En los próximos 8 y 9 de marzo se representará en el Teatro Central (Sevilla), A la fresca, de la mano de Pablo Rosal / Compañía Los Despiertos.
Antes que nada, les dejo con una introducción al director y creador de esta obra:
Pablo Rosal Abascal (Barcelona 1983) es poeta, dramaturgo, actor y director de escena. Ha creado espectáculos como Anita Coliflor (2009), Yo inacabo (2018) o Los que hablan (2020). Suele dirigir sus propios textos. Ha trabajado regularmente como intérprete en la Agrupación Señor Serrano los últimos años (Kingdom, 2017-20) y ha participado en múltiples ocasiones en la Sala Beckett de Barcelona como actor o dramaturgo. En el 2020 se estrenó su primera película como guionista, productor y actor, Un trabajo y una película. Durante muchos años ha compaginado su labor artística con la pedagógica, siendo profesor de lengua y literatura en Secundaria. Ha publicado Anita Coliflor (ed. Del Imperdible, 2010), Curso de teatro discontinuo (ed. Oblicuas, 2014) y Tres ejercicios en la explanada, que reúne El profesor no ha venido, Los que hablan y El festín de los apartes (Punto de Vista Editores, 2022), amén de varias autopublicaciones, como Teoría General del Texto (2009). Desde finales de 2019 vive a caballo entre Barcelona y Madrid tratando de armar espectáculos y vivir, si es posible, en el arte. En octubre del 2020 estrenó en el Teatro de la Abadía, con producción del Teatro del Barrio, Los que hablan con Malena Alterio y Luis Bermejo, que a día de hoy sigue vivo tras más de 140 actuaciones. A principios del 2022 estrenó Castroponce en el Teatro del Barrio, desde entonces de gira. En 2023 estrenó Asesinato de un fotógrafo en Barcelona en la Sala Beckett producido por la misma y en Madrid el Teatro de la Abadía. Actualmente está pensando en ti.
Recuerdo con cariño y admiración a Los Despiertos de José Troncoso (pieza que se representó a finales de enero del año pasado en el Teatro Central), dado que su tipo de humor absurdo, inteligente y existencialista me parece de los más equilibrados para no caer en frivolización y la apatía en los tiempos que corren. Y como buena parte del equipo que la conformó está involucrado en esta creación, pues, qué menos que seguirles la pista. En este caso, Pablo Rosal Abascal es quien está a cargo de la dirección y el texto, pero ya la sinopsis nos indica que hay una línea de trabajo por la cual se ha decidido ahondar. Sin más que añadir, les doy paso a la misma de A la fresca:
LOS MISMOS INTÉRPRETES DE LOS DESPIERTOS, ESPECTÁCULO DIRIGIDO POR EL GADITANO JOSÉ TRONCOSO, AHORA CONVERTIDOS EN COMPAÑÍA, FORMAN EQUIPO CON EL DRAMATURGO Y DIRECTOR PABLO ROSAL PARA PRESENTAR SU SEGUNDA PRODUCCIÓN, A LA FRESCA.
TRES PERSONAJES ANTE EL DEVENIR DEL MUNDO HACIENDO UN EJERCICIO DE FRENO Y RESISTENCIA, MUESTRAN EN ESCENA, CUAL AULA MAGNA, LAS VIRTUDES DE ESA CONVERSACIÓN QUE DISUELVE CUALQUIER LÍMITE.
En diciembre del 2021 tuvimos la ocasión de descubrir la excelencia de Pablo Rosal. El espectáculo en cuestión tenía por título Los que hablan y estaba protagonizado por una Malena Alterio y un Luis Bermejo en auténtico estado de gracia. Una pequeña joya de teatro que se convirtió en un acontecimiento y puso a su autor y director en el foco de las programaciones de muchos teatros de todo el estado. Un espectáculo sobre seres humanos suspendidos, temblorosos y frágiles.
Así pues, no es de extrañar que lo de Rosal con Los Despiertos era una cita pendiente que, más pronto que tarde, se cumpliría teniendo en cuenta su homónimo espectáculo (adoptado como nombre de compañía), en el que tres barrenderos “despiertos” mientras los demás dormimos no pueden “soñar”. De nuevo la identidad personal y la fragilidad humana en el centro.
En palabras del autor y director: A la fresca se propone enaltecer las paradas en el camino, las suspensiones de cualquier propósito, la amplitud del error. Nada resulta más obvio en el siglo XXI que el hecho de que estamos ocupados, que necesitamos estarlo y que es la única y última justificación y sentido que le hemos dado a la existencia contemporánea.
Mediante una partitura polifónica, cómica e íntima, tierna y abismada, de escucha honda y palabra creada, nos proponemos generar una gustosa circunstancia cargada de la más sutil reivindicación: la lentitud, la dulce letanía de la conversación sin fin en el acabarse del día.
En todos lares y culturas se practica, a su manera, esto del estar a la fresca. A toda persona le resuena esta circunstancia cósmica. Toda alma se sonríe al pensar en ello. Es un espacio de evocación por antonomasia, un tesoro antiguo sin historia que queremos revisitar conscientemente, homenajearlo, con nuestra frágil condición actual. Aún esperanzada. Siempre.
A la fresca es un (d)espacio para dignificar el reposo, para ensalzar algo tan elemental como el parar, el desconectar de las lógicas del mundo y los sujetos triunfantes y generar un oasis donde la imaginación se expanda.