Por Alicia Rey
Ingredientes
- 500 gramos de leche condensada
- 400 ml de leche entera
- 200 ml de aceite de girasol
- 3 huevos medianos
- 50 gramos de levadura fresca
- 1 kilo y medio de harina de fuerza
- Una cucharadita de aroma
En primer lugar tenemos que mezclar bien todos los ingredientes húmedos -leche condensada, esencia, leche, aceite y huevos-, empleando una batidora de barillas o de las de jarra. Luego incorporar la levadura desmenuzada y seguir mezclando. Poner la harina sobre una superficie o un recipiente como un volcán (con un hueco en el centro) y volcar la mezcla húmeda en el centro. Luego, empezar a amasar con un poco de fuerza, hasta que la mezcla se empiece a despegar de los dedos. Cuando esté elástica y no pegajosa, hacemos una bola y la dejamos levedar sobre 1 hora. Si al cabo de una hora no ha duplicado su volúmen, es mejor que la volvais a masar y a repetir la operación.
Dividimos la masa en cinco porciones y hacemos unas tiras largas, que uniremos por la parte superior, dejando tres a un lado y dos al otro. Para hacer la trenza, se coge el cabo que está más al exterior y se introduce al medio de los dos grupos, luego el del otro lado también al medio y así sucesivamente -cabo más al exterior al centro, alternando el lado-.
Cuando la trenza esté formada, hay que volver a dejarla reposar sobre la placa de horno sobre 30 minutos, hasta que vuelva a aumentar de volumen. Se pinta de huevo y se hornea a 180 grados entre 25 y 30 minutos. Al sacarla del horno podemos incorporar, con la trenza aún caliente, almíbar ligero con mermelada de pera y agua para hacerla más jugosa.
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