Hace poco estuve hablando con las dos personas que están detrás de La Zentralita, María Marín y Marina Miranda. Estas dos profesionales andaluzas, han ido aprendiendo a gestionar esta iniciativa a punta de probar cosas, y de seguir indagando sobre cómo cubrir una serie de necesidades que tiene el sector de las artes escénicas en España, desde el lugar de un medio de comunicación especializado en dichas disciplinas, que se desenvuelve en la ciudad de Sevilla.
María Marín y Marina Miranda son personas que conocen esta profesión desde dentro (ambas son actrices, docentes, directoras, etc.). En este sentido, yo siento cierta cercanía e incluso “hermandad” con ellas, dada mi trayectoria con las artes escénicas y como persona que escribe con frecuencia sobre la realidad escénica de Sevilla y demás. El caso es que pocas veces las personas que formamos parte de los medios comunicación (y más si cabe, cuando se trata de los especializados), hacemos público nuestras reflexiones, aprendizajes y preocupaciones. Entonces por qué no reunirnos para ofrecer un precedente más para que los medios de comunicación, los espectadores, los programadores, y demás profesionales del sector; nos veamos los unos a los otros, y consigamos resolver las cosas que más se nos resisten.
Por tanto, esta entrevista consta de dos partes. Esto es: En la primera parte se dará a conocer este proyecto y la filosofía que lo sostiene. Mientras intercambiamos impresiones sobre el oficio que ellas y yo compartimos. En la segunda parte, pondremos el foco en las dos producciones teatrales que hace relativamente poco han estrenado, “Las Banderas no dan calor” y “Las Lumínicas”; como también, sacar a la luz qué más nos pueden contar sobre el devenir de La Zentralita.
Sin más que añadir, les dejo con la primera parte de mi conversación con María Marín y Marina Miranda:
-¿Por qué son necesarios los medios de comunicación especializados en las artes escénicas?
María Marín: Desde luego, que hay grandes revistas especializadas en artes escénicas, pintura, etc.… Pero al final dentro de los medios de comunicación especializados en artes escénicas, falta algo que se acerque más al público. Por ejemplo: que le llegue a una señora o un señor que puede que estén interesados, pero no saben cómo llegar a la sala, qué puede que no sepan que se está programando en esa sala… De tal forma, de que se cuente de una manera más sencilla lo que ocurre en el escenario, porque el teatro es del pueblo.
-Lo común es que los medios de comunicación especializados en artes escénicas tengan un enfoque nacional. Naturalmente, de vez en cuando la prensa generalista publica algo sobre una representación que se va a llevar a cabo próximamente ¿Este tipo de cosas son las que han reforzado el que ustedes hayan apostado tanto por mostrar la realidad teatral de la ciudad de Sevilla?
Marina Miranda: Nosotras nos focalizamos en la realidad teatral más escondida, pero ¿Qué pasa con las pequeñas compañías, que son las que verdaderamente mueven el panorama teatral?
-Las grandes compañías también forman parte del panorama teatral.
María Marín: Por supuesto, y son referentes. Pero nosotras nos dedicamos a otro tipo de personas igual de válidas, con proyectos igual de válidos…, que al final no terminan de llegar a la sociedad.
Por otra parte, ¿Quién no quiere ver a “El Brujo” o a Peeping Tom? Al mismo tiempo, creo que ellos no van a notar que La Zentralita les promociona o no. Lo que no quita que no hayamos hablando de lo que se programa en el Teatro Central (Sevilla) o en el Teatro Lope de Vega (Sevilla), porque nos interesa el tema que se va tratar en una obra determinada.
Nosotras nos centramos en aquellas compañías pequeñas que tienen que alquilar un local para ensayar, mientras van cargando con la escenografía… A lo mejor esa gente puede conseguir que se publique un anuncio en el Giraldillo. Pero yo misma lo abro y termino agobiada por la de cosas que están allí, aunque sea genial que esté esa información allí, de forma gratuita y demás.
Los que integran esa compañías pequeñas son la gente que se parte la espalda: son los “obreros” que defienden su profesión compatibilizándola con otras ocupaciones ¿Quién habla de esa gente?
No con esto estoy diciendo que nosotras seamos los adalides de nada. Pero la primera vez que a mí me dijeron algo después de una entrevista, por WhatsApp o por e-mail: “Gracias por la labor que hacéis”. Yo me di cuenta que aunque todavía no estemos movilizando a mucha gente para que vaya cada fin de semana al teatro, de alguna manera sí lo estamos haciendo.
-Por más que haya gente que no se meta diariamente en las redes sociales de La Zentralita, es un hecho que conocen un soporte a dónde acudir para informarse sobre lo que se va a representar pronto en la ciudad de Sevilla.
María Marín: Ahora mismo te podría dar el nombre de al menos diez personas que antes no iban al teatro, y ahora van cada semana. Gente que se ha enganchado porque le hemos hecho una entrevista a alguien, o por un post divertido… ¿Yo qué sé?
Y luego vemos a esas personas en los teatros, o nos etiquetan en las stories del Instagram.
-Uno de los grandes desafíos a los que hay que enfrentarse en las artes escénicas, es generar público. Porque estudiantes no faltan, hay más profesores de lo que se demanda y muchas personas con ganas de hacer cosas.
Marina Miranda: Hay más gente que quiere hacer cosas, que público.
-Totalmente. Y ahora genera público que no pertenezca al sector de las artes escénicas.
¿Cómo hacer que las artes escénicas no parezcan un “pasatiempo”, sino que asistir al teatro sea entendido como algo similar a leer una buena novela, un buen libro de filosofía, ver una buena película, etc…?
María Marín: Sobre todo facilitar. Es decir: En una entrevista se pueden tocar los temas más banales y sencillos hasta la filosofía más compleja. Al final lo segundo, puede que a la gente le aparte, tal y como si uno asistiese a una charla de física cuántica. Sin embargo, en la misma conferencia de física cuántica conviene que se señale que ésta está en muchos sitios, y así puede que más de uno no repita, pero ese termina perdiéndole el miedo a ir otra vez a una conferencia.
Hay personas que piensan que ir a ver a La Zaranda en el Teatro Central (Sevilla) no es para ellos, como por ejemplo, a mí me pasa con la ópera. No sé el por qué, pero aún hay gente que piensa que el teatro pertenece a la elite.
-Yo eso no lo entiendo, porque si uno va al Teatro TNT (Sevilla) o al Teatro Viento Sur (Sevilla) uno se siente como si estuvieras en tu casa.
Al mismo tiempo, nadie es más “alternativo” por no frecuentar el Teatro Central, porque cada pieza podría ser entendida como artes escénicas. Incluyendo las obras que representaría una pequeña compañía en el Centro Cívico de Alcosa (Sevilla).
María Marín: Es verdad que el introducir ir al teatro a tu plan de sábado noche, debería ser más común de lo que es.
Muchos de mis amigos de mi pueblo han terminado yendo al teatro porque yo he estado haciendo cosillas a lo largo de mi vida. También he sido de esas personas que le dicen a sus amigas: “vamos al teatro primero, y luego cenamos”. El hecho es que ir al teatro no está enraizado en todo el mundo.
Marina Miranda: Hace poco hablamos en la radio de que estamos en una sociedad que convive con mucho miedo, y ello también afecta al teatro. Es decir: nos relacionamos con personas que prefieren no exponerse…
-¿Incluso cuando uno va como espectador?
Marina Miranda: Sí. Por ejemplo: si tú eres una persona que no ha ido mucho al teatro, tú estás poniendo tu cuerpo a esa obra de teatro: te sientes intimidado. En cambio, el actor se siente en su zona de confort (aunque en un momento determinado, se pueda sentir nervioso o algo).
El público es el que está incómodo porque no se sabe si uno de los intérpretes le dará por interactuar directamente con una misma (incluyendo el que a una se le toque). Por ejemplo: Cuando hemos representado “La Casa de Bernarda Alba” (obra dirigida por Sergio Rodríguez) hay gente que se ha reído en momentos de tragedia, a modo de mecanismo de defensa.
Mientras cuando estás en casa viendo algo en Netflix, uno puede llorar, reír…, no tienes vergüenza. En el teatro una se siente “obligada” a no levantarse del asiento que ocupa, a apagar el teléfono móvil, a estar con una persona al lado que no tienes ni idea quién es, etc.… Son cosas que generan incomodidad.
María Marín: Yo recomendé a un grupo de alumnos a ir a ver “Madame señorita” de Paula Valluerca. Uno de ellos dijo: “Uy, igual se te acercan, te tocan… No sé si quiero ir”. Aunque en realidad esta profesional lo que hacía era ir a alguna butaca y preguntar cosa de “sí o no”: el código estaba claro.
El caso es que yo le había hecho previamente una entrevista, interactuamos durante su representación, pero aún con todo me sentí algo incómoda…
Marina Miranda: Es que tú vas al teatro con la idea de ser una “persona pasiva”.
María Marín: Claro. Por otro lado, si una pone una película en el ordenador dejándola a la mitad, no pasa nada (cosa similar en el cine si te levantas y te vas, dado que no estás ofendiendo a nadie). Pero hay un acto de valentía y en parte de falta de respeto, si haces lo mismo durante la representación de una obra de teatro.
Me acuerdo cuando fui al Teatro Central a ver “Lectura fácil” de Alberto San Juan, había cinco chicas con sus tacones, sus pelos largos, etc.…, que bajaron todas las escaleras hasta pasar justo al frente del escenario (en la Sala A de dicho teatro, el escenario está a ras de suelo). Para eso hay que tener mucho reaño, como decía mi abuela.
Aunque puedo comprender que hubo gente que se haya sentido incómoda por lo que estaba pasando sobre el escenario, dado que era una adaptación de un libro muy crudo.
-Una de las cosas positivas que tiene un medio de comunicación como el vuestro, es que fomenta a que los profesionales del sector se conozcan entre sí. Por más que ello no sea algo, necesariamente, malo, uno trabaja con la gente de siempre o mantiene contacto con quien estuvo colaborando hace unos años. Lo cual propicia que quien “te suene”, igual uno no se moleste en conocer cuál es su línea de trabajo.
María Marín: La Zentralita nació no tanto con la idea de conectar al público con los profesionales (que también), sino que en realidad, bajo el principio de poner en contacto a los profesionales entre sí. Es decir: imagínate que yo estoy recién graduada de una ESAD y necesito a un iluminador: no siempre es tan fácil dar con ciertas personas.
Yo pienso que si es malo estar sólo con tu grupo, porque habría que cuidar a los del otro grupo también. A mí gustar saber, por ejemplo, qué está haciendo Marina Miranda con Zaherí Teatro, Santi Rivera con su “Neurotímico”, o en qué está Noelia Morgana ¡Ve tú a saber si entre todos podríamos montar una brutalidad!
Es más, Antonio Nieto que junto a mí es coautor del texto de “Las Lumínicas”, también ha trabajado en el texto de “Neurotímico” (Santi Rivera contaba y él transcribía). Sí yo no hubiera estado de por medio como amiga en común, quizás esta conexión no hubiese sido posible.
Marina Miranda: Todos estamos a lo mismo, y si no estamos juntos y conectados será imposible que se lleve a cabo nada.
-Aparte de conectar gente involucrada con las artes escénicas ¿Qué más impulsó al nacimiento de La Zentralita?
María Marín: El origen de La Zentralita vino de preguntarnos el qué más se puede hacer por la profesión.
Marina Miranda y yo vivimos en el mismo piso: somos como un matrimonio. De hecho, tenemos una libretita en el pasillo donde nos dejamos mensajes sobre cosas relacionadas con La Zentralita.
Marina Miranda: Es como si trabajáramos las veinticuatro horas del día para La Zentralita.
María Marín: Después de la pandemia, Marina cogió unos calendarios, luego nos inventamos una especie de página web… Un poco sin saber lo que queríamos hacer. Y ya cuando empezamos a vivir juntas le dije: “o hacemos una cuenta de Instagram, o esto no sirve para nada”. Me dijo: “¿Qué ponemos?”…
Después diseñamos un logo de cualquier manera (por cierto, aún estamos buscando la manera de cambiar de logotipo), luego empezamos a agregar a amigos nuestros y a gente conocida para nosotras, pero sin que ellos supieran quiénes estaban detrás de todo esto.
Marina Miranda: Después de cerca de un año, aún había mucha gente que no sabía que nosotras éramos La Zentralita.
-Bueno, con el paso del tiempo han ido cogiendo forma, que dicho sea de paso, ustedes están consolidadísimas al menos a nivel Sevilla ciudad.
Hay una cosa que me gusta mucho de La Zentralita, es que a pesar que yo no termine de conectar con vuestro estilo, el que estén mis publicaciones en la Revista ACHTUNG! y ustedes trabajando a la vez, hace que nos complementamos entre nosotros. Hasta me resulta divertido cuando coincide que cubrimos el mismo espectáculo.
María Marín: Dentro de las personas que cubren cosas para La Zentralita, las hay que son más sesudas, otros escriben lo que vieron… Por ejemplo: una vez envié a Antonio Flores Ledesma a ver las obras que componían “Shock” de Andrés Lima, pero le pedí que lo escribiese como si fuera para él mismo. Lógicamente, hubo lectores que no entendieron nada de lo que escribió.
Luego estuvo una reseña de esa misma obra de Carmen Andrea Rengifo (que es una periodista colombiana). Ella la escribió desde un lugar que conectaba con los protagonistas. Al tiempo, la enviamos a ver “Quejío” de Salvador Távora (te hablo de una persona que hasta aquél momento no se había asomado al flamenco), y me llamó diciéndome que estaba sobrecogida por lo que vio.
También están las personas que todavía no han escrito para que lo lea alguien más. Ésas son las que más ánimo, y les digo que si hay que corregir algo yo les apoyo en lo que haga falta.
Marina Miranda: De allí han aparecido personas que se ha enganchado a escribir.
María Marín: A esas personas les digo que cuenten lo que han visto como quien comenta una película, cuenta a su amiga su último romance con su novio, etc.… Ello ha contribuido a que la gente se sume a ese estilo “más liviano”, porque creo que conecta: mi madre se lee las reseñas.
¡En La Zentralita cabe todo!
Nosotras no le decimos a nadie que colabora con La Zentralita, lo que tiene que escribir ¡En absoluto! Todos escriben lo que ven. A quien se corta más, o lo que fuera. A mí eso me encanta, porque con este sistema quien cubre los espectáculos es un mero espectador. Y luego se puede buscar una reseña más sesuda o lo que se quiera, porque todas son válidas al haber público para todo.
Marina Miranda: Tampoco se recorta nada de nadie.
María Marín: Incluso, me gustaría que la gente se mojara más. De hecho, ha habido casos de personas que me han dicho: “lo siento, yo no puedo escribir sobre esto. Porque me da mucha vergüenza. Si quieres no me lleves más en la vida con La Zentralita…”. Claro, esa persona está poniendo su nombre y está colaborando para La Zentralita. Y al mismo tiempo, se trataría de llevar a cabo una crítica negativa a un compañero del sector.
-Yo entiendo que si ese grupo de profesionales se han «lanzado» a representar algo, han asumido el riesgo de exponerse. Es decir: Siempre y cuando se argumente, no tiene por qué haber un problema de hacer una mala crítica sobre un espectáculo.
María Marín: Así es. Además ello ayuda a que una vaya formando su propio criterio.
-Cuando unos profesionales están promocionando su próxima función o taller ¿Cómo ellos pueden acceder a vosotras para que los apoyéis?
Marina Miranda: Todos son bienvenidos, lo cual ha hecho que estemos, básicamente, trabajando las veinticuatro horas del día.
María Marín: Tú no sabes la ilusión que me hizo la primera vez que alguien me dijo: “Perdona, yo no sé si me podéis hacer un favor. Tampoco sé si publicáis a todo el mundo. Pero, a mí me pasa esto, tengo este espectáculo y no sé adónde llamar”.
Por eso de vez cuando nosotras publicamos en nuestro perfil de Instagram, algo para dar a entender que todos son bienvenidos para promocionar su espectáculo, su taller, etc.…
Al principio nosotras nos poníamos a escribir a todo el mundo por e-mail.
-Es genial lo que ustedes están contando, dado que, además, se nota que han asumido la responsabilidad de aproximarse al trabajo de quien ustedes van a entrevistar.
María Marín: Al final, lo haces porque realmente te interesa conocer sobre ese espectáculo que se va a representar pronto y demás. Por ello Marina y yo nos repartimos el trabajo. Por ejemplo: Para lo de “Callejón sin estrellas” de Mujereando, ella fue al foro que se hizo en el marco del último ciclo de Ético (Teatro TNT), con la idea de luego transmitirme esa información e incluirla dentro de la entrevista que le hicimos a Carmen Tamayo de esta compañía.
Asimismo, le hemos dicho a otros compañeros que vamos a entrevistar a tal persona, y si le gustaría que le hiciésemos alguna pregunta en concreto. Por eso en lo directos me da mucha pena que la gente que se conecta no suela preguntar cosas. Quizás yo debería ser más pesada para que pregunten, porque el tener a Claudia Contin así fue un lujo…
-Lo que estás diciendo es un ejemplo, de una de las cosas que favorecen a que a quien estás entrevistando no sea percibido como una “persona intercambiable” por tus seguidores. Es decir: si uno realmente se ha acercado al trabajo del profesional que va a entrevistar, la mayoría de las preguntas serán muy distintas a las que ha hecho a otros profesionales.
María Marín: Así es. Y si yo veo que no puedo hacer una entrevista a algún profesional, prefiero que el mismo me envíe un pequeño escrito.
-Me acuerdo que las primeras entrevistas que ustedes hicieron, fueron en forma de cuestionario que ustedes, posteriormente, publicaban como modo de dar a conocer las impresiones de los profesionales que se habría prestado para ello. ¡Eso tenía su gracia!
Marina Miranda: También ha habido momentos en los que hemos tenido que parar, porque no hemos sido capaces de abarcarlo todo.
-¿Ustedes están trabajado en La Zentralita de manera no remunerada?
María Marín: Nosotras hemos sacado cero euros de todo esto.
Desde los principios de La Zentralita nosotras hemos aspirado a que esto nos dé de comer algún día. Quizás no sea para ir de mariscada, pero si me da para un platito de queso con unos picos, yo me conformaría.
De verdad que tengo ahora muchos planes en mi mente, que en este momento no sabría cómo materializarlos. Lo cual creo que nos daría muchas alegrías, para que en el día de mañana conformemos una familia potente. Posibilitando que La Zentralita tenga una cede en físico, y quizás algún día podamos dar trabajo a todo el mundo.
Aunque a veces lo anterior lo digo un poco en broma. También pienso que según cómo uses el lenguaje, una va creando realidades.
-¿Habéis pensado montar una especie de “jornadas de reflexión sobre el teatro”? Lo que digo más que nada, por la capacidad de convocatoria que tenéis, por las redes que habéis construido durante todos estos años (como profesionales de lo escénico y como quienes constituyen a La Zentralita), etc.
María Marín: Si, claro. Luego te encuentras con la realidad.
En estos dos años que llevamos trabajando, a mi me ha gustado haber alcanzado el que en los teatros de Sevilla las acreditaciones estén a nombre de La Zentralita. Fíjate que al principio, estábamos en Instagram como a lo loco, y ahora hemos resurgido con más planes de cara a los próximos meses.
A día de hoy tenemos muy claros nuestros objetivos, y creo que habrá La Zentralita para rato.
-Ustedes como profesionales de las artes escénicas ¿Cómo es “tener vuestros pies en dos sitios a la vez” (en La Zentralita y estar vinculadas a montajes escénicos)?
Marina Miranda: Para nosotras todo eso es lo mismo.
María Marín: Nosotras vivimos juntas. Y como Marina se suele levantar antes que yo, ella ya ha enviado cosas. Hasta en el WhatsApp estamos dentro de cuatro grupos distintos…
Marina Miranda: Y luego sigues con tu vida. Es decir: tu vida y La Zentralita.
Yo confío plenamente en todo lo que hace María. Y si después estamos en casa, en donde podemos dialogar y compartir, lo hacemos. Si al final, la dos tenemos que estar revisando constantemente lo que hace la otra, no avanzamos.
María Marín: En muchas cosas ambas compartimos el mismo criterio: Yo he aprendido mucho de Marina, primero como profesional, y luego en La Zentralita. Luego, cuando vemos un mismo espectáculo, igual las dos diríamos cosas distintas al respecto.
Por otro lado, yo compatibilizo a La Zentralita con mi trabajo en el sector del turismo. Entonces yo pongo los directos en función de la disponibilidad que tengamos los profesionales y yo. Aunque ello suponga estar “a salto de mata”.
-Una de las cosas buenas del formato con el que trabajáis, es que a pesar de que no te venga bien estar disponible para vuestros directos en Instagram, luego puedes verlos más tarde, puesto que ustedes lo publican, rápidamente, en vuestro perfil.
De hecho, a mí me vino bien consultar la entrevista que ustedes le hicieron a Santi Rivera para su estreno en la última edición del FOC en junio del año pasado, cuando me estaba preparando para cubrir “Neurotímico” en el CINTA del Teatro TNT en otoño pasado.
Cambiando de tema, ¿Cómo combatimos ese estereotipo de “artista fracasado/frustrado” hacia aquellos que se dedican a escribir sobre artes escénicas, o empiezan a centrar su trabajo en la docencia “muy pronto”?
María Marín: Eso es un chascarrillo. Pues, a lo mejor hay quien escribe con “mala leche”. Yo, personalmente, es una cosa que prefiero no prestarle atención. Siendo que yo como profesional puedo tener cierta visión de un espectáculo, y otra persona como no profesional la tendrá de otra manera.
Marina Miranda: Quien escribe o enseña viene de haber sido antes actor ¿no? En la misma medida, hay quien se dedica a la producción, a la distribución, a la iluminación, al vestuario… Apuesto que un setenta por ciento de esa gente, tiene una formación de una ESAD. Lo que pasa, es que estas personas han visto que sus preferencias se han dirigido a otro lado. Esas habrán sido sus maneras de seguir vinculados a la profesión, sin que ello signifique, necesariamente, que habrán sido malos actores o lo que sea.
María Marín: Yo creo que quien critica al crítico, no sabe recibir bien las críticas que ha recibido.
-También hay críticos de artes escénicas que deberían hacerse mirar un par de cosas.
María Marín: Es distinto el caso de las personas que van a hacer daño. Como también, que quien ha visto mucho teatro, hay cosas que están para usarlas y no siempre han sido bien aprovechadas. Por tanto, una puede llamar la atención por un par de cosas, sin que ello implique que se está “haciendo daño”.
De todas formas, creo que esta discusión no tiene mucho más recorrido.
-Es por simple curiosidad, dado vuestro caso en concreto. Como también hay personas que hacen críticas sin haberse subido mucho sobre un escenario.
María Marín: Retomando lo de antes. Si yo voy a un museo y doy mi opinión sobre esa pintura no, necesariamente, he de saber sobre arte.
-Pero si estás publicando algo a través de un medio de comunicación (o sea, algo que se hace público), es posible que tengas capacidad de influencia, y de aprovechar hacer una labor pedagógica. Lo cual conlleva ser consciente de tú responsabilidad política al respecto.
En paralelo, es legítimo hacer una crítica en el que quede claro el punto en el que uno parte antes de su posterior publicación. Para ustedes ¿Las personas que hacen una crítica de artes escénicas deberían tener una trayectoria previa con esta disciplina?
Marina Miranda: Una puede tener una formación/trayectoria visual. Es decir: hay muchas maneras de formarse.
María Marín: Por ejemplo el caso de Miguel Parras que trabaja en una sastrería (otra de las personas que colaboran para La Zentralita): Alguien que de repente fue a ir a sesiones de danza butoh, y le encantó. A mí me gusta lo que escribe Miguel por su sentido de la estética, y por su manera tan sencilla de hacerlo. Encima, a veces ve cosas que, probablemente, yo no hubiera identificado. De todas formas, hay varios tipos de críticos.
Por otro lado, desde que mis alumnos de La Barca Teatro (Sevilla) han empezado hace unos tres años, ahora ven cosas… Es decir: una de las alumna tras ver “Yo Soy Gente Rara” (pieza dirigida por Lola Botello, e interpretada por Alba Suárez y Nieves Castro) en la que se usa mucho la significación de los objetos, ella ahora está obsesionada con el chaquetón naranja de las intérpretes. La clave está en que cuanto sabes un poquito más, vez más allá.
Otros alumnos me dijeron que cuando estaban viendo un monólogo, se dieron cuenta que el actor estaba contando los segundos para dar lugar a los silencios. Porque yo les he insistido mucho en que deberían hacer más silencios, ya que hablan muy rápido. Y yo le dije: “¿Has tenido que ir a aquella obra en el Teatro Central para darte cuenta?”
Por tanto, si yo hubiera tenido que haber hecho una crítica de ese espectáculo, hubiese resaltado su buen uso del silencio.
Marina Miranda: Al mismo tiempo, el crítico debe de estarse formando constantemente.
-Con La Zentralita habéis tenido acceso a un volumen mayor de espectáculos que hace unos años. Ahora imaginaros que, por ejemplo, Marina Miranda tendría que volver a interpretar “Casandra” de Tríade Teatro, u “Ofelia no sabe nadar- Trilogía para el fracaso-“ de Zaherí Teatro ¿Cómo Marina te enfrentarías a ello, después de haber pasado por esta experiencia?
Marina Miranda: Cuanto más veo, más quiero ver. Por ejemplo: esta semana me he visto unas cinco obras.
Y todo eso se me va quedando en una “mochila” que tengo. Entonces, el día que vuelva a hacer “Casandra”, consciente o inconscientemente, todo lo que yo he aprendido de esas piezas, aparecerá en “Casandra”. Porque el oficio de la interpretación es “robar”. Es decir: un actor debe de estar siempre alerta para lo que fuera, debe estar formándose…, y para eso la única manera es estar “robando” de su gente, de quien una ve sobre un escenario, etc.…
O sea que cuando yo vaya a montar un nuevo espectáculo, yo cogeré esto y lo otro de lo que me habrá llamado la atención, hasta tenerla casi hecha.
-Lo que dices me hace echar más de menos ver a más profesionales de las artes escénicas en el patio de butacas de los teatros. Aunque no hay que dejar de tomar en cuenta, que la mayoría de los profesionales actúan en fin de semana, lo cual implica que uno puede pegarse unas cuantas semanas, sin que le sea posible asistir a algún espectáculo. ¿Cómo nos enfrentamos a esta situación, como personas que trabajamos en medios de comunicación especializados en estas disciplinas?
María Marín: Diciendo: “Profesionales, no vais al teatro a ver a vuestros compañeros”. Es que es su profesión, es que si no vais al teatro ¿Cómo vais a ejercer en el teatro?
-Totalmente.
María Marín: Al final, a todos nos gusta que nos vayan a ver a nosotros: yo siempre voy a apoyar a mis compañeros, cuando puedo. También, me gusta ir al teatro como espectadora, y luego es verdad que una aprende mucho de sus compañeros.
Todos hemos aprendido a cocinar viendo a nuestras madres, y ya luego todos nos hemos puesto a experimentar.
-Claro, luego hablas con gente como Justo Ruiz u otros profesionales, y contrastas opiniones, de cara a formarte una postura sobre lo que has visto.
María Marín: ¡Es que lo de Justo no es normal!
Tiene una energía, unas ganas…
Marina Miranda: Está en todo; se acuerda de todos; es súper detallista cuando hace cualquier cosa. Hasta te entra en el camerino para darte ánimos;…