Hace poco estuve charlando con varios de los integrantes de R.E.A Danza (Reminiscencia hacía la Experimentación Artística).Una compañía de origen argentino que lleva cerca de treinta años asentada en la provincia de Málaga, trayendo a escena una lectura contemporánea del tango y, no menos importante, una amplio repertorio de obras de danzas aéreas.
El caso es que me reuní con Jupa Arias, Diego Arias, Norma García, Juan Arias, Belén Mañas y Mercedes Ángel Lopera. Quiénes desde sus correspondientes roles, me fueron ilustrando sobre la filosofía y la razón de ser de R.E.A Danza. Al mismo tiempo, que comentábamos algunas de las creaciones más emblemáticas de esta compañía.
Ahora bien, esta entrevista está dividida en dos partes, esto es: en la primera parte nos centraremos en origen de la compañía, en su filosofía y la selección de piezas en las que el tango tiene un mayor peso. En la segunda parte, hablaremos de varias de las piezas que tienen de danza aéreas y en qué punto se encuentra esta compañía en la actualidad.
Sin más que añadir, les doy paso a la primera parte de lo que fue mi conversación con estos profesionales de R.E.A Danza:
-¿Cuándo nació R.E.A Danza?
Diego Arias: Hicimos una reunión de personas de distintas edades y gustos artísticos, para tratar de desarrollar en común una serie de inquietudes que teníamos en ese momento, entorno a la danza folklórica argentina.
Esa reunión fue el 17 de marzo de 1991 en la casa de Alberto Merlo (cantante muy conocido y querido por nosotros).
-Llegó un momento en el que se vinieron a España…
Diego Arias: La primera vez que estuvimos en España fue en 1994, porque habíamos estado haciendo una temporada de año y medio con Imperio Argentina y Vicente Parra. Al tiempo, nos dijeron que lo mismo que estuvimos haciendo con nosotros, lo teníamos que hacer en España.
Al final, vinimos nueve personas desde Argentina (entre nosotros había cinco menores de edad y tres adultos: mi madre, otra madre y yo), y no se cumplió lo apalabrado. No obstante, una de las bailarinas tenía familia viviendo en Alcalá de Guadaira (provincia de Sevilla), y en esas estuvimos dos meses. Mientras nos fueron saliendo unos bolos en el Hotel Oromana, estuvimos en la Feria de Alcalá de Guadaira, unas cosas en televisión. Luego nos fuimos a Marbella (provincia de Málaga), Benalmádena (provincia de Málaga) …
-Lo último fue por propia iniciativa de ustedes, para buscar la manera de subsistir ¿no?
Diego Arias: Sí. Tampoco éramos “ricos”.
En esa época estuvimos actuando en la calle un montón pasando la gorra, por ejemplo: hacíamos Torremolinos (provincia de Málaga) hasta que no nos dejó más la policía, y en Fuengirola (provincia de Málaga) bailábamos dos tangos en cada terraza.
-Entonces, ¿a esas alturas ya ustedes habían tenido una pequeña desconexión con las danzas folklóricas de Argentina, o qué fue lo que pasó?
Diego Arias: En un inicio, nosotros habíamos apostado por el folklore, y en aquella época teníamos algunos tangos. Cuando nosotros estábamos en Argentina con Imperio Argentina, todos nos pedían tangos. Luego volvimos a la Argentina, y coincidió con que Julio Iglesias sacó el disco “Tango”, y se nos contrató para hacer la gira con Julio Iglesias: tengo imágenes de nosotros actuando ante ochenta cinco mil personas en el día del estreno.
Por tanto, Europa, por ser una compañía venida de Argentina, nos fue llevando a bailar tango.
-O sea que, ¿ustedes tuvieron que hacer un trabajo autodidacta, dado que el tango no era la especialidad de ustedes?
Diego Arias: Todo lo que hacíamos era autodidacta trabajando todos los días. Aunque si tomábamos clases y cursos, pero nunca bajo un régimen de educación oficial.
-¿Cómo fue que ustedes decidieron establecerse en la provincia de Málaga?
Diego Arias: Porque Imperio Argentina vivía en Benalmádena: Al segundo año de venir a España, ella ya estaba aquí y nos fue yendo mucho mejor. Por ejemplo: actuamos en Madrid; en Lisboa para un homenaje a Amalia Rodríguez (famosa cantante de fado) en televisión; para las Fiestas del Pilar ella era la pregonera, y estuvimos en el palacio de congresos de Zaragoza ante siete mil personas…, el caso es que hicimos una gira por toda la península, teniendo ella ochenta seis años.
-He estado consultado sus redes sociales, y se nota que no sólo se dedican a la creación y representación; sino que además, ustedes imparten clases de tango y preparan milongas. ¿Cómo fue el proceso en el que ustedes consiguieron establecerse en España?
Diego Arias: Primero fueron los espectáculos, y llevamos muchos años impartiendo clases de tango: pasamos de la coreografía y el tango de escenario, al tango social.
-Las personas que somos más profanas al tango, asociamos a esta disciplina como algo propio de un ambiente en donde se dan muchas relaciones sociales y demás cosas por el estilo. Pero, ¿Cómo trasladarse de ese lugar a crear una obra escénica?
Jupa Arias: Por gusto personal. A mí nunca me gustó “el baile exhibicionista” en el que terminas y te aplauden. Por ello siempre buscamos que nuestros espectáculos contengan una relación de cosas, de sentidos y de sensaciones. Pensando en generar una atmósfera.
-Sin duda. Además, las piezas que conozco de ustedes se complementan entre ellas. Y sí uno hace una rápida panorámica, es similar a agarrar un dado y cada una de sus caras son espectáculos de ustedes.
Por ejemplo: Después de haber visto “La Revirada Tango Club”, me di cuenta que “Broken Tango” no estaba tan completa (sin quitar el hecho de que es una maravilla). Parto de la base, de que ustedes pudieron haber caído en la “tentación” de mostrar en una sola pieza los ambientes de los burdeles de “Broken Tango”, mezclándolos con las zonas periféricas de las grandes ciudades que ambientan a “Undertango”…
Diego Arias: Nosotros siempre queremos hacer una cosa diferente al espectáculo anterior. Ya que a mí hermano y a mí, no nos gusta repetirnos. A pesar de que podríamos hacer otro Broken tango, y sabemos que a todos les gusta “Broken Tango”, estemos donde estemos.
-Una de las cosas que están presentes en todas vuestras piezas, es que vosotros estáis más focalizados en crear una atmósfera, para que el público se quede inmerso en la misma, en vez de “contar una historia”. Lo cual facilita a que el público se quede con un más allá del “¡mira qué bonito!”, “¡qué bien lo hacen!”, etc.…
Diego Arias: Sí. En una “exhibición” se aburre cualquiera, por más bueno que sea lo que se hace.
Belén Mañas: También como creadores, debemos pensar que el público es un elemento más. Es decir: cuando uno hace un espectáculo que no contiene una línea narrativa como el de un cuento infantil, da pie a que gente de todos los ámbitos entiendan o no el tango, sean capaces de interpretar lo que se quiera: se sumerja en la emoción a la que le lleva.
Entonces, uno puede salir de cualquier espectáculo, y pararse a ver cuál ha sido el estado de uno mientras ha visto este espectáculo. O por el contrario, uno se ha sentado en la butaca, y ha esperado a identificar el qué pasaba, mientras se le eriza a uno sus pelos. O quizás, dedicarse a estudiar el cómo los intérpretes ejecutan los pasos…
-Y quien se haya leído “cincuenta mil libros” y le interese los temas que atañen a la “condición humana”, recoge lo que ustedes ofrecen desde un lugar diferente al resto de los espectadores.
Mercedes Ángel Lopera: Por eso la danza es un lenguaje más universal que el teatro. Porque en la danza se bailan emociones, en vez de un tratar de contar historias.
-Totalmente. Aunque a través de la danza también se pueden “contar historias”.
Mercedes Ángel Lopera: Sí. Hay gente buenísima en danza-teatro.
Belén Mañas: Muchas veces, en esos casos, la gente que asistió como público te dice que no ha entendido bien la obra. A lo mejor seguir la línea argumental es más complicado, si esa persona no estaba bien preparada para ese momento, o lo que fuera.
-En el caso de “Verdi que te quiero V.E.R.D.I” ustedes consiguieron equilibrar homenajear a la música de Giuseppe Verdi “bailándola”, con no hacer un “documental” sobre la vida y obra de este músico italiano. Mientras tanto, ustedes nos sumergen en la atmósfera de cómo ustedes han interpretado el “mundo de Verdi”.
De paso, ¿echadme el cuento de cómo fue que terminaron colaborando con la Compañía Nacional de Danza, para el montaje y representación de esta creación?
Diego Arias: Esta obra se hizo para inaugurar a la Sala Gades (Málaga), ya que la Junta de Andalucía había determinado de que fuese una sala para representar espectáculos de danza durante toda la temporada.
-Sala que, a día de hoy, está cerrada, ¿no?
Diego Arias: Sí.
Mercedes Ángel Lopera: Oí el rumor de que la iban a reabrirla. Supongo que estará en proceso.
Diego Arias: Volviendo a “Verdi que te quiero V.E.R.D.I”. Nosotros teníamos mucha relación con la Compañía Nacional de Danza, porque en ella han bailado ex bailarines de R.E.A Danza y amigos que estaban en la época en la que la dirigía Nacho Duato. Por tanto, se dijo por qué no hacer algo con la Compañía Nacional de Danza para la inauguración de la Sala Gades.
Fuimos a Madrid para proponerlo, y los convencimos sin contar con subvenciones. Entonces, dentro del equipo estuvo Francisco Lorenzo bailarín solista de CND (coreógrafo en V.E.R.D.I), Juan Carlos Gallardo fue diseñador de la iluminación en CND y en V.E.R.D.I y Jacobo Espinas se encargó del vestuario (quien ha trabajado para el Circo del Sol).
-¿Montaron esa gran producción sin ninguna subvención?
Diego Arias: Sí. Todas las grandes producciones de R.E.A Danza han sido hechas sin subvenciones.
Eso sí, “Verdi que te quiero V.E.R.D.I” salió adelante porque todos dieron mucho de su parte.
Fue un proceso muy bueno porque estuvimos yendo y viniendo a Madrid muchas veces. También conseguimos que nos presten los caballos que salen en escena.
-La verdad que este trabajo era como para representarlo en el Teatro Real (Madrid) y demás escenarios por estilo, sin ningún tipo de complejo.
Diego Arias: El que dirigía a la Sala Gades se lo ofreció al Teatro Central (Sevilla), y no fue posible.
-¿Y en otros sitios?
Diego Arias: Sólo la hicimos durante dos meses en la Sala Gades, con varias funciones por semana.
-Es una lástima, empezando porque ustedes como R.E.A Danza desplegaron en escena una versatilidad enorme, al estar ustedes bailando de un modo más “estilizado” de como suelen salir a escena.
Sin embargo, el drama de muchas compañías en España es que meten una paliza para representar una creación dos o cinco veces. Y encima con la prisa de cumplir las condiciones que están contempladas en la subvención que se les concedió (dado el caso).
Al final, en muchos casos, tampoco da para pagarle los ensayos a los intérpretes, y no porque, necesariamente, el coreógrafo es “súper malo”.
Belén Mañas: Es que no alcanza el dinero para todo.
-De repente, este bailarín llega a los ensayos con la lengua fuera, después de haber dado una clase de pilates (por decir un ejemplo) hace unos cuarenta cinco minutos… ¿Cómo ustedes se enfrentan a esta situación?
Diego Arias: Nosotros siempre hemos sido muy sinceros sobre en qué condiciones trabajamos. Por tanto, tenemos una clase y demás a la mañana de lunes a viernes, porque pensamos que es la única manera de que se pueden hacer las cosas. Es decir: no nos ponemos a ensayar y montar durante mes y medio para una función.
Así llevamos desde hace más de treinta dos años, ¿puede ser que está mal?… Cuando hay, se reparte.
Mercedes Ángel Lopera: Además, es muy difícil sacarse en un mes de ensayos una de las piezas de R.E.A Danza, más aún si no se ha estado antes: Hay un trabajo muy personal.
Luego, yo como intérprete, me parece muy desangelado bailar un mes sin parar, y después quedarse en la nada. Al final, uno necesita moverse, o la otra es pagarse un espacio para entrenar, o pagarse unas clases con algún profesor.
En R.E.A Danza se genera una especie de simbiosis en la que estás siempre compartiendo, y fuera de la idea la danza como algo “mercantil”. Debemos tomar en cuenta que la cultura es una inversión, ya que lo que se hace nunca es rentable. Salvo lo que está en el lugar del entretenimiento.
-Las artes escénicas son disciplinas muy artesanales. Mientras lo que está asociado a la “industria del entretenimiento”, se rige con lo que funciona y lo que no.
Creo que esto tiene que ver con que ustedes gestionan a R.E.A Danza como una “economía familiar,” ¿no?
Diego Arias: Así es.
Luego damos clases, hacemos shows en discotecas, en eventos de fin de año… Y así se pagan unas cuantas cosas.
Luego, si hay que hacer el dossier, se aprende; si hay que montar un video, se aprende a editar; si hay una escenografía, habrá que aprender a cortar madera… Pensamos que si hay que pagarlo todo, no se podría hacer nada.
-Quizás alguno se pregunte leyendo esto, si vale la pena.
Diego Arias: Para mí, sí.
Belén Mañas: Esto es algo vocacional. Yo, por ejemplo, que llevo un tiempo en esta compañía, yo sé lo que hay. Vale, no se pagan los ensayos, sin embargo, todos los días estoy recibiendo unas clases, al tiempo veo que voy a actuar en un teatro una gran producción, etc.… Yo estoy aquí cogiendo experiencia, y encima estoy aprendiendo un nuevo estilo.
-Con esos escasos márgenes de maniobra, puede que cueste más que se terminen de profesionalizar las artes escénicas en España. En el sentido, de que uno se dedique a tiempo completo a su trabajo en compañía, como creador, etc.… con el fin de alcanzar el máximo nivel.
Belén Mañas: Creo que también hay un problema de consciencia. Es decir: los bailarines sabemos la precariedad que lleva consigo los temas artísticos. Entonces, si yo sé que el gobierno está dando muy poco dinero a programar, y sólo ha salido un bolo de “La Revirada Tango Club”, yo no me pondré a exigir un dinero por cada hora de ensayo.
No es lo mismo a que yo esté en una producción en el que haya un dineral, y a mí no se me está pagando en consonancia.
Mercedes Ángel Lopera: A día de hoy, hay pocas compañías de danza que paguen regularmente, más allá de la Compañía Nacional de Danza.
-Entiendo. Y parece que uno como profesional, está en la tesitura de: o me reviento hasta el final física y mentalmente, o no bailo en ámbitos profesionales.
Por ejemplo, ustedes en “Broken Tango” montan un bar sobre el escenario. Y claro que, si se usan unas proyecciones, una escenografía, etc.… , el público se lo puede imaginar más o menos, sin dejar de ser una opción muy digna. O dicho de otro modo: ustedes hacen un gran producción, porque es probable que ustedes no hubiesen salido satisfechos.
Diego Arias: “Broken Tango” fue hecho para celebrar los veinte años de la compañía. Montamos una orquesta que no existía con seis músicos, aunque es verdad, que después han seguido trabajando juntos, bajo el nombre de Proyecto Tamgu.
Queríamos hacer un espectáculo de teatro, danza, música y proyecciones audiovisuales. También tuvimos más de cien cambios de vestuario durante su representación. Porque somos dieciocho personas en este proyecto.
-Una “obra total”…
Mercedes Ángel Lopera: Muy wagneriana.
Diego Arias: A esta obra también le dedicamos muchísimo tiempo, porque se dio la coincidencia de que había un productor belga que quería el espectáculo. Y nos iba a visitar con gente de Francia, Luxemburgo, etc… Estuvimos años representándola hasta casi llegar a las fechas del covid.
Luego, el productor belga falleció, y el francés se fue a vivir a Guadalupe no queriendo saber nada de la cultura.
-Cosas así forman parte de la historia de R.E.A Danza.
Mercedes Ángel Lopera: Permanentemente.
-Volviendo al contenido de “Broken Tango”. Pienso que ustedes nos dan aproximaciones de cómo eran aquellos burdeles rioplatenses, que invitan a que los que hemos integrado el público, nos pongamos a investigar por nuestra cuenta el cómo se desarrolló todo eso.
Posteriormente, todo empieza a encajar. Por tanto, me pregunto qué “dosis” ustedes aplicaron para que “Broken Tango” no sea un “documental sobre tango”.
Diego Arias: Sí, porque, para empezar, nosotros nacimos posteriormente a esas épocas. Aunque en “La Revirada Tango Club”, se toca hasta la actualidad.
-Tanto en “Broken Tango” como en “La Revirada Tango Club”, ustedes tuvieron deferencia de que cada una de las coreografías se nota que están hechas desde unos parámetros estéticos e históricos muy concretos, acordes a los contextos al que ustedes nos remiten. Cosa que, por otra parte, es lo que articula a “La Revirada Tango Club”.
No obstante, en “Broken tango” esos cambios se van desencadenando de un modo más gradual. No sólo por las situaciones que se están representando; sino que además, porque ustedes se preocupan de hacer las cosas con coherencia y honradez.
Diego Arias: Muchas veces nos han criticado, diciéndonos que no desarrollamos las cosas, al estar siempre “cambiándolas”.
-De todas formas, es inevitable. Es decir: hay piezas vuestras que se nota que están más elaboradas, y otras que les vendría bien un buen repaso, como pasa en “Romance Barrio”. Y en parte es normal, porque a uno como creador no le van a salir todas producciones con el mismo nivel.
Diego Arias: La situación del estreno de “Romance Barrio”, fue que era un 7 de octubre después de una gira de “Broken Tango”, teníamos el estreno de “Insólitas situaciones en las que nunca bailarías tango” y “Romance Barrio”, en mes y medio.
Mercedes Ángel Lopera: También el formato de “Romance Barrio” era más intimista. Es como la otra cara del dado.
-Es verdad. Y encima tiene ese aire más “juvenil”, en contraste con las otras que contienen unas contemplaciones históricas. Por ejemplo: no es una casualidad que “Broken Tango” esté ambientada en un burdel; que “Undertango” emane esa vibra de que los intérpretes están bailando en un polígono industrial de las periferias de una gran ciudad; o que el inicio de “La Revirada Tango Club” sea Jupa y Diego bailando juntos, tal y como ensayaban los hombres entre sí antes de ir a aquellos burdeles.
Diego Arias: Estas cosas estaban prohibidas en un principio, hasta que se dieron cuenta los de los burdeles que podían ofrecer a las chicas para bailar con los clientes. O sea: el tango empezó como una cosa de hombres.
Gente que casi estaba durmiendo en la calle (habían trabajadores inmigrantes y gente del campo que se había ido a las grandes ciudades en busca de más oportunidades). Luego, se juntaron, se fueron inventando la música…, no había mujeres entre unos tipos bebiendo y tocando a tres de la mañana a las puertas de una nave industrial, o las orillas de unas vías de un tren.
Una vez que se dio cuenta el empresario del burdel lo que estaba pasando, dijo: “que vengan a bailar aquí”. A continuación, uno compraba una ficha por cada baile con una de las señoritas del local.
-Dentro de lo que me he podido documentar para esta entrevista, he leído que la música fue evolucionando cuando los músicos de orquesta cayeron en la cuenta de que los burdeles les pagarían mejor a donde estaban trabajando.
Diego Arias: Lo mismo que con la danza, eso empezó poco a poco. Es decir: no había orquesta, luego de repente se sumó el piano, una guitarra, la flauta, el violín, etc…
-Oí que muchos de esos inmigrantes de origen europeo, venían con su instrumento sin saber solfeo, pero habían tocado en las orquestas de sus pueblos antes de emigrar.
Diego Arias: Cuando aparece “La Guardia Vieja”, ya hay orquestas con músicos que saben componer y escribir.
– Las letras de las canciones, en un inicio, tocaban temas más “picantes”, y luego se fueron haciendo un poco más “existencialistas”. Y justo eso se percibe en “Broken Tango”.
Diego Arias: Eso es. Las letras en “Borken Tango” cuentan lo que está pasando en escena.
-Eso es genial, porque puedes “desconectar” de la semántica de las letras, viéndolo todo de forma global. Cosa que también me pasó con “Aether, de la oscuridad a la luz”, en el sentido de que se me da a “elegir” si seguir el mito de origen griego que ustedes estaban representando, o limitarme a disfrutar de lo gustoso que es ver una pieza de danza aérea.
Sin embargo, “Undertango” es un trabajo más abstracto. Incluso hay un dúo en el que está Jupa con una bailarina, en el que pensaba que estaban “contemporanizando” el tango, y viceversa. Y una de las cosas que diferencia a esta pieza de las demás, es que ustedes llegan a “desmenuzar” a vuestro tango, al servicio de lo que ustedes quieren contar.
Diego Arias: “Undertango” lo montamos para el veinticinco aniversario de la compañía, y, lamentablemente, sólo la hemos hecho una sola vez.
Ya veníamos de una exitosa gira con “Broken Tango”, y queríamos hacer lo que teníamos bien adentro y teníamos necesidad de expresar. Sin estar pensando en “agradar” tanto al público.
Mercedes Ángel Lopera: Por otra parte, se integraron ritmos que alimentaban al tango desde otro lugar, como: música electrónica, murga, etc.…
-Considero que “Undertango” es de esas piezas de vuestro repertorio, que tiene un esquema similar al de los musicales. Y al mismo tiempo, localicé una antología de la realidad que se vivía en los alrededores de aquellas naves industriales de principios del siglo XX: Una forma de reivindicar que el tango es parte de la cultura popular.
Lo que me lleva a preguntarles, sobre el por qué a veces cuesta asociar a la cultura popular y el folklore con lo “artístico”.
Diego Arias: Para mí, sí es folklore. Porque vengo de allí.
Mercedes Ángel Lopera: Lo que dices, tiene mucho que ver con la profesionalización del arte, con estar educado en un lenguaje concreto, de cara a estudiar música, tener a mano un piano, etc.… Al ser más “académico” se necesita mucho dinero para la formación.
Entonces, se le ha dado ese valor, como si lo académico fuese más arte que lo otro.
Al final, el arte es una expresión del ser humano. Ya sea a través de la danza, la pintura, la escritura, etc.… Las disciplinas más “académicas” necesitas adquirir unos conocimientos, y lo folklórico basta con estar dentro de una sociedad concreta.
Diego Arias: El tango tiene unos cien o ciento veinte años de historia. Por tanto, ahora mismo se considera folklore al haber pasado los cien años siendo practicado por el pueblo. Es decir: la palabra “folklore” significa saber del pueblo. O al menos, eso es lo que tengo entendido.
El tango es un folklore que parte de los ámbitos urbanos.
-Sumado a la convergencia de una serie de elementos concentrados en un mismo territorio.
Mercedes Ángel Lopera: Pasa un poco lo mismo con el flamenco, ya que tiene un recorrido similar al del tango. Están las sevillanas, las malagueñas…, sin embargo, el flamenco no está considero folklore.
Belén Mañas: Esto también está relacionado con la educación que tenga sociedad. Yo, por ejemplo, me formé en la especialidad de danza contemporánea en conservatorios, donde la formación está reglada.
Luego una persona me pregunta “en qué más trabajo”, cuando digo que soy bailarina. Y mira que la danza contemporánea es muy amplia. ¿Cuánto menos el tango? Que ni por asomo se escucha en ningún sitio.
-O en su defecto, tenemos una imagen estereotipada del tango.
Belén Mañas: En el último pase que tuvimos de “La Revirada Tango Club”, vinieron compañeros de la profesión que practican otros estilos de danza, que me dijeron: “pensaba que me iba aburrir más”.
-En esta misma línea, “Capital Estrés” se puede completar muy bien con “Undertango”. Aunque se ha de aclarar, que está basada en una poesía llamada “Apuntes de época”, de Joaquín Gianuzzi.
Asimismo, “Insólitas situaciones en las que nunca bailarías tango”, proviene de un “juego interno” entre ustedes, que comparten con el público.
Mercedes Ángel Lopera: Sí, y también de las experiencias que hemos vivido
-Es un pieza fresca y divertida, y no menos importante, sin caer en frivolizar nada, ni descuidar la correcta ejecución de los movimientos.
Mercedes Ángel Lopera: “Insólitas situaciones en las nunca bailarías tango” la hemos hecho un montón de veces, al ser de formato pequeño. No se necesita proyecciones, espacio para la escenografía…, como, por ejemplo, pasa con “Undertango”.
-Otra de las cosas que me encantan de “Insólitas situaciones en las que nunca bailarías tango”, es que ustedes dispusieron un terreno donde estaba justificado hacer todas aquellas cosas, en las que nunca se daría lugar bailar tango en nuestro cotidiano.
Mercedes Ángel Lopera: Dime la verdad, ¿Cuándo has estado en un supermercado, no te ha venido las ganas de ponerte a bailar con el carrito?
-Todos hemos hecho nuestras cositas…
Si uno ha incluido de una forma tan preponderante la danza en su modo de moverse, uno no se puede desenvolver de otra manera.
Mercedes Ángel Lopera: Tampoco puedes dejar de moverte…
-Luego está “Gallos”, un dúo entre Jupa y Diego.
Aprovecho y les pregunto: ¿Qué vino antes, la presencia de los columpios en “Romance Barrio”, o en el montaje de “Gallos”?
Mercedes Ángel Lopera: Fue como una precuela de “Romance Barrio”, ya que ésta iba de los romances en los parques, y “Gallos” va de la relación de dos hermanos.
Diego Arias: Jupa y yo llevamos viviendo y trabajando juntos toda la vida. Entonces, es un homenaje a nuestra hermandad, en la que a veces nos llevamos muy bien y otras discutimos.
Es algo similar a los gallos. Es decir: a veces riñen y otras se están pavoneando juntos. Por otro lado, nos habíamos quedado con ganas de hacer algo más con aquellos columpios.
-“Gallos” me gustar mucho, empezando porque contribuye a desligarnos del estereotipo que hay del tango. Ya saben, el juego de seducción entre un hombre y una mujer, y esas cosas.
“Gallos” es un buen ejemplo que podemos expresarnos sobre una situación cotidiana con tango.
Diego Arias: Para mí el tango es una técnica de danza contemporánea más.
Jupa Arias: Además, la música muestra lo que pasa en las ciudades en cada época. Algo así como las vivencias de la ciudad misma.
-“La Revirada Tango Club”, en parte, trata de lo que cuentas.
Diego Arias: Sí, están los trasfondos socio-políticos de cada época, más que del tango en sí mismo.