinámico, pero no potente, fue el repertorio, y no nos llevemos a error, fue uno de esos conciertos bien intensos para el recuerdo, con temas sencillos, complejos, profundos y terrenales.

Foto: Juan Antonio Gámez

Foto: Juan Antonio Gámez

 

“Redondo Beach” y “Grateful” hicieron pensar que la nota tranquila sería la dominante, y lo mismo con “The Wicked Messenger”, original de Bob Dylan; no podía faltar nuestro querido Robert Zimmerman. Sin embargo, con el poema de Allen Ginsberg, “Footnote to Howl”, fueron cambiando las tornas, y llegaron las reivindicaciones por un mundo mejor, hasta mencionando al iluminado por la luz de los dioses, William Blake, de ahí que la siguiente fuera “My Blakean Year”. EL mensaje de unidad y paz llegó antes y con “Ghost Song”, del álbum Easter. En este crescendo de intensidades, apareció “Nine”, y luego su clasiquísimo “Dancing Barefoot”, entrando ya en territorio más que popular. Y de repente, saliéndonos de este, “Beneath the Southern Cross” en la que Tony Shanahan al bajo (también tocó el teclado) y el hijo de Patti, Jackson Smith, a la guitarra crearon una poco esperada cima instrumental con un duelo/mano a mano bien escoltados por el ritmo de Jay Dee Daugherty. Aplausos más que merecidos. En este momento Patti Smith se ausenta y la banda interpreta “Stone Free” de Hendrix. Esto marcó un momento inesperado (hasta cierto punto) y menos necesario del repertorio. Bah, ¿por qué no? Más sorpresas; “After the Gold Rush” de Neil Young, con un silencio muy respetuoso que se agradeció. Un escalón más de energía y llegamos a “Pissing in the River”, clásico suyo de mediados de los setenta, del álbum Radio Ethiopia. Llegados a este punto ya iba oliendo a despedida. Primero su tema más conocido, probablemente, “Because the Night”, en cuya composición intervinieron Bruce Springsteen y Patti, pero eso es otra historia. Como amago de final, “Gloria”, la personalísima versión de Smith, con su legendaria introducción: “Jesús murió por los pecados de otro, no por los míos”.

Foto: Juan Antonio Gámez

Foto: Juan Antonio Gámez

 

Smith estuvo soberbia. Si bien los años han hecho que su voz (quizá) sea mínimamente menos potente, su expresividad, que es donde reside su verdadera fuerza, no ha perdido un ápice de intensidad. El final, el de verdad, fue “People Have the Power”, con un público bien encendido esperando y temiendo el fin del recital. ¿En qué queda un título así? Como palabras de despedida, Smith nos pidió que usáramos nuestra voz en contra de la injusticia, en favor de la paz. El activismo de Smith por todo lo que vaya en favor de la justicia y una vida mejor es uno de sus estandartes. Sin embargo, la escena con los presentes deshaciéndose en gritar “I love you, Patti!” y “¡guapa!”, dejó una estampa de esperpéntica parodia de gentío viendo salir a la Macarena de la basílica; idolatría à la manière de Híspalis. Todo se quedará en nada … o mañana mismo se alzarán esas voces para que todo cambie a mejor.

Casi llegando a la mitad del festival, nuestra opinión de la organización y todos los etcéteras de Icónica Sevilla Fest está siendo de lujo. Lo seguimos recomendando encarecidamente. ACHTUNG! está más que tentado por volver y contar más del festival de La Plaza de España. Iremos viendo.

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