Hasta el próximo 23 de octubre se estará representando en las Naves del Español en Matadero/ Sala Max Aub (Nave 10) (Madrid), Voluntad de Creer, de la mano de Pablo Messiez/Teatro Español/ Buxman Producciones.
Con el paso de los últimos años, Pablo Messiez se ha convertido en una referencia de primer nivel en la escena contemporánea de este país. Les hablo de un profesional que ha colaborado con cantantes de la talla de Silvia Pérez Cruz para dotar de una calidad escénica a su concierto Farsa (Género Imposible), o dirigir a bailarines de danza contemporánea en Cuerpo de Baile. Lo anterior, son dos de sus trabajos más recientes, y ahora en la ciudad de Madrid, se lleva representando de martes a domingo La Voluntad de Creer desde el pasado 7 de septiembre.
El que se programe con tal confianza y contundencia un espectáculo de este argentino afincado en España denota, cuanto menos, que estamos ante un profesional que ha sabido ser demandado por una amplia amalgama de espectadores. Lo digo más que nada, porque a las artes escénicas contemporáneas se les suele asociar como algo que, fundamentalmente, va dirigido a quienes están involucrados profesionalmente a estas disciplinas, o bien a personas de “gustos muy específicos” (por llamarlo de algún modo). Ahora bien, en el caso de La Voluntad de Creer estamos ante un trabajo que aunque recurra a diversas referencias que precisan se poseedor de un cierto grado de cultura general, considero que abordar preguntas que han inspirado a Pablo Messiez para la elaboración del marco conceptual de esta pieza, que ayudarán a cualquier que esté atento mientras es interpelada su condición humana. Preguntas como: ¿Qué relación hay entre voluntad y fe? ¿Qué hace que algo sea verosímil? ¿Qué papel ocupa el deseo de creer, en la sugestión?
Y si además, estoy cubriendo en estos días piezas en Madrid, pues, qué menos que aprovechar esta genial oportunidad para ver una pieza más de este fantástico dramaturgo, que suele ser una garantía de un buen trabajo. Sin más que añadir, les dejo con una introducción a La Voluntad de Creer:
Para este nuevo texto, el director, autor, actor y pedagogo argentino afincado en España, declara:
En la transcripción del juicio a Juana de Arco cuando le preguntan cómo sabía que era la voz de San Miguel la que escuchaba, contesta:
– Porque tenía voz de ángel.
– ¿Cómo sabe usted que era una voz de ángel?
– Porque tuve la voluntad de creerlo.
Desde que leí esta última frase, me acompaña como una definición posible del teatro y del funcionamiento de la creencia. ¿Qué relación hay entre voluntad y fe? ¿Qué hace que algo sea verosímil? ¿Qué papel ocupa el deseo de creer, en la sugestión?
Después de dedicarnos a escuchar canciones para la creación de nuestra última obra, pondremos ahora nuestra atención en la creencia. Y así como en el trabajo anterior dialogamos con Las tres hermanas y la dramaturgia de Chéjov, esta vez serán Ordet – La palabra de Kaj Munk y su versión fílmica de Dreyer, los materiales de los que nos serviremos como punto de partida para nuestra ficción.
Como en Ordet habrá muerte y resurrección. Y sobre todo el deseo de jugar con la percepción del espectador de modo que la propia función sea una puesta a prueba de su fe.
Demasiadas veces se ha dicho que el teatro es mentira.
Vamos a intentar decir otra cosa.